Hoy en día en Argentina, los varones que tienen hijxs tienen derecho a dos (2) días de licencia por paternidad.
O sea: nace su bebé, y ni siquiera pueden esperar a que la mamá regrese a su casa luego del parto, que ya tienen que volver al trabajo.
Esto representa una doble discriminación: para los varones. Y para las mujeres.
¿Por qué?
Para los varones, es bastante obvio: se les niega el derecho a disfrutar de su nueva paternidad, a crear lazos con su bebé recién nacido (tiempo que la mamá sí tendrá), seguramente con la excusa de que ellos no pueden amamantar (lo cual, por cierto, es falso y además, si fuera por eso, entonces habría que acortar la licencia a las mujeres que no amamantan), a estar presente para la mamá, que luego de un parto, y más si es por cesárea, está agotadísima. El bebé se encariñará con la persona que más presente esté, es decir, la mamá. ¿Cuántos padres se quejan de que al regresar del trabajo, su bebé ni siquiera los reconoce y pide a gritos ser devueltos a los brazos de su mamá?
Además, es importante que lxs niñxs vean que su papá se dedica a su bebé de igual manera que su mamá. Esto es fundamental para dar el ejemplo de una pareja igualitaria y dedicada en la misma medida.
Ahora, ¿por qué digo que para las mujeres también es una discriminación?
Es muy simple. Imagínense ser empresarix. Imagínense tener que contratar a una persona, y tener que elegir entre un varón y una mujer, con iguales cualificaciones, igual experiencia, igual talento para ese trabajo. Sin dudas, cualquiera contrataría al varón. Porque la mujer, si está en edad de procrear, es fuente probable de problemas para la empresa: si queda embarazada, tiene derecho a 90 días de licencia. Un tiempo en que habrá que buscarle una persona para reemplazarla, en fin, un quilombo.
El varón, si tiene hijxs, y esto puede ocurrir más o menos en cualquier momento de su vida, porque su vida fértil es más larga, no representará ningún tipo de problemas: dos días de licencia, y a otra cosa mariposa.
Esto es una de las principales causas de discriminación laboral entre varones y mujeres.
Si los hombres, en caso de paternidad, tuvieran 30 días de licencia obligatorios, también empezaría a representar un problema para la empresa el hecho de que tengan hijxs. Y precisamente como su vida fértil es más larga, ya no habría tanta discriminación a la hora de contratar a una mujer. Treinta días empieza a ser un tiempo suficientemente molesto para la empresa.
¿Por qué digo que obligatorios? Porque es muy fácil que el o la jefa presione para que no se tome esos treinta días y regrese rápidamente a la empresa, donde seguramente habrá otras personas dispuestas a hacer el trabajo que él se negaría a hacer si se tomara toda la licencia. Y muchos, para hacer letra, o para no perjudicar la empresa, se negarán a tomarse esos 30 días. Por eso ese tiempo debería ser obligatorio.
Igualmente, para mí sólo sería un principio. Considero que la licencia por paternidad y maternidad debería ser absolutamente la misma. Está bien, el varón no tiene que reponerse del parto. ¿Pero por qué no pensar en darle una licencia después de la licencia de la madre, para que ella pueda retomar su trabajo sin tener que pensar en una guardería, y para que él pueda crear esos lazos tan importantes con su bebé?
Por todo eso es que, por ahora, estoy completamente en contra de aumentar los permisos maternales. Mientras no se haya alcanzado la igualdad, aumentar los permisos para las madres sólo reforzará la discriminación laboral entre varones y mujeres. Una vez alcanzada la igualdad, entonces sí se podrá pensar en alargarlos, tanto para las madres como para los padres. Porque se puede dar perfectamente que sea el padre el que decida dejar de trabajar un tiempo para ocuparse de sus hijxs, y no la madre.
Sé que existe una tendencia del feminismo que opina que es una prioridad dar no sé cuántos años de licencia a las madres, y no a los padres. Yo no comparto esa postura. La compartiré a partir del momento en que se haya alcanzado la igualdad de permisos.
Como dicen en la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción, una asociación basada en España:
"El permiso de maternidad no es un descanso; es un periodo para cuidar al bebé. Las madres tienen derecho a disfrutarlo, pero también los hombres deben tener ese mismo derecho. Que los hombres se dediquen en la misma medida es fundamental para establecer la igualdad de roles en la pareja desde el primer momento de la llegada del bebé. Es importantísimo que los niños vean que los papás cuidan igual que las mamás.
Las mujeres dan a luz y tienen que recuperarse del parto, pero el hecho es que, entre unas cosas y otras, se dedican 16 semanas. Nada impide que los hombres se dediquen durante otras 16 semanas. El solo hecho de que desaparecieran del empleo durante el mismo tiempo ya sería importante, pero es que además, según demuestra la experiencia, la mayoría de los hombres cuidan a sus bebés durante los permisos. Una minoría no lo hace, pero eso no es ningún argumento para quitarle el derecho a los que lo utilizan debidamente.
Muchas otras reformas son necesarias para conseguir un modelo de sociedad en el que mujeres y hombres sean personas sustentadoras/cuidadoras en igualdad, pero otorgar a los hombres la igualdad de derechos para el cuidado es crucial. Mientras los permisos sigan siendo desiguales y/o conjuntos para madres y padres, mujeres y hombres continuarán siendo presionados por las empresas, por el entorno familiar y por el medio social para mantener la tradicional división de roles de género."