Una de las mayores hipocresía de nuestros tiempos son las leyes que impiden que las parejas homosexuales tengan los mismos derechos que las parejas heterosexuales. Y entre otros derechos, el de la adopción.
En Argentina, una persona soltera puede adoptar. Pero su pareja homosexual no será reconocida como padre o madre de la criatura.
Lo mismo sucede en Francia, por ejemplo. Hace unos años sin embargo, la justicia impidió que una mujer soltera adoptara, y la justificación era claramente su orientación sexual. En un fallo histórico, la Corte Europea de Derechos Humanos condenó a Francia a indemnizar a esa mujer ya que consideró que se había cometido un acto de discriminación. Pero claro, la adopción por parte de una pareja homosexual sigue imposible.
En Uruguay, se debate en estos días un proyecto de ley para permitir que todas las parejas (hetero u homosexuales) que hayan convivido cuatro años (o sea que ya no tienen que estar casadas) puedan adoptar. Por supuesto, se armó un verdadero revuelo, y la Santa Iglesia está escandalizadísima. Imagínense, que los putos puedan adoptar, a dónde va el mundo.
Como siempre, la Santa Iglesia ignora la realidad: l@s homosexuales ya tienen hijos. No serán legalmente hijos de la pareja en sí, pero que los crían, los crían. Y según todos los estudios que se han hecho, oh sorpresa, est@s niñ@s no son ni más desdichad@s, ni más tarad@s, ni salen más putos que l@s hij@s de parejas heterosexuales.
¿Por qué hablar de este tema en este blog? Porque la homofobia y la discriminación por la orientación sexual es un claro ejemplo de sexismo: se atribuye a un sexo una orientación sexual predeterminada, y tod@ aquel que se desvíe es considerad@ enferm@ y se le niegan derechos humanos.
En Argentina, La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans está haciendo circular una Declaración Nacional sobre Diversidad Sexual y Derechos en la que se exige al Congreso que "sancione una ley que garantice los derechos de las familias formadas por parejas del mismo sexo en igualdad absoluta de condiciones con las formadas por parejas heterosexuales, permitiendo el matrimonio y la adopción".
Para firmar la petición, pueden enviar un mail aquí incluyendo nombre, apellido, DNI, ocupación, y si pertenece a alguna organización.
PD: Hablando de hipocresía, hoy en Argentina y en varios países latinoamericanos es el Día del Niño por Nacer. Yo propongo instaurar un Día de la Mujer por Morir en un Aborto Séptico.
En Argentina, una persona soltera puede adoptar. Pero su pareja homosexual no será reconocida como padre o madre de la criatura.
Lo mismo sucede en Francia, por ejemplo. Hace unos años sin embargo, la justicia impidió que una mujer soltera adoptara, y la justificación era claramente su orientación sexual. En un fallo histórico, la Corte Europea de Derechos Humanos condenó a Francia a indemnizar a esa mujer ya que consideró que se había cometido un acto de discriminación. Pero claro, la adopción por parte de una pareja homosexual sigue imposible.
En Uruguay, se debate en estos días un proyecto de ley para permitir que todas las parejas (hetero u homosexuales) que hayan convivido cuatro años (o sea que ya no tienen que estar casadas) puedan adoptar. Por supuesto, se armó un verdadero revuelo, y la Santa Iglesia está escandalizadísima. Imagínense, que los putos puedan adoptar, a dónde va el mundo.
Como siempre, la Santa Iglesia ignora la realidad: l@s homosexuales ya tienen hijos. No serán legalmente hijos de la pareja en sí, pero que los crían, los crían. Y según todos los estudios que se han hecho, oh sorpresa, est@s niñ@s no son ni más desdichad@s, ni más tarad@s, ni salen más putos que l@s hij@s de parejas heterosexuales.
¿Por qué hablar de este tema en este blog? Porque la homofobia y la discriminación por la orientación sexual es un claro ejemplo de sexismo: se atribuye a un sexo una orientación sexual predeterminada, y tod@ aquel que se desvíe es considerad@ enferm@ y se le niegan derechos humanos.
En Argentina, La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans está haciendo circular una Declaración Nacional sobre Diversidad Sexual y Derechos en la que se exige al Congreso que "sancione una ley que garantice los derechos de las familias formadas por parejas del mismo sexo en igualdad absoluta de condiciones con las formadas por parejas heterosexuales, permitiendo el matrimonio y la adopción".
Para firmar la petición, pueden enviar un mail aquí incluyendo nombre, apellido, DNI, ocupación, y si pertenece a alguna organización.
PD: Hablando de hipocresía, hoy en Argentina y en varios países latinoamericanos es el Día del Niño por Nacer. Yo propongo instaurar un Día de la Mujer por Morir en un Aborto Séptico.
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