lunes, 23 de enero de 2012

¿Por qué la violencia de mujeres contra varones no es violencia de género?

En una entrada anterior sobre la violencia de género y el mito de las falsas denuncias, había dicho que la violencia de mujeres contra varones no es violencia de género, y había prometido dar una explicación al respecto.

Si no saben precisamente lo que es el género, si creen que "género" es sinónimo de "sexo", les aliento a leer la entrada que escribí al respecto antes de seguir adelante con ésta.

Si leyeron la entrada en cuestión, o si ya saben lo que es el género, entenderán entonces que el género no hace referencia al varón o a la mujer, al sexo biológico, sino a "lo masculino" y "lo femenino" tal como son definidos socialmente.

Por ende, cuando se habla de violencia de género, no se habla de la violencia de un sexo contra otro, sino de la violencia perpetrada por una persona que pertenece al género dominante contra una persona que pertenece al género dominado.

Y resulta que en nuestra sociedad, el género masculino es el dominante, y el género femenino es el dominado.

Si una mujer es asesinada en un tiroteo en la calle porque justo pasaba por ahí, o si un ladrón mata a una mujer en un intento de robo, no se trata de violencia de género, porque no se la mató por ser mujer.

Ahora, si un varón pega o mata a su pareja, por celos, o porque ella lo quería dejar, es violencia de género, porque ese varón usa su posición dominante para castigar a una persona que tiene una posición "inferior".

¿Inferior por qué? Pues porque a las mujeres se les enseña a ser más sumisas, dulces, comprensivas, no violentas; entienden, por ejemplo a través de la televisión, que su cuerpo está a disposición de los varones, lo cual conlleva una serie de actitudes y reacciones en situaciones de violencia. 

Y a los varones, se les enseña que tienen un poder sobre el cuerpo de las mujeres, que cuando dicen "no", hay que escuchar "sí"; cuando los niños ven mujeres desnudas en gigantografías en la calle, en los programas de televisión, etc., entienden que una mujer es un bello objeto que puede ser usado como mejor les parezca.

O sea, niños y niñas reciben constantemente mensajes contradictorios: por un lado les hablan de igualdad de género, igualdad en la ley, etc., pero, por el otro, la sociedad les manda imágenes de mujeres sumisas y de varones dominadores, como por ejemplo cuando un niño mira debajo de las faldas de una niña.

En la palabra "violencia de género", por lo tanto, hay una idea de dominación, de poder. La psicoanalista Eva Giberti lo explica así en el diario Página/12:

"En la familia, la tradición patriarcal insiste en hacerles creer a los hombres y a las mujeres que el género femenino es una propiedad privada y que, por lo tanto, el varón puede tomar decisiones corporales sobre ella, puede golpearla, puede violarla y, sobre todo, exigirle que lo sirva. En los casos de violencia física, los golpeadores no son hombres con antecedentes policiales porque no se pelean con otros, pegan sólo a su mujer, o a veces a sus hijos, lo que demuestra que no son enfermos, sino que lo que tienen es necesidad de disfrutar del abuso de poder".

¿Por qué dije, en otra entrada, que la violencia de una mujer contra un varón no es violencia de género

Pues porque detrás del gesto de una mujer violenta, no hay toda una sociedad que haya alentado ese gesto, esa mujer no usó su posición de género dominante en la sociedad para imponer lo suyo a una persona en posición de dominación.

Un varón que golpea a una mujer, en cambio, hizo caso a un sistema que lo "alienta" a ser violento, y lo hace para marcar su territorio, para demostrar que él es el dueño de la vida de esa mujer, desfigurándola, quemándola, matándola.

Yo hasta me atrevería a decir que ese varón también es víctima de la sociedad sexista que lo crió, pero es un pensamiento muy criticado, ya que desresponsabiliza de alguna manera a los varones violentos. A ver si después pasa eso:


Con todo esto, en todo caso, no se niega que la violencia de mujeres contra varones exista. Claro que existe. Claro que hay que castigar a una mujer violenta, claro que hay que tomar en serio a los varones que denuncian a sus parejas mujeres por golpearlos.

Es más, es absolutamente necesario reconocer que las mujeres también pueden ser violentas, por dos motivos: 1) para proteger correctamente a sus víctimas y 2) para terminar con el estereotipo de la mujer dulce, abnegada e incapaz de hacer el mal porque "da la vida", un estereotipo tan peligroso como cualquier otro.

Negar que las mujeres también puedan ser violentas parte del mismo razonamiento sexista, el mismo esencialismo, que atribuye cualidades distintas por naturaleza a varones y mujeres.

En ese sentido, los estudios que empieza a haber a nivel sociológico sobre la violencia de las mujeres son, a mi entender, muy bienvenidos.

Pero no se puede equiparar la violencia de las mujeres con la violencia de género, simplemente porque no parte del mismo mecanismo, no tiene las mismas causas, ni el mismo origen, ni la misma explicación (ni tampoco, lógicamente, la misma amplitud).

En el caso de una mujer que es violenta contra su pareja varón, no se trata de violencia de género, porque su género y el género de su pareja no pueden explicar esa violencia. O sea, hay que buscar el origen de esa violencia en otro lugar.

Por ejemplo, en el caso de una mujer de clase alta violenta contra su jardinero, tampoco se trata de violencia de género, sino de violencia de clase: ahí está el origen de esa violencia, la pertenencia a una clase que se cree con poderes sobre otra, la cual, por su lado, integró la idea de que es inferior y se somete.

Por eso también es tan difícil que una mujer golpeada deje a su pareja, porque esa mujer integró la idea de que "está bien así", "algo habrá hecho para merecerlo", y de que por ser mujer, tiene que bancarse esas cosas.

Y por eso es tan difícil luchar contra la violencia de género: no se trata simplemente de poner a los culpables en la cárcel, sino de modificar la mentalidad patriarcal y sexista en la que somos criados desde la panza misma (este blog apunta precisamente a explicar cómo se construye esa mentalidad patriarcal y sexista).

Para eso, hay que reconocer que el sistema sexista, binario, que opone masculino y femenino, que habla de "sexos complementarios", es el origen de todas las violencias de género. Algo que la inmensa mayoría de la gente no está dispuesta a aceptar, porque haría tambalear el mundo tal y como siempre lo conocieron.

viernes, 20 de enero de 2012

¿Qué es el género?

En este blog, se habla mucho de "género", pero para muchxs, no queda muy claro lo que es.  Así que voy a tratar de explicarlo de la manera más simple y concisa posible.

Pido disculpas de antemano a las personas que ya saben lo que es el género, y probablemente consideren que mi explicación es demasiado simplista o reduccionista.

La "teoría de género", en realidad, no existe. Lo que existen son estudios de género, que estudian las relaciones sociales entre los sexos. Se ha observado, en esferas académicas, universitarias y científicas, que si bien existe un sexo biológico, también existe un sexo social, y lo que se estudia cuando se estudia el género son las relaciones de poder que se construyen entre los sexos.

¿Cuál es la diferencia entre sexo biológico y sexo social?

La mayoría de las personas nacemos con un sexo biológico definido, hembra o macho. Digo "la mayoría", porque existen personas que son intersexuales, que no tienen un sexo definido, y se podría considerar que existe un "tercer sexo" o varios otros sexos que la sociedad no está dispuesta a reconocer, al menos por ahora.

Pero eso de tener un sexo biológico no es suficiente. Para poder ser verdaderos "varones" y verdaderas "mujeres", reconocidxs como tal por la sociedad, necesitamos ser criadxs, educadxs, según preceptos distintos si somos machos o hembras.

Para decirlo de otra manera, si bien la naturaleza nos da características físicas de macho y hembra, la sociedad nos va a dar otras características que nos van a definir socialmente como varón o mujer. Cuando digo "la sociedad", quiero decir: nuestros padres, la escuela, la familia, el Estado, las leyes, los medios de comunicación, etc.

La sociedad es la que nos va a imponer gustos, maneras de vestirnos, de hablar, de movernos, que creemos naturales, pero que no lo son. A las nenas, se las vestirá de rosa y a los varones, de celeste.

Un ejemplo: si ven un bebé vestido de rosa, sin haber visto sus órganos genitales, ¿a qué conclusión van a llegar? A ese bebé lo van a tratar como a una niña, es decir, van a ver atributos sociales como es la ropa (que no tiene nada de natural, los animales no usan ropa), y van a llegar a la conclusión de que es una nena, lo cual demuestra que existe un sexo "social" que no depende de los órganos genitales físicos.

Y existen experimentos que demuestran que actuamos de manera distinta con lxs bebés según si sabemos que es una nena o un nene (experimentos que serán objeto de otra entrada).

Poco a poco, con todo eso, lxs niñxs van aprendiendo qué es lo que pueden hacer de acuerdo a si son varones o si son mujeres. Y empezarán a dejar de hacer algunas cosas y a "preferir" hacer otras: a los niños, por ejemplo, se les dirán que llorar es de nena, entonces aprenderán a callar sus sentimientos; y a las niñas, se les dirá que eso de jugar al fútbol es de varón y se las alentará a quedarse en su casa jugando a la muñeca, con lo cual aprenderán a no desarrollar algunas aptitudes físicas, por ejemplo.

Y así es como, poco a poco, los nenes se volverán "hombres de verdad" (es decir, insensibles, fuertes, a veces violentos, con dificultades para comunicar y expresar sus sentimientos) y las nenas se volverán "mujeres de verdad" (es decir, dulces, tranquilas, con dificultades para ubicarse en el espacio o para realizar algunas actividades físicas).

Esas "asignaciones" de la sociedad, esas características "sociales", son lo que componen el género (se usa esa palabra que viene del inglés gender para diferenciarlo del concepto de "sexo", que se entiende es el "sexo biológico").

Para resumir, el género masculino es el conjunto de características que componen la "masculinidad" (lo que nuestra sociedad actual entiende por masculinidad), y el género femenino, el conjunto de características que componen la "femeneidad" (lo que nuestra sociedad actual entiende por femeneidad).

Una prueba de que esas características son sociales y no naturales, es que no son las mismas en todas las sociedades, y además, cambian en una misma sociedad según las épocas. Por ejemplo, en el siglo XVII, los varones de la alta sociedad se ponían polvo en el rostro, se pintaban, se ponían pelucas, usaban tacos altos y ropas con muchos encajes. Y nadie dudaba de la "virilidad" de un varón que usara todo eso.


Hoy en día, de un varón que se pinte, use tacos y encajes, se duda de su masculinidad, por más que tenga todos los atributos físicos de un varón: no encaja con la masculinidad "social" atribuida a los varones, o sea, tiene un sexo masculino, pero la sociedad le asigna un género femenino.

Por todo eso es que la filósofa francesa Simone de Beauvoir escribió su famoso: "No se nace mujer, se llega a serlo". A lo cual agregaría que tampoco se nace varón, se llega a serlo.

Y por todo eso es muy difícil poder determinar qué es lo que depende de nosotrxs como individuos, y qué es lo que nos ha sido impuesto socialmente, no con una pistola en la sien, sino con educación, crianza, lavado de cerebro, a través de lxs padres -que reproducen inconscientemente todos esos esquemas que ellxs mismxs adquirieron sin darse cuenta-, la escuela, los medios, etc.

Es lo que el sociólogo Pierre Bourdieu llama la violencia simbólica: una violencia invisible, contra la que no nos podemos rebelar porque no somos conscientes de ella, y que nos da la sensación de que las cosas son legítimas y naturales, porque ni nos percatamos de que nos "impone" cosas socialmente. Es una especie de "creencia colectiva".

Creer que esas características sociales (varón fuerte, insensible, etc. y mujer dulce, comunicadora, etc.) son naturales y no sociales se llama "esencialismo", porque se cree que varones y mujeres son como son "por esencia".

¡Hasta aquí llega mi explicación "simple y concisa" (ejem...) del género!

Para saber más acerca del género, recomiendo a los más valientes la lectura de "El género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad", de Judith Butler.

EDIT del 22 de enero: agradezco los aportes de algunas lectoras de mi blog, y les copio aquí un video que explicará más en detalles (y de manera mucho más justa y precisa, sin los reduccionismos de los que hablaba arriba) la teoría de género:


Gender Identity Project Subtitulado from Sebs Trivino on Vimeo.

Entrada editada el 29/09/13.

martes, 10 de enero de 2012

Los "pro-vida" son abortistas

Es algo de lo que siempre estuve firmemente convencida, pero no disponía de pruebas: los mal llamados "pro-vida", al oponerse sistemáticamente a todo lo que puede evitar los embarazos no deseados (educación sexual desde la primaria, reparto de anticonceptivos, entre otros lugares en las escuelas, circulación de la información más amplia posible, pastilla del día después, etc.) fomentan los abortos.

Esas personas son las principales responsables de que se practiquen abortos, porque están en contra de todo lo que puede evitar los embarazos no deseados.

O sea, los pro-vida son... abortistas.

Leyendo "El drama del aborto, en busca de un consenso", de los médicos chilenos Aníbal Faúndes y José Barzelatto (ed. Paidós), encontré un párrafo particularmente interesante.

En el libro se explica que en 2002, el gobierno de George W. Bush decidió cancelar el aporte estadounidense de 34 millones de dólares al Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), con el argumento de que el organismo apoyaba programas de abortos forzados en China, cosa que, como lo comprobó luego la propia administración estadounidense, no era cierta.

La consecuencia fue que muchísimas organizaciones que promovían la planificación familiar y el acceso a educación sexual y anticonceptivos en países en vías de desarrollo dejaron de recibir dinero.

¿Cuál fue el resultado de eso? ¿Una baja del número de abortos practicados en el mundo, como se podría esperar de una iniciativa que tiene como objetivo declarado luchar contra el aborto?

"La decisión del gobierno de George W. Bush", nos explica el libro, "significó un incremento de unos dos millones de embarazos no deseados, ochocientos mil abortos y 4.700 muertes maternas. (...) La ironía y la paradoja residen en que ninguna otra organización ha hecho más que el FNUAP para sustituir el aborto por la planificación familiar en China".

Los autores concluyen: "Así, quienes se autodenominan 'antiaborto' han contribuido a elevar el número de abortos en ese país y el resto del mundo en desarrollo. Los mismos grupos también contribuyen a que Estados Unidos tenga el índice más alto de embarazos y abortos adolescentes entre todos los países desarrollados (Singh y Darroch, 2000), gracias a su exitosa presión política en respaldo de una educación sexual 'exclusivamente basada en la abstinencia'" (...) Paradójicamente, los mismos grupos 'antiaborto' han utilizado su influencia política actual para lograr la exclusión del conocimiento sobre anticoncepción de los programas de educación sexual estadounidense, y contribuyen de ese modo a la existencia de miles de abortos anuales".

Por eso mismo, los "antiaborto" son, lisa y llanamente, abortistas. Sus acciones contra los derechos de las mujeres a disponer de su cuerpo no ha evitado ni un solo aborto. Al contrario, son los primeros responsables de la muerte de los embriones que dicen querer proteger.


EDIT del 20/01: La revista cientifica The Lancet sacó un estudio en el que se demuestra que la tasa de abortos es superior en los países en que la práctica es ilegal que en los países que la han legalizado. O sea, penalizar el aborto sólo tiene como consecuencia aumentar la cantidad de fetos abortados (y poner en riesgo la salud y la vida de la mujer). Lo explica en un dossier el diario El País. 

sábado, 7 de enero de 2012

¡Quejarse sirve!

Luego de la movilización de centenares de mujeres y varones que se sintieron ofendidxs por la última publicidad de Quilmes, han pasado dos cosas, una mala y una buena.

La mala, pero esperable, es que Quilmes ha borrado todos los comentarios negativos sobre el comercial en su muro de Facebook. Signo de una gran apertura de espíritu y de una gran tolerancia a las críticas.

La buena, es que el Observatorio de la Discriminación en la Radio y la Televisión ha tomado en cuenta las quejas que le han llegado, y ha anunciado :


"Este spot, de gran repercusión mediática, provocó cantidad de presentaciones en los organismos que componen este Observatorio a raíz de la comparación que realiza entre machismo y feminismo y por recurrir a distintos estereotipos fuertemente arraigados culturalmente que portan contenido estigmatizante.
A la brevedad, las partes serán informadas e invitadas a brindar su posición ante el Observatorio para, finalmente, difundir el informe realizado."

Recuerdo que en noviembre pasado, el Observatorio había señalado dos publicidades de la cerveza Schneider por su "fuerte mensaje discriminatorio" y por su "violencia simbólica". La marca había decidido retirar los comerciales.

Con paciencia y saliva...

jueves, 5 de enero de 2012

Esas mujeres superficiales...

Varias veces he escuchado a personas criticando con mucho desprecio, y hasta con asco, a las mujeres que, supuestamente, "no quieren tener hijos para no tener estrías" o "no quieren amamantar para no tener las tetas caídas".

Pongamos que existen mujeres que se niegan a tener hijxs por esa razón, y que adoptan o alquilan vientres por eso.

Siempre me llama la atención con qué ligereza criticamos, despreciamos, condenamos a las mujeres que cuidan al extremo su apariencia, cuando vivimos en un mundo en que muchísimos varones, cuando sus esposas llegan a los 50 años, luego de tener dos o tres hijxs biológicxs, con las tetas caídas, la vagina distendida por los partos, estrías y problemas urinarios o sexuales, las dejan por jóvenes de 25 frescas como una lechuga. 

Cuando vivimos en un mundo en que una mujer que tiene el pelo gris y no se tiñe es considerada "dejada", mientras que en los varones las canas son sexy. 

Cuando vivimos en un mundo que nos inflige, constantemente, imágenes de cuerpos femeninos perfectos, tetas perfectas, caras perfectas, cuerpos perfectos, photoshopeados, y que provocan que el 90% de las mujeres del mundo digan estar disconformes y acomplejadas con su propio cuerpo.

Entonces sí, algunas mujeres son superficiales y sólo se preocupan por su apariencia. A otras, como a mí, no nos importa tanto (digo "tanto" porque, como todas, me he sentido acomplejada por mis "kilitos de más", aunque esté en un peso perfectamente saludable).

Y si yo le doy más importancia al intelecto que al físico, es porque he recibido una educación en que valoraban más mi intelecto que mi físico. Hay mujeres que, desde que nacieron, solamente escucharon comentarios sobre su belleza, las alentaron a pintarse, ponerse en valor. En Estados Unidos y en otros países, hay concursos de belleza para niñas muy pequeñas, que son maquilladas, vestidas como muñequitas de porcelana (hasta son photoshopeadas al extremo, como si una niña de cinco años necesitara eso):


Esas niñas no tienen idea de que pueden ser otra cosa que una linda cara y un lindo cuerpo...

Cuando esas niñas crecen, ¿no es lógico que se asusten ante la idea de tener estrías y tetas caídas y que se les vaya lo único por lo que las valoraron toda la vida?

Pero claro, "qué asco que dan esas mujeres", ¿no?

Aparte, ¿cuántos de los tipos que escupen contra las mujeres que prefieren tener un lindo cuerpo antes que parir y amamantar se quedan con su esposa de 50 años arrugada y flácida?

Qué cómodo que es criticar eso, cuando se es varón y se sabe que nunca, nunca, nunca se vivirá las maravillas de la maternidad biológica.

¿Cuántos de esos varones están dispuestos a agarrar un saca-leche y a estimular sus glándulas mamarias para producir leche, algo que es difícil, pero biológicamente posible? ¿Cuántos estarían dispuestos a soportar que les hagan un tajo con una tijera en el perineo y la posible incontinencia urinaria subsiguiente? ¿Cuántos aceptarían cagar delante de un/a médico/a y dos o tres enfermeros/as con las piernas abiertas pujando para dar a luz?

¡Qué fácil es decir: "Daría cualquier cosa por poder vivirlo", cuando ninguno, digo bien, ninguno intentaría lo del saca-leche, por más que les aseguren que así podrían dar un poco de leche a sus hijxs, con el argumento de que "no es natural" (pero ven como un acto de amor extremo que una madre adoptiva lo haga para poder alimentar a su bebé, cosa tan poco natural como si fueran ellos que lo intentaran).

En fin, soporto cada vez menos que se critique las elecciones de las mujeres, cuando la mayoría son claramente dictadas por mandatos sociales contradictorios que las vuelven completamente esquizofrénicas*: sé linda pero no demasiado, sé inteligente pero no demasiado, trabajá pero no pretendas que tu carrera pase delante de tus hijxs, tené hijxs biológicos, parí, amamantá, pero seguí estando perfecta, no tengas estrías, no tengas tetas caídas, seguí tan sexy como antes y no desatiendas a tu marido durante el embarazo, que sino, se te va con otra, etc. etc.

Sin hablar del hecho de que, claro, emiten juicios sobre las razones de no querer hijxs, como si todas las razones de tenerlxs fueran nobles y elevadas y altruistas.

Me pudrí del doble estándar que concierne las mujeres. Y lo peor es que esas críticas a veces vienen de gente inteligente, igualitaria, culta, responsable, cívica... pero cuando se toca el tema de la maternidad, se vuelven tan obtusos como cualquier machista de barrio y son capaces de los más primitivos y definitivos juicios de valor sin tomarse un segundo para pensar en lo que puede llevar a algunas mujeres a ser tan superficiales.

*Con el perdón de la palabra, porque sé que en rigor, la esquizofrenia no es eso.

lunes, 2 de enero de 2012

Cuando Quilmes y Young&Rubicam se encuentran, nace el sexismo

Propuestas de nuevos eslogans para el "igualismo" de Quilmes:

1) Se ve a las Madres de Plaza de Mayo preparándose para la guerra gritando: "¡Vamos a matar a todos los milicos! ¡Lo único que se merecen es que los torturen como torturan a nuestros hijos! ¡A poner bombas en la Casa Rosada!"
Pero cuando se encuentran con los represores, se reconcilian. Voz en off:
Cuando Videla y las Madres de Plaza de Mayo se encuentran, nace el igualismo.
Madres de Plaza de Mayo: "Dale, aplicale la picana a mi hijo, que le gusta".
Videla: "Sí, dale, girá en Plaza de Mayo que me vuelve loco".

2) Se ve a Nelson Mandela preparándose para la guerra, ante un ejército de negros: "¡Compañeros, los blancos son una mierda, los negros son mejores, vamos a por un apartheid contra los blancos!"
Pero cuando se encuentran con los del gobierno del apartheid, se reconcilian. Voz en off:
Cuando los autores del apartheid y Nelson Mandela se encuentran, nace el igualismo.
Nelson Mandela: "Dale, discriminame por ser negro".
Autores del apartheid: "Bueno, te voy a agrandar el ghetto porque te quiero".

Si encuentran otros ejemplos, no vacilen en enviarlos a Quilmes y a Young&Rubicam.

También pueden enviar una queja al Observatorio de la Discriminación en la Radio y la Televisión por el nefasto comercial de Quilmes que difama al feminismo y propaga estereotipos de género.