"Sos una mojigata" o "qué amarga", me dicen cuando puteo contra la pornografía.
Entonces voy a precisar mi pensamiento (ojo, es un poquito largo y sigue un razonamiento preciso, así que por favor léanlo con tiempo y hasta el final, si les interesa el tema, claro).
Primero: no estoy en contra de la pornografía en sí. Es más, puedo disfrutar de buenas imágenes de sexo explícito. En sí, no me escandaliza ver cuerpos desnudos teniendo relaciones sexuales, por más crudas que sean esas imágenes, que no me parecen, en sí (insisto: en sí) ni ofensivas, ni machistas, ni nada.
Pero... Porque siempre hay un pero...
Voy a dividir mi exposición en dos partes: por un lado, mis consideraciones sobre la industria pornográfica en sí, la manera en que se filman las películas, las condiciones de trabajo.
Por otro lado, voy a hablar del tipo de pornografía que me molesta y me escandaliza porque fomenta un tipo de sexualidad denigrante para las mujeres y que, lamentablemente, representa la inmensa mayoría de la industria pornográfica actual.
Entonces, ¿qué lleva a una persona a tener relaciones sexuales todo el día a cambio de dinero?
Fácil, pensarán: porque le gusta. Y con lo que nos gusta el sexo a todas y a todos por lo general, ¿quién no lo haría, encima, por dinero? Dinero que, por lo general, suele ser mucho...
Entonces voy a precisar mi pensamiento (ojo, es un poquito largo y sigue un razonamiento preciso, así que por favor léanlo con tiempo y hasta el final, si les interesa el tema, claro).
Primero: no estoy en contra de la pornografía en sí. Es más, puedo disfrutar de buenas imágenes de sexo explícito. En sí, no me escandaliza ver cuerpos desnudos teniendo relaciones sexuales, por más crudas que sean esas imágenes, que no me parecen, en sí (insisto: en sí) ni ofensivas, ni machistas, ni nada.
Pero... Porque siempre hay un pero...
Voy a dividir mi exposición en dos partes: por un lado, mis consideraciones sobre la industria pornográfica en sí, la manera en que se filman las películas, las condiciones de trabajo.
Por otro lado, voy a hablar del tipo de pornografía que me molesta y me escandaliza porque fomenta un tipo de sexualidad denigrante para las mujeres y que, lamentablemente, representa la inmensa mayoría de la industria pornográfica actual.
Entonces, ¿qué lleva a una persona a tener relaciones sexuales todo el día a cambio de dinero?
Fácil, pensarán: porque le gusta. Y con lo que nos gusta el sexo a todas y a todos por lo general, ¿quién no lo haría, encima, por dinero? Dinero que, por lo general, suele ser mucho...
Según algunos estudios y testimonios que leí, muchas actrices pornos sufrieron algún tipo de abuso en su infancia o, en todo caso, vivieron en un hogar violento. No les dieron las herramientas como para construirse como personas orgullosas de ellas mismas, felices con su cuerpo y su sexualidad. Sólo saben reproducir contra ellas mismas los abusos y las violencias de las que han sido testigo o víctimas. Infligen a su cuerpo lo que vieron o vivieron de chiquitas.
¿Se puede hablar, en este caso, de elección real? El mismo análisis, de hecho, se desprende de charlas con prostitutas: muchas han vivido situaciones de abuso en su infancia o su juventud que hacen que no tengan ninguna consideración para con ellas mismas y con su sexualidad.
Pero más allá de lo que llevó una mujer a ser actriz porno (y que, supongo, pueden ser totalmente distintas de las que menciono, también hay que conocer las condiciones de trabajo de la industria pornográfica.
Uno o una se imagina que son mujeres que hacen lo que se les canta y la pasan bomba delante de la cámara. Imagen fomentada por los festivales pornos en que se ven a esas mujeres contar encantadas a qué punto son felices de coger todo el día a cambio de dinero.
Ahora bien, en el libro Hard, la ex actriz porno Raffaella Anderson cuenta la cara oculta de esta industria, a la que ingresó de manera voluntaria a los 18 años, todavía virgen, y de la que se fue al cabo de cuatro años. Sí, se ganaba bien. Muy bien. Sí, llegó a gozar alguna vez. Pero también describe la dura realidad de la que el espectador nunca se enterará (sobre todo porque no quiere enterarse, es más facil pensar que la pornografía es puro placer): las amenazas, los golpes, las práticas humillantes, dolorosas, peligrosas, cada vez más violentas porque así lo exigen los clientes (doble o triple penetración, relaciones con animales, fist-fucking, etc.), la falta de preservativo, el fantasma del sida y de las numerosas enfermedades de transmisión sexual, el trabajo en cadena, las horas suplementarias a cualquier hora del día y de la noche y no pagadas, las incitaciones a gemir, gritar, fingir el placer, aun cuando duele, los cortes en la filmación para ir a secarse la sangre para que no se vea en pantalla, ponerse un calmante, y volver...
Todo, para que algunos hombres crean ingenuamente que las actrices gozan, con prácticas extremadamente violentas, cuando lo más probable es que, en el mejor de los casos, no sientan nada, y en el peor, les duela hasta la médula.
Y lo peor es que se lo creen... No quieren cuestionar lo que ven porque esto les obligaría a cuestionar prácticamente todo su concepto de la sexualidad. Y no quieren hacer ese esfuerzo, prefieren seguir creyendo que "a la mina esa le gusta y se nota".
¿Se acuerdan de la película Garganta Profunda (1972)? Claro, ¿quién no se acuerda, no?
Bueno, ¿sabían por ejemplo que la actriz de Garganta Profunda, Linda Boreman (se hacía llamar Linda Lovelace), que parecía gozar tremendamente del hecho de tener un pene en el fondo de su garganta, reveló hace unos años que en realidad cada escena era una tortura (lo cual me parece lógico, no es muy agradable tener algo en el fondo de la garganta) y que había sido amenazada para filmarlas?
Esto lo reveló en su biografía, Ordeal, en que relata que su manager y ex esposo, Chuck Traynor, la había amenazado. "Cada vez que alguien mira la película, mira cómo me violan", explicó. "Lo que se está desarrollando en esta película es un crimen; tenía un revolver en la sien, todo el tiempo".
Durante la filmación, los técnicos que filmaban tenían que arreglárselas para que no se notaran los moretones que tenía en todo el cuerpo.
Sin hablar de los problemas de salud que sufrió luego: tuvo que someterse a una doble masectomía en 1986 por las inyecciones de silicona que se había hecho para tener senos gigantescos, y un transplante de hígado el año siguiente.
¿Quién diría, no? Lo más irónico es que a raíz de esta película, Linda Boreman se convirtió en un ícono de la liberación femenina...
Entonces, ¿cómo saber si uno no es cómplice de una violación cuando compra o mira una película porno? Lo mejor es no hacerlo, no consumir pornografía si no sabemos cómo fue realizada, o limitarse a los videos caseros.
Pero más allá de lo que llevó una mujer a ser actriz porno (y que, supongo, pueden ser totalmente distintas de las que menciono, también hay que conocer las condiciones de trabajo de la industria pornográfica.
Uno o una se imagina que son mujeres que hacen lo que se les canta y la pasan bomba delante de la cámara. Imagen fomentada por los festivales pornos en que se ven a esas mujeres contar encantadas a qué punto son felices de coger todo el día a cambio de dinero.
Ahora bien, en el libro Hard, la ex actriz porno Raffaella Anderson cuenta la cara oculta de esta industria, a la que ingresó de manera voluntaria a los 18 años, todavía virgen, y de la que se fue al cabo de cuatro años. Sí, se ganaba bien. Muy bien. Sí, llegó a gozar alguna vez. Pero también describe la dura realidad de la que el espectador nunca se enterará (sobre todo porque no quiere enterarse, es más facil pensar que la pornografía es puro placer): las amenazas, los golpes, las práticas humillantes, dolorosas, peligrosas, cada vez más violentas porque así lo exigen los clientes (doble o triple penetración, relaciones con animales, fist-fucking, etc.), la falta de preservativo, el fantasma del sida y de las numerosas enfermedades de transmisión sexual, el trabajo en cadena, las horas suplementarias a cualquier hora del día y de la noche y no pagadas, las incitaciones a gemir, gritar, fingir el placer, aun cuando duele, los cortes en la filmación para ir a secarse la sangre para que no se vea en pantalla, ponerse un calmante, y volver...
Todo, para que algunos hombres crean ingenuamente que las actrices gozan, con prácticas extremadamente violentas, cuando lo más probable es que, en el mejor de los casos, no sientan nada, y en el peor, les duela hasta la médula.
Y lo peor es que se lo creen... No quieren cuestionar lo que ven porque esto les obligaría a cuestionar prácticamente todo su concepto de la sexualidad. Y no quieren hacer ese esfuerzo, prefieren seguir creyendo que "a la mina esa le gusta y se nota".
¿Se acuerdan de la película Garganta Profunda (1972)? Claro, ¿quién no se acuerda, no?
Bueno, ¿sabían por ejemplo que la actriz de Garganta Profunda, Linda Boreman (se hacía llamar Linda Lovelace), que parecía gozar tremendamente del hecho de tener un pene en el fondo de su garganta, reveló hace unos años que en realidad cada escena era una tortura (lo cual me parece lógico, no es muy agradable tener algo en el fondo de la garganta) y que había sido amenazada para filmarlas?
Esto lo reveló en su biografía, Ordeal, en que relata que su manager y ex esposo, Chuck Traynor, la había amenazado. "Cada vez que alguien mira la película, mira cómo me violan", explicó. "Lo que se está desarrollando en esta película es un crimen; tenía un revolver en la sien, todo el tiempo".
Durante la filmación, los técnicos que filmaban tenían que arreglárselas para que no se notaran los moretones que tenía en todo el cuerpo.
Sin hablar de los problemas de salud que sufrió luego: tuvo que someterse a una doble masectomía en 1986 por las inyecciones de silicona que se había hecho para tener senos gigantescos, y un transplante de hígado el año siguiente.
¿Quién diría, no? Lo más irónico es que a raíz de esta película, Linda Boreman se convirtió en un ícono de la liberación femenina...
Entonces, ¿cómo saber si uno no es cómplice de una violación cuando compra o mira una película porno? Lo mejor es no hacerlo, no consumir pornografía si no sabemos cómo fue realizada, o limitarse a los videos caseros.
Porque yo soy de las que creen que como consumidores, tenemos un deber cívico de no favorecer tráficos y explotaciones. Desde que sé que Nike hace trabajar a niños en Asia para fabricar sus calzados, no les compro nada. No compro a algunas marcas argentinas que usaban esclavos en sus talleres clandestinos. Etc. etc.
Considero que alguien que consume pornografía conociendo las condiciones de trabajo de las actrices y los actores se hace cómplice de su maltrato, porque la demanda es muchas veces la que fomenta la oferta. También uno puede taparse los ojos y los oídos y hacer como si no se enterara y seguir favoreciendo la explotación humana, pero no es mi concepto de la humanidad, la solidaridad, la ética, el civismo. Yo creo que ante la duda, hay que abstenerse.
Entonces sí, siempre habrá testimonios de actrices súper felices de lo que hacen y que no cambiarían su situación por nada en el mundo. Algunas estrellas de la farándula porno que ganarán millones y tendrán el poder económico de imponer sus condiciones.
Pero por una mujer así, ¿cuántas Raffaella Anderson, cuántas Linda Boreman violadas, humilladas, golpeadas, ultrajadas, abusadas?
A pesar de todo, sigue habiendo gente para mirar Garganta Profunda, y pensar ingenuamente que la actriz goza (¿cómo alguien en su sano juicio puede creer realmente que los azotes constantes y reiterados de una pija en el fondo de la garganta son algo placentero y no doloroso? A esta altura no es ingenuidad, es necedad), que eligió hacerlo, que nadie la obliga a hacer lo que hace. Y supongo que muchos hombres imaginan, al ver esas escenas, que a su novia, compañera, amante o esposa le gustará que le meta su pene hasta la faringe ("si a Linda le gusta, ¿por qué a vos no?"), sin siquiera preguntarle a ella lo que realmente opina al respecto.
Eso nos lleva al segundo tema del que quería hablar, más allá de las condiciones de trabajo: el tipo de sexualidad que promueve este tipo de pornografía.
Ojo, no critico las prácticas sexuales en sí. Critico que esas prácticas estén fomentadas o, en todo caso, ampliamente influenciadas por películas pornos que hacen creer que a todas las mujeres les gusta, y que si a una mujer no le gusta no es normal.
Considero que alguien que consume pornografía conociendo las condiciones de trabajo de las actrices y los actores se hace cómplice de su maltrato, porque la demanda es muchas veces la que fomenta la oferta. También uno puede taparse los ojos y los oídos y hacer como si no se enterara y seguir favoreciendo la explotación humana, pero no es mi concepto de la humanidad, la solidaridad, la ética, el civismo. Yo creo que ante la duda, hay que abstenerse.
Entonces sí, siempre habrá testimonios de actrices súper felices de lo que hacen y que no cambiarían su situación por nada en el mundo. Algunas estrellas de la farándula porno que ganarán millones y tendrán el poder económico de imponer sus condiciones.
Pero por una mujer así, ¿cuántas Raffaella Anderson, cuántas Linda Boreman violadas, humilladas, golpeadas, ultrajadas, abusadas?
A pesar de todo, sigue habiendo gente para mirar Garganta Profunda, y pensar ingenuamente que la actriz goza (¿cómo alguien en su sano juicio puede creer realmente que los azotes constantes y reiterados de una pija en el fondo de la garganta son algo placentero y no doloroso? A esta altura no es ingenuidad, es necedad), que eligió hacerlo, que nadie la obliga a hacer lo que hace. Y supongo que muchos hombres imaginan, al ver esas escenas, que a su novia, compañera, amante o esposa le gustará que le meta su pene hasta la faringe ("si a Linda le gusta, ¿por qué a vos no?"), sin siquiera preguntarle a ella lo que realmente opina al respecto.
Eso nos lleva al segundo tema del que quería hablar, más allá de las condiciones de trabajo: el tipo de sexualidad que promueve este tipo de pornografía.
Ojo, no critico las prácticas sexuales en sí. Critico que esas prácticas estén fomentadas o, en todo caso, ampliamente influenciadas por películas pornos que hacen creer que a todas las mujeres les gusta, y que si a una mujer no le gusta no es normal.
Critico el hecho de que muchos hombres incitarán a sus compañeras a someterse a prácticas que ellas, por no querer parecer mojigatas, aceptarán, por más que no les guste.
Una cosa es practicar este tipo de sexo a consciencia de que es una elección y un verdadero placer, de una parte y otra, por más que yo esté convencida de que muchas de nuestras fantasías en realidad nos fueron inculcadas por la industria pornográfica de una manera u otra. Pero bueno, entre personas adultas, equilibradas, independientes, de carácter fuerte, en parejas en que no hay relación de poder ni de sometimiento, en las que tanto el hombre como la mujer tienen las herramientas como para formarse su propia opinión de la sexualidad y que tienen la fuerza de carácter suficiente como para decir "no" sin importar lo que el otro piense, entonces sólo en esta situación se puede pensar que pueden tener prácticas extremas o "raras" sin que sea por obligación.
Otra cosa es, justamente, hacerlo por obligación, para no parecer estrecha, porque uno o una vio videos pornos y cree que esto es la sexualidad que está en la norma y que es lo común, lo básico.
¿Cuántas mujeres aceptan prácticas que consideran desagradables sólo para contentar a su pareja y no parecer demasiado recatadas?
Segun un estudio, la mitad de los niños de 11 años ha visto una película porno. Con la falta de educación sexual que hay en las escuelas y en las propias casas, muchos niños solamente tienen de la sexualidad la imagen que sacan de las películas pornográficas. Creen que prácticas como la garganta profunda, la eyaculación facial, la sodomía, tragar el semen, son normales, corrientes y que a todas las mujeres les gusta, y que a las que no, es porque tienen un problema. Y crecen y se desarrollan en su sexualidad con esa idea.
¿Saben que para poder soportar el asalto de penes gigantescos en su ano, muchas actrices pornográficas se ponen anestesias antes de las filmaciones? Claro, después, ponen cara de que les gusta, porque para eso les pagan, para actuar (y qué fácil es fingir el placer y el orgasmo, ya lo demostró de manera brillante Meg Ryan...), cuando en realidad muchas escenas se convierten en verdaderas torturas. Y al ver eso, muchos hombres están convencidos de que a todas las mujeres les gusta la sodomía, y las que dicen que les duele o no les gusta o bien son unas exageradas (prueba está que en las pornos algunas soportan dos pitos al mismo tiempo...), o bien es porque no han dado con el hombre que supo hacerlas gozar.
"Conmigo no te va a doler", suelen decir, como si la sodomía "bien hecha" tuviera que gustar a todas las mujeres, como si fuera una cuestión de "habilidad" de parte del hombre y no de gusto propio de una (y claro, todos creen tener esa "habilidad" particular que hará que a la mujer le guste). No pueden entender que a una, simplemente, no-le-gus-te-la-so-do-mí-a, esté bien o mal hecha, por quien sea, como sea.
Esta creencia falsa de que una sodomía "bien hecha" es necesariamente placentera para todas las mujeres la atribuyo directamente a la pornografía actual y a las falsas ideas que transmite.
Sin hablar del hecho de que hoy en día, en muchas películas pornos, se ponen escenas de violaciones en la que la mujer se debate, dice que no y, finalmente, se da cuenta de que está bárbaro y termina gozando como loca.
¿Cómo un niño de 11 años puede entender que cuando una mujer dice "no", es "no", si en las películas pornos, que son su única fuente de educación sexual, una mujer violada finalmente dice que "sí" y le termina gustando, y si no tiene a ningún adulto para aclararle que esto es una fantasía pero que en la realidad no es así? ¿Cómo ese chico no pensará que, insistiendo un poco, forzándola un poco, una mujer que dice que "no" va a cambiar de opinión?
Y mismo entre los adultos, a fuerza de ver videos pornos de ese estilo, ¿cómo no terminar pensando que un "no" es, en realidad, un "sí" encubierto?
Entonces, una película porno no es, por lo general, "inocente". Transmite una idea de la sexualidad centrada en el todopoderoso pene, en la penetración (de hecho, se habla de "preliminares" como si un cunninlingus, por ejemplo, fuera sólo el preludio de algo más importante, cuando para la inmensa mayoría de las mujeres, la estimulación directa del clítoris es la única vía para alcanzar el orgasmo, éste es el punto central de la relación sexual y muchísimas no sienten absolutamente nada durante la sacro-santa penetración), en la idea de que a las mujeres les gusta todo tipo de prácticas, que cuanto más larga sea una relación sexual, mejor, etc.
Y en los varones también puede hacer estragos, claro, porque ven penes monumentales y creen que ese tamaño es la norma, creen que tienen que "durar" durante horas y horas (cuando a muchas mujeres después de un momento duele más que otra cosa), y crecen las frustraciones.
La pornografia machista, falocentrada, que impera en nuestra sociedad es, por lo tanto, y a mi entender, extremadamente dañina.
Primero porque no podemos saber nunca si, como espectadores, no estamos siendo cómplices de una violación, o en todo caso, de una situación de desesperación y de abuso. Y segundo porque propaga una idea falsa de la sexualidad, imponiendo como norma algunas prácticas que deberían ser elecciones reales sin influencias de ninguna índole, y no imposiciones.
Una cosa es practicar este tipo de sexo a consciencia de que es una elección y un verdadero placer, de una parte y otra, por más que yo esté convencida de que muchas de nuestras fantasías en realidad nos fueron inculcadas por la industria pornográfica de una manera u otra. Pero bueno, entre personas adultas, equilibradas, independientes, de carácter fuerte, en parejas en que no hay relación de poder ni de sometimiento, en las que tanto el hombre como la mujer tienen las herramientas como para formarse su propia opinión de la sexualidad y que tienen la fuerza de carácter suficiente como para decir "no" sin importar lo que el otro piense, entonces sólo en esta situación se puede pensar que pueden tener prácticas extremas o "raras" sin que sea por obligación.
Otra cosa es, justamente, hacerlo por obligación, para no parecer estrecha, porque uno o una vio videos pornos y cree que esto es la sexualidad que está en la norma y que es lo común, lo básico.
¿Cuántas mujeres aceptan prácticas que consideran desagradables sólo para contentar a su pareja y no parecer demasiado recatadas?
Segun un estudio, la mitad de los niños de 11 años ha visto una película porno. Con la falta de educación sexual que hay en las escuelas y en las propias casas, muchos niños solamente tienen de la sexualidad la imagen que sacan de las películas pornográficas. Creen que prácticas como la garganta profunda, la eyaculación facial, la sodomía, tragar el semen, son normales, corrientes y que a todas las mujeres les gusta, y que a las que no, es porque tienen un problema. Y crecen y se desarrollan en su sexualidad con esa idea.
¿Saben que para poder soportar el asalto de penes gigantescos en su ano, muchas actrices pornográficas se ponen anestesias antes de las filmaciones? Claro, después, ponen cara de que les gusta, porque para eso les pagan, para actuar (y qué fácil es fingir el placer y el orgasmo, ya lo demostró de manera brillante Meg Ryan...), cuando en realidad muchas escenas se convierten en verdaderas torturas. Y al ver eso, muchos hombres están convencidos de que a todas las mujeres les gusta la sodomía, y las que dicen que les duele o no les gusta o bien son unas exageradas (prueba está que en las pornos algunas soportan dos pitos al mismo tiempo...), o bien es porque no han dado con el hombre que supo hacerlas gozar.
"Conmigo no te va a doler", suelen decir, como si la sodomía "bien hecha" tuviera que gustar a todas las mujeres, como si fuera una cuestión de "habilidad" de parte del hombre y no de gusto propio de una (y claro, todos creen tener esa "habilidad" particular que hará que a la mujer le guste). No pueden entender que a una, simplemente, no-le-gus-te-la-so-do-mí-a, esté bien o mal hecha, por quien sea, como sea.
Esta creencia falsa de que una sodomía "bien hecha" es necesariamente placentera para todas las mujeres la atribuyo directamente a la pornografía actual y a las falsas ideas que transmite.
Sin hablar del hecho de que hoy en día, en muchas películas pornos, se ponen escenas de violaciones en la que la mujer se debate, dice que no y, finalmente, se da cuenta de que está bárbaro y termina gozando como loca.
¿Cómo un niño de 11 años puede entender que cuando una mujer dice "no", es "no", si en las películas pornos, que son su única fuente de educación sexual, una mujer violada finalmente dice que "sí" y le termina gustando, y si no tiene a ningún adulto para aclararle que esto es una fantasía pero que en la realidad no es así? ¿Cómo ese chico no pensará que, insistiendo un poco, forzándola un poco, una mujer que dice que "no" va a cambiar de opinión?
Y mismo entre los adultos, a fuerza de ver videos pornos de ese estilo, ¿cómo no terminar pensando que un "no" es, en realidad, un "sí" encubierto?
Entonces, una película porno no es, por lo general, "inocente". Transmite una idea de la sexualidad centrada en el todopoderoso pene, en la penetración (de hecho, se habla de "preliminares" como si un cunninlingus, por ejemplo, fuera sólo el preludio de algo más importante, cuando para la inmensa mayoría de las mujeres, la estimulación directa del clítoris es la única vía para alcanzar el orgasmo, éste es el punto central de la relación sexual y muchísimas no sienten absolutamente nada durante la sacro-santa penetración), en la idea de que a las mujeres les gusta todo tipo de prácticas, que cuanto más larga sea una relación sexual, mejor, etc.
Y en los varones también puede hacer estragos, claro, porque ven penes monumentales y creen que ese tamaño es la norma, creen que tienen que "durar" durante horas y horas (cuando a muchas mujeres después de un momento duele más que otra cosa), y crecen las frustraciones.
La pornografia machista, falocentrada, que impera en nuestra sociedad es, por lo tanto, y a mi entender, extremadamente dañina.
Primero porque no podemos saber nunca si, como espectadores, no estamos siendo cómplices de una violación, o en todo caso, de una situación de desesperación y de abuso. Y segundo porque propaga una idea falsa de la sexualidad, imponiendo como norma algunas prácticas que deberían ser elecciones reales sin influencias de ninguna índole, y no imposiciones.
Y es por esta razón, y no por mojigatería, que creo que hay que proteger a los niños de la pornografía.
Ahora, ¿existe una pornografía feminista, respetuosa de las mujeres, de su verdadera sexualidad, que tome en cuenta sus fantasías (y no sola y sistemáticamente la de los hombres)? Parece que sí.
Yo personalmente no la conozco, porque no he llevado mis investigaciones hasta ahí, pero sé de algunas mujeres, ex actrices pornos, que han abierto sus propias productoras de películas pornos, como Ovidie, feminista francesa que se metió en la industria pornográfica para poder reformarla desde adentro (fue actriz porno desde muy jovencita, luego directora, ahora sexóloga y no sé qué otras cosas más, y sólo tiene 28 años). En sus películas parece que las mujeres no son objetizadas, no responden únicamente a las fantasías masculinas, su propia sexualidad es tomada en cuenta, y tiene una política de trabajo que respeta los derechos laborales y humanos de las actrices y de los actores.
Entonces, vuelvo a la pregunta inicial: ¿soy una mojigata por criticar la pornografía y ofenderme cuando veo imágenes pornográficas?
No, porque no critico la pornografía en sí, no critico el hecho de que exista la pornografía, sino la pornografía actual dominante. Una pornografía respetuosa de las mujeres no solamente no me provocaría rechazo, sino que muy probablemente me gustaría.
Pero conociendo las realidades de la industria pornográfica, me ofende que me muestren escenas pornos como algo divertido o anecdótico. Cada vez que veo una escena pornográfica, más allá del hecho de que en el 99% de los casos muestra una fantasía típicamente masculina (por ejemplo, que una mujer, para masturbarse, se introduzca algún objeto en su vagina, cuando la inmensa mayoría de las mujeres solamente estimula su clítoris), no puedo dejar de preguntarme: ¿esta actriz estará ahí porque realmente quiere? ¿Qué habrá vivido en su infancia para aceptar humillarse asi? ¿Qué situación la llevó a esto? ¿Es de las muy pocas que lo eligieron y se divierten con esto, o de la enorme mayoría que lo hace porque no tiene otra y lo padece? ¿El director detrás de la cámara, ¿la habrá violado? ¿La habrá golpeado? ¿Habrá sido violento verbalmente? Y ese suspiro de gozo, ¿será real? ¿Forzado? ¿Le dolerá en realidad? ¿El director estará gritándole: "Dale, dale, gemí, que se note que te gusta"? ¿La actriz terminará la escena llorando del dolor?
Pero ¿cómo explicar todo lo que acabo de explicar en dos palabras? A mis amigos que, de repente, me mandan un enlace a un video porno en Internet porque les pareció graciosa tal o cual escena, ¿qué contestar? ¿Cómo expresar mi indignación en dos palabras sin que me digan: "Bueeeeno, qué exageraaaada, al final no te sabía tan mojigata"?
Bueno, creo que esta noche encontré la manera de hacerlo: por cada enlace o video porno que me manden, mi respuesta será un enlace a este texto.
Ojalá le sirva a muchas otras mujeres y muchos otros hombres tan indignad@s como yo.
.
Ahora, ¿existe una pornografía feminista, respetuosa de las mujeres, de su verdadera sexualidad, que tome en cuenta sus fantasías (y no sola y sistemáticamente la de los hombres)? Parece que sí.
Yo personalmente no la conozco, porque no he llevado mis investigaciones hasta ahí, pero sé de algunas mujeres, ex actrices pornos, que han abierto sus propias productoras de películas pornos, como Ovidie, feminista francesa que se metió en la industria pornográfica para poder reformarla desde adentro (fue actriz porno desde muy jovencita, luego directora, ahora sexóloga y no sé qué otras cosas más, y sólo tiene 28 años). En sus películas parece que las mujeres no son objetizadas, no responden únicamente a las fantasías masculinas, su propia sexualidad es tomada en cuenta, y tiene una política de trabajo que respeta los derechos laborales y humanos de las actrices y de los actores.
Entonces, vuelvo a la pregunta inicial: ¿soy una mojigata por criticar la pornografía y ofenderme cuando veo imágenes pornográficas?
No, porque no critico la pornografía en sí, no critico el hecho de que exista la pornografía, sino la pornografía actual dominante. Una pornografía respetuosa de las mujeres no solamente no me provocaría rechazo, sino que muy probablemente me gustaría.
Pero conociendo las realidades de la industria pornográfica, me ofende que me muestren escenas pornos como algo divertido o anecdótico. Cada vez que veo una escena pornográfica, más allá del hecho de que en el 99% de los casos muestra una fantasía típicamente masculina (por ejemplo, que una mujer, para masturbarse, se introduzca algún objeto en su vagina, cuando la inmensa mayoría de las mujeres solamente estimula su clítoris), no puedo dejar de preguntarme: ¿esta actriz estará ahí porque realmente quiere? ¿Qué habrá vivido en su infancia para aceptar humillarse asi? ¿Qué situación la llevó a esto? ¿Es de las muy pocas que lo eligieron y se divierten con esto, o de la enorme mayoría que lo hace porque no tiene otra y lo padece? ¿El director detrás de la cámara, ¿la habrá violado? ¿La habrá golpeado? ¿Habrá sido violento verbalmente? Y ese suspiro de gozo, ¿será real? ¿Forzado? ¿Le dolerá en realidad? ¿El director estará gritándole: "Dale, dale, gemí, que se note que te gusta"? ¿La actriz terminará la escena llorando del dolor?
Pero ¿cómo explicar todo lo que acabo de explicar en dos palabras? A mis amigos que, de repente, me mandan un enlace a un video porno en Internet porque les pareció graciosa tal o cual escena, ¿qué contestar? ¿Cómo expresar mi indignación en dos palabras sin que me digan: "Bueeeeno, qué exageraaaada, al final no te sabía tan mojigata"?
Bueno, creo que esta noche encontré la manera de hacerlo: por cada enlace o video porno que me manden, mi respuesta será un enlace a este texto.
Ojalá le sirva a muchas otras mujeres y muchos otros hombres tan indignad@s como yo.
.
Muy buena reflexión.
ResponderBorrarCreo que un argumento bueno para algun@s cabezas duras es demostrarles que en cierto punto el porno es la "teoría gráfica" del sexo en esta sociedad.
Y como toda otra teoría, puede y debe ser objeto de crítica, sin que ello sea identificado con una actitud fanática.
Más cuando esta teoría trata sobre un aspecto tan importante de nuestras vidas.
Tampoco se trata de prohibir el porno (en algunos países está prohibido y la situación de la mujer no es mejor por ello), pero sí de poder criticar sus contenidos, la forma en que es producido, el efecto que busca causar, el "target" al que va dirigido, etc.
Igual que se hace con cualquier otra mercancía cultural, como los noticieros.
Conocer y prestar atención a lo que se consume a través de los ojos y los oídos es tan necesario para nuestra salud como conocer y prestar atención a lo que se come.
Estoy completamente de acuerdo. Y es similar a lo que sucede con la prostitución de mujeres y travestis. Falta que alguien a favor de la pedofilia venga a decir que "a los niños también les gusta".
ResponderBorrarsaludos!
Gracias por el texto, es muy buena la reflexión y la comparto 100%. Es impresionante lo que contás de las actrices porno, sobre todo de aquella que "entró en el negocio" aún siendo virgen. Me da mucha pena de solo pensarlo... que manera de perder su virginidad!
ResponderBorrarEs también cierto que la pornografía crea una imagen deformada de nosotras y de nuestra sexualidad y es toda una tarea deshacer esa imagen.
Realmente, me pregunto de qué liberación femanina se habla cuando el símbolo es una mujer violada en la boca... todo un símbolo.
Un abrazo y gracias por el blog
Silvia
Una vez, hace ya algunos años, estaba en casa de unos amigos, cuando uno decidió mostrar un video "chistoso" de Internet... en el video aparecía una mujer
ResponderBorrarhaciendole una fellatio a un burro, hasta que este eyaculó en su boca... Mi primera impresión
fue de un asco tremendo, casi vomitivo; y lo que pensé después fue en la pobre mujer, obligada a hacer algo tan denigrante y asqueroso. Alrededor mío todo el mundo lloraba de la risa.
Lamentablemente hay muchos hombres que tienen una idea falsa de lo que nos gusta. Hay tipos que se la pasan insistiendo en que le "entregues el ort...", porque seguro te va a encantar, y muchas veces hasta se enfadan y tratan de justificar su postura con eso de "en la pareja el sexo debe renovarse, para no caer en la rutina", sin tener demasiado en cuenta lo que una quiere.
Respecto a los niños, yo creo que debería haber educación sexual en las escuelas, desde que estos empiezan a preguntar, o sea, desde los 6 o 7 años . Si hay libros
tan geniales como "¿De donde venimos?", también es posible hacer clases que sean didácticas, y que les dejen algo a los chicos. Pero eso deberían entenderlo primero los ultracatólicos y la iglesia (que, por cierto, deberían darse cuenta de que estamos en el siglo XXI, no en el XV). Pero como esto es bastante difícil que ocurra, al menos por el momento, son los padres los que deberían hacerse cargo de educar a sus hijos para que cuando crezcan tengan una sexualidad más libre, sin miedo y sin culpas; y no como la mayoría de nosotros, que creció sin que nadie le haya explicado nada en casa ni en la escuela (salvo las estúpidas películas de
Johnson a los 13 años en mi caso particular).
Y eso que no cuentas en el post sobre pornograf'ia l'esbica orientada principalmente a los hombres, en busca de satisfacerles sus fantas'ias, o bien,siempre incorporando arneses y objetos como para seguir insistiendo en que las relaciones l'esbicas no son del todo sexo por carecer de un pene.
ResponderBorrarAlgo peor sucede con la pornograf'ia para hombres homosexuales. Estas pornograf'ias estan mas bastardeadas que la pornografia heterosexual, de la cual al menos puedes encontrar una pequenia rama orientada a la pornografia no objetivizante y que busca satisfacera ambos miembros de la pareja, en la lesbica u homosexual masculina, esto es casi nulo...
saludos
Creo que no es mojigateria criticar la pornografia. Pornografía no es mostrar una relación sexual, no es estar "contra" el sexo. La pornografía no es sexo. El término pornografía procede del griego: πορνογραφíα (porne es "prostituta" y grafía, "descripción", es decir, "descripción de una prostituta"). Por tanto, en sentido estricto designa la descripción de las prostitutas y, por extensión, de las actividades propias de su trabajo.
ResponderBorrarSi se está en contra de la prostitución, lógicamente se está en contra de la pornografía, xq es la explotación de prostitutas filmadas, y se nos hace partícipes a todos de ésa explotación, incluso hay quien se excita con ello. El sexo es una actividad básica del ser humano y no debería ser mercantilizada, de ninguna manera. Sexo libre y sin dinero de por medio!
Me ha parecido una buena reflexión, porque comparto muchas cosas, aunque es una pena que siempre que se habla de este tema haya que excusarse diciendo que no eres puritana, o mojigata... parece que hay que pedir perdón por llamar a las cosas por su nombre, incluso hablar de un "porno diferente" que no existe, claro. Además en el porno no se filman fantasias, lo que se ve sucede en realidad, las epidemias de sida acaban con la vida de mucha gente. Nunca el porno és fantasia. el porno es REAL.
Estoy deacuerdo con la nota, solo que yo agregaría otras cosas que a mi parecer tal vez lastime las ideas de algunas personas, pienso en primera que no todo el sexo explícito cae dentro de la degradación, existen libros de sexualidad con fotos explícitas, la degradación la crea tanto el contexto en el que se muestra una imagen donde se cree que las relaciones sexuales mas que de convivencia y disfrute son de sometimiento y violencia y lo podemos corroborar con las grserías en méxico, que todas hablan de violacion, chinga tu madre, jodete, vete a la verga, chingadera, chingón, puta madre,cojer,"chigar y joder" significan violar, y cojer, tener relaciones sexuales, pero por lo general se usa en el sentido de se la cogio, o sea la tomó, la usó, mas como una forma de usar a alguien, generalmente una mujer, bueno ya en este contexto, vienen las mismas imágenes a las cuales se les exageran acciones, las tomas a cuerpo, los roles sexuales en hombre y mujer, la mujer generalmente trata de agradar al hombre y este demuestra su potencia sexual para penetrar o casi implicitamente violar, las tomas muestran generalmente solo al cuerpo de las mujeres manipulado por los hombres, no al revés, los cuerpos de las mujeres tiene que cumplir con ciertos estereotipos: belleza y juventud, el de los hombres no importa ni la belleza ni la juventud, solo su pene y el desempeño.
ResponderBorrarLa pornografía en imágenes explícitas de sexo no es el problema, sino como se muestran esas imágenes, que es lo que mas se muestra en ellas, como decía el comentario, todo va en función del falo, y falo no solo me refiero al pene, sino al privilegio masculino ensalsado en esta sociedad, lo explícito y exagerado no está tanto en las imágenes sino en los roles explícitos que existen en la sociedad y se muestran sin descaro en la pornografía.
El rol del erotismo sexual en las mujeres queda mascardado en las mujeres desde pequeñas por fijaciones, desde pequeñas la sociedad nos manda mensajes sexuales, en los cuales al saber nuestra identidad sexual casi desde los 2 o tres años, asumimos esos roles que por lo general son pasivos o masoquistas, en los hombres la fijación es activa o sadica, de ahí en adelante nuestras fantasías sexuales pueden ubicarse mas dentro de estas fijaciones, no necesariamente una mujer violada puede ser propensa a ser prostituta o porno, cualquiera puede serlo, depende de cuan fuerte sea esa fijación, de ante mano el porno es indignante para las mujeres porque su rol se generaliza en el, y la tradición nos da el mensaje de que es para hombres y es sobre fantasías de hombres, en las que sus fantasías por lo regular son transgresoras, si existiera otro tipo de porno, o un porno para mujeres, donde los roles cambiran, donde existieran fantasías femeninas, fantasías alternativas, estereotipos donde una mujer se sintiera cómoda al no necesitar imaginarse hermosa para acceder a un hombre hermoso (mensaje dado a los hombres en las fantasías porno y eróticas) la pornografía no sería indignante para las mujeres.
La cuestión laboral en la pornografía otro asunto, pero las condiciones laborales se mezclan, porque el sexo se ve como algo degradante, y por ende es el derecho y la puerta abierta para degradar en todo lo demás, bueno esa es mi humilde opiniónn
Wow muy buen texto! Me parece que también se lo voy a enviar a varios de mis conocidos así se dejan de joder con este temita.
ResponderBorrarSaludos.
Pues sí, una oleada de aplausos por el texto. No tenía ni idea de la mayoría de las cosas. Habrá que estar pendiente del porno responsable y justo.
ResponderBorrarBrillante
ResponderBorrarComo hombre no puedo estar más de acuerdo.
El porno es UNA MENTIRA
INDIGNA.
Un aplauso desde el otro lado del Atlántico.
Lejos, el mejor post tuyo que he leído. Me acordé también, de la canción de Calamaro que llama a una mujer "garganta profunda" como parte de su oda erótica. Suena horrible luego de leer esto.
ResponderBorrarSaludos, Romina
Me ha parecido genial tu texto...leer tus reflexiones supone un alivio; es una respuesta necesaria a la decadencia que inunda el mundo del porno. El mundo del porno parece mostrar lo más cutre de la gente y lo débil que puede llegar a ser emocionalmente; es un reflejo de lo mal que hacemos las cosas en este mundo y de lo mucho que tenemos que evolucionar. Y cómo mujer me gustaría tener acceso a un porno diferente...echar una sola ojeada al que hay ahora te corta las ganas de sexo de golpe. ¿Es necesario que más de la mitad del porno se base en humillar y maltratar a las mujeres? ¿a qué responde eso? ¿rebeldía? ¿muchos complejos? ¿falta de confianza? Es un tema bastante desastroso y sinceramente no sé si mejorará algún día. Mucho tendría que cambiar la sociedad, la educación y el mundo.
ResponderBorrarES SOLO PORNOGRAFIA
ResponderBorrarlas actrices lo hacen porque ganaN mucho dinero y ademas a algunas y les gusta el sexo o que las miren y otros se pongan con ellas.
Seguro que hay vejaciones en ese negocio, pero ellas saben a lo que se someten, el porno legal lo veo perfecto a mi no me gusta, pero estar en contra del porno y como otra gente de a prostitucion es estupido, porque estes o no estes deacuerdo la gente lo hara clandestinamente.
EL PORNO ES FICCIÓN, puede que lo unico malo del porno es que hay gente adicta a el, y que pueden pensar que sus novias no les hacen esas cosas, por lo demas, es una idiotez, yo a un niño de 11 no le dejo internet libre, y hay algo en internet para censurar paginas porno que no es tan dificil si no queremos que los hijos lo vean
a mi la pornografia ni me indigna ni nada, tampoco es para tanto este tema, si hay menos porno para mujeres es porque las mujeres ven menos porno, y ellos deben ganar dinero.
yo no veo que las maltraten a las mujeres en la mayoria de porno, las hacen guarrerias pero esque eso es porno, sexo sin mas. Los hombres tambien xupan y hacen de todo en el porno y a ellos tambien os dan por atras o chupan pitos.
ResponderBorraresta entrada es muy exagerada
"estar en contra del porno y como otra gente de a prostitucion es estupido"
ResponderBorrarGracias por lo de la estupidez, pero evidentemente no leíste mi entrada, en la que aclaro desde el principio que no estoy en contra de la pornografía en sí.
Por lo demás, te felicito que vos no dejes a tus hijxs ver pornografía, pero no te felicito por su ingenuidad: lxs hijxs no van a ver porno porque sus padres les dejen, lo verán en otros lugares. La realidad es que la mitad de los niños de 11 años han visto pornografía, podrás pensar que es una idiotez, pero es la realidad.
PD: ¿Has visto mucho porno últimamente? Me parece que no. Andá a ver la realidad de un rodaje, no de esas peliculitas en que simplemente follan, sino aquellas en que someten a las mujeres a dobles o triples penetraciones o en que les meten un brazo entero en el ano, y luego hablamos.
ResponderBorrarUn brazo entero???
ResponderBorrarPero de qué tamaño? Cómo es posible??
Quiero creer que no es verdad lo que le dijiste al anónimo que comentó antes.
No es broma, se llama "fist fucking", y es una práctica bastante más común de lo que se cree.
ResponderBorrarLa variante en el que se introduce todo el brazo se llama braquioprosis.
El fist-fucking nació sobre todo en la comunidad gay, por el placer que procura la estimulación manual de la próstata (los orgasmos obtenidos son, dicen, muy profundos).
El tema es que en las pornos, se hacen también mucho con mujeres, y dudo mucho de que a todas las actrices les guste (porque además, las mujeres no tenemos próstata alcanzable por el recto). La mayoría de las prácticas extremas son impuestas a los actores y las actrices porque es lo que vende, lo que los consumidores piden, entonces no tienen mucha posibilidad de elección: si se niega a hacerlo, pues le darán el trabajo a otra actriz que sí acepte hacerlo, le guste o no. La ley del mercado, bah...
http://es.wikipedia.org/wiki/Fisting
Puedo entender lo de la mano, pero lo del brazo entero... tendría que ser un brazo muy corto, o no entrar todo. En serio, no quiero imaginar lo que podría hacer un brazo ENTERO de tamaño normal adentro del ano.
ResponderBorrarNo entiendo cómo a una persona le puede gustar ver videos que tengan esas cosas. Qué asco.
Simplemente es de terco pensar que no afecta a las personas.
ResponderBorrarYo de chica soporte en el salón de clases toda clase de estupideces que mis compañeros decían sobre este tipo de filmaciones y nos trataban como carne de ganado a las chicas del salón haciéndonos preguntas subidas de tono y comentarios sobre nuestros cuerpos poco desarrollados (obviamente debido a nuestra corta edad entre 11 y 13) y recriminándonos lo "feas que éramos" y "lo poco buenas que estábamos".
no solo repercute en los hombres, si no también en nosotras que nos vemos ofendidas por ellos, que se creen tener la autoridad de recriminarnos todo, y nosotras sentirnos castigadas, lastimadas física y psicológicamente. (a edades tempranas como me ocurrió a mi, donde la inmadurez de estos chicos junto con la pornografía que consumieron, fue fatal, teniendo yo que soportar preguntas como ¿te gusta la p...? ¿te masturbas?... etc, etc.) cuando yo lo único que queria era hacer la tarea, estar con mis amigas y que me dejen en paz
Siendo sensible, y contrario, a toda forma de explotación, creo que aquí estás mezclando temas muy diversos. La pornografía no tiene nada que ver con la educación infantil. Si los niños ven porno es culpa de sus padres, o de la poca regulación social que hay al respecto.
ResponderBorrarLuego: que las chicas que hacen porno "no se lo pasan bien", pues es lógico. Nadie en un trabajo se lo pasa bien. Si trabajando la gente se lo pasara bien no cobraría (por la simple ley de oferta y demanda).
Abusos los hay en todos los trabajos, y el problema solo se arregla regulándolo legalmente. Si fuera cierto, y no lo dudo, que hay más abusos en la pornografía que en otros trabajos el origen seguro que está en la falta de regulación. Y si no se regula es porque frente a la pornografía, igual que frente a la prostitución hay mucho tabú e hipocresía.
A mi no me gusta la pornografía, y aunque cobrara por ello jamás me iría con una prostituta (a parte de que me parece antihigiénico y repugnante solo de pensarlo).
Pero dicho esto: me parece muy ingenuo de tu parte que pienses que por proclamar los abusos del mundo de la pornografía, vayas a conseguir que la gente deje de verla. Un 80% de las búsquedas de internet se refieren a pornografía, y la prostitución es el negocio que mueve más dinero en el mundo después del tráfico de armas. Mientras haya hombres (por carecer de pareja o por el motivo que sea) que sientan el instinto de ver porno o de irse con una prostituta, pues habrá porno y prostitución. La prostitución ha existido a lo largo de toda la historia, y solo se evitarán abusos el día en que se regule. Si se eliminara la prostitución (posibilidad muy dudosa), entonces no te quepa duda de que la pornografía ya sí que se haría todavía más inevitable.
Repito (con todo respeto): mezclas muchos temas y tanta mezcla quita claridad a las distintas problemáticas que tratas.
Un saludo, y me uno a tu deseo de evitar la explotación de unas personas por otras.
Creemelo que me he parado a aplaudir tu reflexión literalmente, y eso que también considero que aún faltan algunos puntos por tocar, ya dichos en algunos comentarios. Me encantaría que siguieras enriqueciendo éste texto. Trabajo en una página en FB que lucha contra el sexismo, he compartido éste post y he invitado a los lectores de la página a compartirlo también. Creo que es la cruda realidad. Tampoco estoy en sí, en contra de la pornografía, comparto tu postura. Pero es increíble que ésta industria esté tan altamente dominada por el machismo. Eso tiene que acabar!
ResponderBorrarSaludos! Me suscribo :)
Ya! Todo muy bonito pero, no se puede negar que a la gran MAYORÍA de mujeres nadie las obliga. Que después se cometan abusos, que les hagan firmar contratos eternos, etc, éso es otra cosa. Pero de que ellas van por su cuenta van por su cuenta. No les apuntan con una pistola para que debuten. Mejor dicho, ellas se lo buscan. Agradézcanle al libertinaje difundido en Europa y países como USA ( y por su puesto a don dinero ). Las mujeres se creen todo poderosas, libertinas, que pueden hacer lo que les de la gana, no tienen miedo a nada, se quiren divertir como sea... Ahí está pues, ahí está. A mí de verdad no me da pena. Y no porque sea machista sino porque cada uno cosecha lo que siembra. Tengo madre es cierto, tengo hermana, novia, es cierto, pero ellas decidieron ganarse la vida dignamente, mujeres como esas si puedo respetar. Tampoco es que le voy a faltar el respeto a las otras pero, me da igual lo que les pase en esa industria (su pequeño paraíso o infierno).
ResponderBorrar¡Alto articulo! Sos una genia. Soy hombre y me hiciste replantearme bastante mi pensamiento hacia la pornografía. Y al parecer sí existe una pornografia feminista, se llama posporno.
ResponderBorrarTodo muy interesante, se lo recomendare a colegas y amigos
¡Abrazo!
"Creen que prácticas como la garganta profunda, la eyaculación facial, la sodomía, tragar el semen, son normales, corrientes y que a todas las mujeres les gusta, y que a las que no, es porque tienen un problema".
ResponderBorrarYa va siendo hora que salgas de la caverna e interactúes con varones y mujeres y descubras el sexo moderno. O es que ahora se te salió lo recatada?