Los varones son activos y las mujeres pasivas, dice la creencia popular.
Los psicólogos evolucionistas tienen varias explicaciones para ello.
Una de ellas es que en la reproducción, el elemento femenino, el óvulo, espera pásivamente a que el elemento masculino, el espermatozoide, haga esfuerzos terribles para ganar una carrera sin piedad en la que millones quedarán en el camino, navegando en el cuerpo femenino con toda la fuerza de su cola, hasta finalmente penetrar el óvulo tras un largo camino lleno de dificultades, y ser el vencedor entre muchos otros.
Algo así como el maratón de Nueva York, pero sobre los 15 a 18 cm de la vagina y las trompas.
Y esto, señoras y señores, es ciencia, y la ciencia, es bien sabido, es neutra.
Sólo que... no. La ciencia no es neutra. La ciencia no es sino la interpretación del mundo por personas humanas, y por lo tanto situadas cultural, social, políticamente. Las investigaciones no sólo dependen del dinero que se acepte invertir en ellas, y por lo tanto se hacen selecciones de temas, de enfoques, que orientan esas investigaciones, sino también, luego, de la biografía misma de lxs investigadores, sus creencias, las normas culturales que han interiorizado, el interés que pueden tener en tal o cual trabajo, etc.
Por ejemplo, siempre se ha estudiado mucho el papel de las hormonas en las mujeres, llegando a conclusiones como que tienen mucha influencia en su estado de ánimo, su carácter, su líbido. Afirmaciones como: las mujeres son más irracionales que los varones porque están influenciadas por sus hormonas y, por lo tanto, son impredecibles y no se les puede confiar puestos de responsabilidad.
Ahora, cuando algunxs científicos se empezaron a interesar por la influencia de las hormonas en los varones, hicieron hallazgos sorprendentes: ellos también tienen ciclos, anuales, mensuales y hasta diarios, como explican aquí. Extrañamente, salvo algunos artículos en la prensa, no se difundió demasiado la información, y el estereotipo de la mujer impredecible, irracional, y del varón racional y confiable permanece intacto.
Sobre el papel del óvulo y de los espermatozoide pasa lo mismo: el estereotipo del óvulo pasivo y del espermatozoide activo sigue esgrimido por quienes quieren justificar las supuestas personalidades distintas de varones y mujeres, aún cuando se sabe desde hace casi 30 años que las cosas no son tan así.
Ya sobre la cantidad de óvulos y de espermatozoides, las descripciones supuestamente científicas son sesgadas, y hablan de "desperdico" en el caso de las mujeres.
Al nacer, en efecto, los bebés de sexo femenino ya tienen todos sus óvulos en sus ovarios, unos dos millones. No producirán ninguno nuevo a lo largo de su vida, y los que estén irán degenerando a lo largo de su vida. Al llegar a la pubertad, quedarán sólo unos 300.000. Y de esos, sólo uno por mes será liberado como para poder ser fecundado, con lo cual, a lo largo de su vida reproductiva, una mujer sólo usará 400 o 500 de los dos millones presentes al nacer.
Los textos de biología suelen sacar conclusiones sobre ese "desperdicio" y subrayan que, a diferencia de los varones que se pasan sesenta años de su vida "produciendo" esperma, las mujeres simplemente esperan a que sus huevos "degeneren".
Ahora, pregunta la antropóloga Emily Martin, "el verdadero misterio reside en por qué la amplia producción de esperma del hombre no está vista como un "desperdicio". Dado que un hombre "produce" 100 milliones de espermatozoides por día (una estimación conservadora) durante una vida reproductiva promedia de 60 años, produce mucho más que tres trillones de espermatozoides en toda su vida. Dado que una mujer "hace madurar" un huevo por mes lunar, o 13 por año, durante el transcurso de sus 40 años de vida reproductiva, haría madurar un total de 500 huevos en su vida. Pero la palabra "desperdicio" implica un exceso, producción en demasía. Si una mujer tiene dos o tres hijxs, por cada bebé que una mujer produce, desperdicia alrededor de 200 huevos. Por cada bebé que un varón produce, desperdicia más de un trillón (10 potencia 12) de espermatozoides."
Como vemos, la palabra "desperdicio" asociada únicamente a las mujeres no es un dato científico, sino una interpretación sesgada de los datos científicos. Una cosa es el dato bruto (una x cantidad de óvulos no se usan, una x cantidad de espermatozoides no se usan) y otra, la interpretación que se hace sobre esos datos (es un "desperdicio", las mujeres desechan, los varones producen; las mujeres desperdician, los varones crean; las mujeres son pasivas, los varones son activos...)
Otro dato supuestamente científico es que el óvulo espera "pásivamente" cual Bella Durmiente a que un espermatozoide azul lo venga a despertar y, con un beso mágico, a fecundar.
Este, nos dicen, se mueve gracias a la formidable fuerza de su cola, que le permite remontar hasta el óvulo por las trompas de Falopio. Y ahí, siempre gracias a su muy viril potencia, "penetra", "conquista", "vence" (poner ahí cualquier otro verbo guerrero) al óvulo inactivo. Prácticamente todos los textos de biología presentan así la fecundación.
¿Cuál es la realidad?
La realidad es que el ovocito es muchísimo más activo de lo que se suponía (y de lo que la gente sigue pensando, a pesar de las evidencias).
Contrariamente a lo que se cree, la potencia de la cola del espermatozoide es insuficiente como para hacerlo avanzar tanta distancia y, sobre todo, como para hacerlo penetrar el óvulo. El espermatozoide no es el potente "penetrador" que imaginábamos. Los movimientos de su cola, que son laterales, no pueden llevarlo a romper la barrera del óvulo. No es ningún príncipe azul conquistador.
En realidad, es el óvulo el que "atrapa" al espermatozoide: en efecto, el óvulo emite unos filamentos (vellosidades) que se enroscan alrededor de la cabeza del espermatozoide, atrapándolo y "chupándolo" literalmente. El espermatozoide no tiene otra que entrar en el óvulo, "tragado" por el ovocito.
Con lo cual, la fecundación no sería tanto la acción de un espermatozoide frente a la inacción del óvulo, sino la estrecha colaboración de ambos.
Estos descubrimientos datan de la década de los ochenta, o sea, tienen unos 25 años. ¿Se han modificado desde entonces los estereotipos sobre el óvulo/mujer pasiva y el espermatozoide/varón activo? Pues no. Nada. Ni un poquito. En el mejor de los casos, algunxs científicxs cambiaron el estereotipo de la Bella Durmiente pasiva por el de la bruja que teje su telaraña para atraer a los hombres y devorarlos.
Sea como sea, interpretaciones sexistas que oponen, dividen, presentan a unos y otras como enemigxs, contrincantes, rivales, en lugar de mostrar la realidad: organismos que colaboran para crear conjuntamente una nueva vida.
Para más información:
Los psicólogos evolucionistas tienen varias explicaciones para ello.
Una de ellas es que en la reproducción, el elemento femenino, el óvulo, espera pásivamente a que el elemento masculino, el espermatozoide, haga esfuerzos terribles para ganar una carrera sin piedad en la que millones quedarán en el camino, navegando en el cuerpo femenino con toda la fuerza de su cola, hasta finalmente penetrar el óvulo tras un largo camino lleno de dificultades, y ser el vencedor entre muchos otros.
Algo así como el maratón de Nueva York, pero sobre los 15 a 18 cm de la vagina y las trompas.
Y esto, señoras y señores, es ciencia, y la ciencia, es bien sabido, es neutra.
Sólo que... no. La ciencia no es neutra. La ciencia no es sino la interpretación del mundo por personas humanas, y por lo tanto situadas cultural, social, políticamente. Las investigaciones no sólo dependen del dinero que se acepte invertir en ellas, y por lo tanto se hacen selecciones de temas, de enfoques, que orientan esas investigaciones, sino también, luego, de la biografía misma de lxs investigadores, sus creencias, las normas culturales que han interiorizado, el interés que pueden tener en tal o cual trabajo, etc.
Por ejemplo, siempre se ha estudiado mucho el papel de las hormonas en las mujeres, llegando a conclusiones como que tienen mucha influencia en su estado de ánimo, su carácter, su líbido. Afirmaciones como: las mujeres son más irracionales que los varones porque están influenciadas por sus hormonas y, por lo tanto, son impredecibles y no se les puede confiar puestos de responsabilidad.
Ahora, cuando algunxs científicos se empezaron a interesar por la influencia de las hormonas en los varones, hicieron hallazgos sorprendentes: ellos también tienen ciclos, anuales, mensuales y hasta diarios, como explican aquí. Extrañamente, salvo algunos artículos en la prensa, no se difundió demasiado la información, y el estereotipo de la mujer impredecible, irracional, y del varón racional y confiable permanece intacto.
Sobre el papel del óvulo y de los espermatozoide pasa lo mismo: el estereotipo del óvulo pasivo y del espermatozoide activo sigue esgrimido por quienes quieren justificar las supuestas personalidades distintas de varones y mujeres, aún cuando se sabe desde hace casi 30 años que las cosas no son tan así.
Ya sobre la cantidad de óvulos y de espermatozoides, las descripciones supuestamente científicas son sesgadas, y hablan de "desperdico" en el caso de las mujeres.
Al nacer, en efecto, los bebés de sexo femenino ya tienen todos sus óvulos en sus ovarios, unos dos millones. No producirán ninguno nuevo a lo largo de su vida, y los que estén irán degenerando a lo largo de su vida. Al llegar a la pubertad, quedarán sólo unos 300.000. Y de esos, sólo uno por mes será liberado como para poder ser fecundado, con lo cual, a lo largo de su vida reproductiva, una mujer sólo usará 400 o 500 de los dos millones presentes al nacer.
Los textos de biología suelen sacar conclusiones sobre ese "desperdicio" y subrayan que, a diferencia de los varones que se pasan sesenta años de su vida "produciendo" esperma, las mujeres simplemente esperan a que sus huevos "degeneren".
Ahora, pregunta la antropóloga Emily Martin, "el verdadero misterio reside en por qué la amplia producción de esperma del hombre no está vista como un "desperdicio". Dado que un hombre "produce" 100 milliones de espermatozoides por día (una estimación conservadora) durante una vida reproductiva promedia de 60 años, produce mucho más que tres trillones de espermatozoides en toda su vida. Dado que una mujer "hace madurar" un huevo por mes lunar, o 13 por año, durante el transcurso de sus 40 años de vida reproductiva, haría madurar un total de 500 huevos en su vida. Pero la palabra "desperdicio" implica un exceso, producción en demasía. Si una mujer tiene dos o tres hijxs, por cada bebé que una mujer produce, desperdicia alrededor de 200 huevos. Por cada bebé que un varón produce, desperdicia más de un trillón (10 potencia 12) de espermatozoides."
Como vemos, la palabra "desperdicio" asociada únicamente a las mujeres no es un dato científico, sino una interpretación sesgada de los datos científicos. Una cosa es el dato bruto (una x cantidad de óvulos no se usan, una x cantidad de espermatozoides no se usan) y otra, la interpretación que se hace sobre esos datos (es un "desperdicio", las mujeres desechan, los varones producen; las mujeres desperdician, los varones crean; las mujeres son pasivas, los varones son activos...)
Otro dato supuestamente científico es que el óvulo espera "pásivamente" cual Bella Durmiente a que un espermatozoide azul lo venga a despertar y, con un beso mágico, a fecundar.
Este, nos dicen, se mueve gracias a la formidable fuerza de su cola, que le permite remontar hasta el óvulo por las trompas de Falopio. Y ahí, siempre gracias a su muy viril potencia, "penetra", "conquista", "vence" (poner ahí cualquier otro verbo guerrero) al óvulo inactivo. Prácticamente todos los textos de biología presentan así la fecundación.
¿Cuál es la realidad?
La realidad es que el ovocito es muchísimo más activo de lo que se suponía (y de lo que la gente sigue pensando, a pesar de las evidencias).
Contrariamente a lo que se cree, la potencia de la cola del espermatozoide es insuficiente como para hacerlo avanzar tanta distancia y, sobre todo, como para hacerlo penetrar el óvulo. El espermatozoide no es el potente "penetrador" que imaginábamos. Los movimientos de su cola, que son laterales, no pueden llevarlo a romper la barrera del óvulo. No es ningún príncipe azul conquistador.
En realidad, es el óvulo el que "atrapa" al espermatozoide: en efecto, el óvulo emite unos filamentos (vellosidades) que se enroscan alrededor de la cabeza del espermatozoide, atrapándolo y "chupándolo" literalmente. El espermatozoide no tiene otra que entrar en el óvulo, "tragado" por el ovocito.
Con lo cual, la fecundación no sería tanto la acción de un espermatozoide frente a la inacción del óvulo, sino la estrecha colaboración de ambos.
Estos descubrimientos datan de la década de los ochenta, o sea, tienen unos 25 años. ¿Se han modificado desde entonces los estereotipos sobre el óvulo/mujer pasiva y el espermatozoide/varón activo? Pues no. Nada. Ni un poquito. En el mejor de los casos, algunxs científicxs cambiaron el estereotipo de la Bella Durmiente pasiva por el de la bruja que teje su telaraña para atraer a los hombres y devorarlos.
Sea como sea, interpretaciones sexistas que oponen, dividen, presentan a unos y otras como enemigxs, contrincantes, rivales, en lugar de mostrar la realidad: organismos que colaboran para crear conjuntamente una nueva vida.
Para más información:
- Jay M. Baltz, David F. Katz, and Richard A. Cone, "The Mechanics of the Sperm-Egg Interaction at the Zona Pellucida," Biophysical Journal 54, no. 4 (October 1988): 643-54.
- Paul M. Wassarman, "The Biology and Chemistry of Fertilization," Science 235, no. 4788 (January 30, 1987): 553-60, esp. 554.
A lo que indicas, podría añadirse que el el esperma incluye una sustancia que reacciona ante otra sustancia que emite el óvulo, lo cual hace que los espermatozoides se sientan atraídos y puedan hallar el gameto femenino.
ResponderBorrarPor otro lado, no sé si me equivoco, pero tengo entendido que el óvulo no atrapa con los cilios al espermatozoide entero, sino que solo entra la cabeza del mismo, que es donde se encuentra el ADN, y el flagelo (la cola) se pierde.
En cuanto a los ciclos masculinos, lo vi en un artículo de la revista QUO y si escribes en google "ciclos masculinos", hallarás más artículos, aunque no periodísticos, que el de la Vanguardia.
No me gusta el título que le dan, lo de "las reglas del varón" debería implicar una expulsión de espermatozoides, del mismo modo que en la menstruación se produce la expulsión del óvulo. Más bien la regla de un varón podría ser una polución nocturna, donde, en lugar de uno, se expulsan muchos espermatozoides, así que sí, sí se podría decir en ese sentido que los varones "derrochamos" más que las mujeres.
Y la verdad, no entiendo por qué no se habla más de las poluciones nocturnas, porque, vamos, a mí cuando me pasó la primera vez me hice caquita del miedo que me dio. No sabía que los chicos también podemos "manchar" las sábanas... y yo pensé que tenía algún problema de escape hasta que un amigo me dijo que era normal lo de tener las noches húmedas, jaja.
Y existe una palabra que luego le preguntaré a Kuxille porque nunca me acuerdo de ella (mil veces se la he preguntado y mil veces la he olvidado) que designa la unión entre el óvulo y el espermatozoide, mostrando a ambas partes como activas. No indica fecundación o anidación, como si el gameto masculino lo hiciese todo; sino que es un término neutro que habla de unión en conjunto.
Saludos.
Cariogamia
ResponderBorrarXD.
PD.Te has quedado corta .El óvulo también emite sustancias que atraen al espermatozoide (creando un campo vectorial),Cuando tenga más tiempo , espero mandarte información , quiero hablar con propiedad.
tanto espermatozoide como óvulo tienen proteínas de superficie que causan la atracción. por otro lado, el óvulo debe permitir la fusión con el espermatozoide, y de ahí en más todo queda en manos del óvulo y su portadora. flor de pavada. porque se ve que, independientemente de la ciencia, la sociedad todavía no se dio cuenta de lo complicado que es para un cuerpo permitir el crecimiento de otro, sin en el medio ser invadido por otros patógenos.
ResponderBorrary digo yo, por otro lado, ¿cómo se explica que el pasivo óvulo recorra todo el camino hasta el útero, cuando el hiperactivo y pujante espermatozoide generalmente recorre mucho menos?
la verdad es que la ciencia originalmente también tenía esa visión de célula con flagelos (así se llama la cola) = móvil, célula sin flagelos = inmóvil... y por otro lado, sacarse la idea de que una célula, incluso si fuese inmóvil, es una cosa pasiva y sosa como un bolsa con gelatina adentro. pero creeme que por suerte se está cuestionando mucho más esa visión.
la verdad es que hay gente que usa cualquier explicación para justificar sus creencias. toda la vida escuché que las mujeres eran "histéricas" y puedo asegurar que conocí más mujeres que sabían lo que querían y tenían sus ovarios bien puestos, que hombres (cambiando ovarios por testículos).
no entiendo cómo reconcilian la idea de pasividad con las "oscilaciones" de ánimo que atribuyen al ciclo menstrual (mas allá de ritmos biológicos que todos tenemos, me pregunto por qué será que las mujeres a veces tal vez nos hartamos de las injusticias, para obtener la respuesta de "... te vino hoy?").
la verdad es que en el 99% de los casos (y acá incluyo mujeres que nos reconocemos feministas pero aún así seguimos muchas de las convenciones sociales, hay que reconocerlo) las mujeres hacemos mil cosas a la vez, he conocido mujeres con 2 trabajos que llegaban a las 10 de la noche a cocinarle al marido, que también trabajaba pero volvía a las 16 hs... y después de comer ella lavaba los platos y ordenaba la casa mientras él miraba fútbol.
por suerte, luego de años de eso, mandó todo a cagar.
pero digo yo... ¿cómo esperan que alguien se banque todo eso tan tranquilo? y luego lo arreglan todo con histeria y listo.
tal vez mi útero me está diciendo que te mande al carajo.
por cierto escuchaste el aviso de ibuevanol del "será porque te vino"? ....................
No, no lo escuché. No escucho radio ni tengo tele, precisamente para librarme de las publicidades. Todos los enlaces que me puedan dar, ¡bienvenidos! :-)
ResponderBorrarhttps://www.youtube.com/watch?v=whyRp-JSqWE
ResponderBorrar(por lo menos, al final no era "porque le vino" sino PORQUE TODO EL MUNDO LE HINCHABA LAS BOLAS...) en fin...
en lugar de preguntarte por qué tu vida te destruye, mejor tomate un ibuevanol.
no hay que hacer eso, posta. mi abuela casi se muere de una peritonitis por doparse para no sentir dolor. u_u
basta,estos no son de la tele pero por dios!! la bronca que generan es indescriptible.
ResponderBorrarhttp://www.clarin.com/policiales/deje-llevar-quedar-maricon_0_1143485783.html
https://www.facebook.com/7Diciembre2012/photos/a.339211599507871.76871.335926266503071/615647531864275/?type=1 -->esta foto la vi publicada muchas veces en la marcha de las putas,te paso el lnk de una de las publicaciones pero parece q está por todos lados
bueno, al menos esa última publicidad la bajaron
ResponderBorrarhttp://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-246966-2014-05-24.html
digo yo... eso lo escribió alguien que sabía de qué se trataba la obra? o tal vez lo sepan pero ni les importe qué poner con tal de provocar...
La idea de que el espermatozoide compite contra todos los otros por alcanzar el ovulo también se cree que es falsa. En un estudio se demostraba que los espermatozoides nadaban juntos como si fueran un pelotón de ciclismo, todos juntos para vencer la resistencia.
ResponderBorrarLos leones tienen muchas hembras, y las leonas tienen muchos machos. Los perros se aparean con muchas perras, y las perras se aparean con muchos perros.
ResponderBorrarEs depende de donde se lo mire. Claro que si siempre se esta mirando desde la perspectiva del macho siempre funcionara asi...
A continuación copio y pego un comentario esencialista que encontré en un blog, en donde una persona recurre al (falso) argumento del óvulo pasivo, nada más para llevar la contraria a un artículo sobre la cultura de la violación:
ResponderBorrar"juzgar… es complicado… y echar la culpa, es lo más fácil.
Pero si analizamos el origen de la vida (en lo sexual), el espermatozoide “penetra” sin el consentimiento del ovulo para generar vida… creo que eso se parece mucho a una violación… y de ahí venimos.
Pero, mejor, que lance la primera piedra el/la que nunca forzó nada.
y ojo!
no apruebo ni desapruebo… simplemente observo."
Aunque no tenga directamente que ver con el tema: ¿De dónde salió la afirmación de que todos los hombres son cazadores? Esa que se usa hasta para explicar por qué la amistad entre el hombre y la mujer no existe (el argumento es que no se puede porque un tipo está diseñado para "cazar" incluso minas, y la mina programada para agarrar de hijo hasta al hombre).
ResponderBorrarEl ser humano es un simple primate, ya pudre la comparación con auténticos depredadores y que encima lo usen para justificar todo
Muchas veces leí a varones refiriéndose a cuando todavía no existían como "yo era sólo un espermatozoide"
ResponderBorrarCuando gane Vox, las feminazis como tú y los manginas como Enrique entraréis en prisión si no acabáis en cunetas antes. Fuera feminazis. ¡Arriba España!
ResponderBorrarEste blog es latinoamericano y aquí la situación es distinta. No opinen si no saben.
ResponderBorrarAh, cierto que cuando comprueban el machismo de América Latina lo explican todo por el hecho de ser países "sudacas".
ResponderBorrar