martes, 23 de abril de 2013

Varones, en peligro de extinción

Drama universal: parece que dentro de 5 millones de años, los varones habrán desaparecido.

Eso dicen varias notas periodísticas, que usan títulos bien amarillistas del tipo: "Alarma mundial: hombres, en peligro de extinción".

La noticia es la siguiente: una científica autraliana anunció que los varones desaparecerán dentro de 5 o 6 millones de años, porque disponen de un solo tipo de cromosoma Y (al ser ellos XY) y, por lo tanto, no pueden reemplazar las partes dañadas cuando es necesario.

Las mujeres, en cambio, al disponer de dos cromosomas X (XX), tienen la ventaja de poder sustituir genes dañados.

Resultado: ya hoy en día, las mujeres tienen más de 1000 genes, y los pobres varones, menos de 100.

Ergo, afirma la científica: en 5 o 6 millones de años, los varones habrán desaparecido.

Y yo pregunto: ¿¿y??

Digo, me imagino que en ese tiempo, por eso de la adaptación y de la evolución, la humanidad habrá encontrado la manera de reproducirse de otra manera, o sea, esto no será el fin de los seres humanos.

Lo más probable es que, de hecho, las mujeres tampoco sigan existiendo tal y como las conocemos ahora, ellas también deberán adaptarse para poder seguir reproduciéndose, o sea, no sería la desaparición de los varones, sino la adaptación de todos los seres humanos a una nueva realidad.

Por lo demás, las categorías binarias sexuales son una construcción social. En realidad, como expliqué largo y tendido en otra entrada, hay más que sólo dos sexos.

Fotomontaje
La humanidad decidió categorizarnos a todxs en un sistema binario, de acuerdo a órganos genitales visibles, de varones por un lado (pene, testículos) y mujeres por el otro (vulva, mamas desarrolladas).

Pero como vimos, la realidad cromosómica es mucho más compleja. Entre el 1 y el 4% de lxs niñxs carecen de un sexo completamente definido. Y de acuerdo a algunxs científicxs, muchísima gente (entre un 5 y un 15%) probablemente tenga algún gen que no corresponda exactamente a lo que hemos definido como "varón" o "mujer".

O sea, esas categorías son artificiales y sólo llevan a la discriminación. Lo importante es que todxs somos humanxs, y lo más probable es que dentro de 5 millones de años, la especie se habrá adaptado para seguir reproduciéndose sin esa binariedad de los sexos.

Es un poco como si alguien sacara un artículo diciendo: "Alerta mundial: por el creciente número de parejas mixtas, en mil años habrán desaparecido los blancos".

¿Y? ¿A quién le importaría? Aparte de a algunxs racistas recalcitrantes y subnormales que siguen creyendo en la existencia de "razas" humanas, a nadie.

Pues lo mismo con los sexos, otra categorización arbitraria: ¿a quién le importa que desaparezcan los varones o las mujeres, si esas categorías no representan nada real?

Seguirá habiendo seres humanos, que no serán definidxs por su sexo, y todxs felices comiendo perdrices.

miércoles, 10 de abril de 2013

Hay dos sexos: ¿mito o realidad?

Cuando hablo de género, me acusan de querer ignorar la realidad biológica, una realidad que nadie se atreve a cuestionar: existen dos sexos biológicos, el masculino y el femenino. Y ninguna teoría del género podrá borrar eso.

Más allá de que la teoría del género no pretende "borrar" esa "realidad biológica", sino que pretende deconstruir los roles de género que se aplican cultural y socialmente a los sexos biológicos, hay un problemita que se agrega a todo eso: la ciencia, hoy en día, ya no tiene tan claro eso de que hay dos sexos.

WTF?? dirán algunxs.

Bueno, recapitulemos.

¿Cómo se define el sexo biológico? ¿Cómo se sabe si un individuo es nena o nene?

En la mayoría de los casos, esto se ve, o se cree ver en la ecografía, o más seguramente aún, al nacer el bebé. Ahí aparece siempre el discurso performativo de algún miembro del cuerpo médico: "es una nena" o "es un nene".

Y entre "varón" y "mujer", pues no hay nada.

Sin embargo, sabemos hoy en día que no solamente de gonadas (testículos/ovarios) o de genitales (pene/vulva) vive el hombre. También existen los cromosomas.

Para que un individuo pueda ser decretadx plenamente varón o mujer, tiene que haber coincidencia entre esos tres elementos: gonadas, genitales, y cromosomas (XX para las mujeres, XY para los varones).

Pero hete aquí que algunxs bebés muy chistosos nacen con elementos propios de ambos sexos, con distintas combinaciones posibles: algunxs tienen vulva y pene a la vez, testículos y ovarios. A esxs individuxs se les llamaba antes "hermafroditas" o "tercer sexo".

Pero además, algunxs nacen, por ejemplo, con un pene y testículos (o sea, todo bien, al parecer), pero con cromosomas XX. ¿Cómo definimos a esas personas? Son varones por sus gonadas y sus genitales, pero mujeres por sus cromosomas. ¿En qué categoría lxs ponemos?

¿Y a las personas XXX? ¿Y las personas X0? Y las personas XXY? ¿Qué son? ¿Cómo las definimos?

Hoy en día, esta situación se llama "intersexualidad".

Y todavía hoy en día, en la mayoría de los casos, se opta por una solución radical, mutilante y absolutamente contraria a los derechos humanos más básicos: como no podemos concebir la idea de que haya más de dos sexos, se decide asignar quirúrgicamente a ese bebé uno de los "dos" sexos que aceptamos como "normales".

Por ejemplo, a lxs que tienen un clítoris demasiado grande o un pene demasiado chico, sencillamente se les corta para "fabricar" una mujer (pero no tenemos ningún reparo en indignarnos cuando algunas tribus africanas cortan el clítoris de sus hijas).

Algunxs otrxs nacen con el síndrome de Klinefelter: tienen un cromosoma X "de más" (XXY). Tienen aspecto masculino, pero a veces, testículos atrofiados y les crece el pecho en la adolescencia. A ellxs, por lo general, se les da un tratamiento hormonal con andrógenos, se les saca los testículos atrofiados y se les coloca prótesis testiculares. Todo ello, por supuesto, sin nunca preguntarles su opinión ni darles información de nada.

A las personas intersexuales XX, se les asigna siempre el sexo femenino, sea cual sea la apariencia de sus genitales, incluso si tienden a ser masculinos: además del tratamiento hormonal ad hoc, esa persona tiene que pasar por varias operaciones quirúrgicas para tratar de mantener su capacidad reproductiva, crear una vagina suficientemente grande como para recibir un pene (porque, por supuesto, se considera que una mujer debe ser heterosexual y debe querer ser penetrada por un pene, con lo cual agregamos heterosexismo a todo lo demás), etc.

Entonces, en la mayoría de los casos, se reúne un equipo pluridisciplinario, para decidir qué sexo se asignará al bebé. Esxs niñxs son sometidxs a una serie infinita de operaciones para "adecuar" su cuerpo al sexo que el cuerpo médico le asignó de manera prepotente, operaciones que muchas veces derivan en dolores de por vida, infecciones, pérdida de sensibilidad de los genitales.

Sin hablar del hecho de que se trata como enfermos a niñxs que, en la mayoría de los casos (salvo excepciones) son perfectamente saludables.

Ahora, si en la naturaleza existen tantas combinaciones posibles entre gonadas, genitales y cromosomas, y si estos individuos representan, según distintos estudios, entre el 1 y el 4% de la población, ¿tiene sentido seguir hablando de dos sexos?

Para hacer un paralelismo sexo/raza, ¿tendría sentido querer vivir en un mundo en que solamente existan personas muy blancas y otras muy negras, negar que pueda haber toda una gama de mezclas posibles, y someter a lxs niñxs mestizos a tratamientos crueles e inhumanos para volver su piel más negra o más blanca, según lo que decida el cuerpo médico, a fin de evitar la (deseable, a mi entender) desaparición del concepto de raza?

¿Por qué nos aferramos tan desesperadamente al concepto de sexo y a su binariedad obligatoria? ¿Cuál sería el drama universal de constatar que en la naturaleza existen todas las combinaciones posibles de sexos, como existen todas las combinaciones posibles de color de piel?

¿Cuál sería el tremendísimo problema de dejar de hablar de sexos, como se está dejando, por fin, de hablar de razas?

Porque además, la cifra de entre 1 y 4% está siendo cuestionada. En efecto, como vimos, no solamente existen las personas con diferencias entre sus gonadas y sus genitales, que se pueden ver "desde afuera" o a través de una ecografía.

También está el tema de los cromosomas. Y ahí, algunxs dicen que probablemente haya muchísimos más casos de individuxs con genitales y gonadas perfectamente "normales", pero con algún tipo de "anormalidad" cromosómica. 

Y de acuerdo a algunas fuentes, como la Red de Intersexuales Francohablantes de Europa, entre el 5 y el 15% de la población presentaría alguna "alteración" de sus cromosomas, que haría imposible definir realmente si se trata de varones o mujeres.

O sea, básicamente, lo que se está diciendo es que usted, yo, su padre, su madre, su novio, su novia, podríamos tener algún tipo de "anormalidad" cromosómica, sin saberlo.

Usted mismo, que está leyendo esta entrada, podría ser "otra cosa" que estrictamente varón o mujer. ¿Qué? No se sabe muy bien, porque la sociedad ni lo contempla. Pero ni completamente varón, ni completamente mujer.

Pero como hemos sido asignados "mujer" o "varón" al nacer, porque nuestros genitales y nuestras gonadas aparentaban ser eso, pues hemos sido criados como "varón" o como "mujer", es decir, nos han impuesto, además, roles de género de acuerdo a ese supuesto sexo biológico, y no nos hemos cuestionado nunca si nuestro sexo cromosómico es realmente el que nos designaron.

Caster Semenya. Foto: EPA
Esto fue lo que le pasó a la atleta sudafricana Caster Semenya, medalla de oro en los campeonatos mundiales de Berlín en 2009. Ante su voz grave y sus resultados "masculinos", fue sometida a un humillante "test de feminidad". Allí descubrieron que tenía un problema de insensibilidad a los andrógenos, que tenía testículos que no habían bajado, un alto nivel de testosterona, pero la apariencia física de una mujer con vagina, pechos y útero.

Finalmente, fue autorizada a seguir compitiendo como mujer. Pero su caso cuestiona claramente la binariedad de los sexos y nuestra necesidad de categorizar a los seres humanos entre varones y mujeres, descartando la amplia variedad de otros sexos posibles.

Ahora, pregunto yo: ¿no sería mucho más humano, justo, ético, "cortar" dentro de nuestra concepción cultural de los sexos y modificar nuestra visión sistemáticamente binaria de la sociedad, antes que "cortar", literalmente, esta vez, cuerpos perfectamente saludables para adecuarlos a esa visión artificial?

¿Hasta cuándo vamos a seguir torturando a niñxs para seguir teniendo una sociedad bien dividida entre varones y mujeres, conceptos cerrados que, evidentemente, no existen como tales en la naturaleza?

En un país que reconoció el derecho de todxs a elegir su identidad de género, ¿hasta cuándo vamos a mutilar a personas, como ese bebé intersex que nació en Misiones, para poder seguir afirmando, como si fuera una verdad absoluta: "Biológicamente existen dos sexos"?


Para saber más:

- El blog Intersexualidad hace una lista de bibliografía sobre el tema, en castellano y en otros idiomas.
- Extracto publicado en Página/12 de “Reflexiones sobre la cuestión intersex”, incluido en Intersexo. Una clínica de la ambigüedad sexual, de reciente aparición (Ed. Grama).
- La película "XXY", de Lucía Puenzo, con Inés Efrón, cuenta la historia de una familia que no quiso mutilar a su hijx, y decidió dejarle elegir al llegar a la adolescencia.

lunes, 8 de abril de 2013

Varones gordos, mujeres... ¿gordas?

¿Qué ven en esta foto?

Thinkstock Photos
Yo, tratando de ser lo más objetiva posible, veo el cuerpo de un varón que, a todas luces, debe tener problemas de sobrepeso, si nos atenemos al Indice de Masa Corporal (IMC) que fija los límites por debajo o por encima de los cuales estamos demasiado "flacos" o demasiado "gordos", con criterios de salud y no de estética.

Con esos mismos criterios, veo a una mujer con un cuerpo que seguramente está dentro del rango deseado de IMC para ser considerado saludable.

Claro que considerando los criterios extremistas y abusivos sobre la apariencia ideal de las mujeres, esta mujer tiene caderas un poco grandes. Pero claramente, está en un peso saludable.

Pues ¿adivinen qué?

Esta foto ilustra una nota que explica por qué y de qué manera varones y mujeres engordamos. Siendo la idea, me imagino, mostrar a un varón y una mujer en sobrepeso.

Pero ni para ilustrar una nota sobre gordura son capaces de poner la foto de una mujer verdaderamente gorda.

La gordura de los varones es mucho más aceptada. ¿La de las mujeres? Es considerada tan espantosa, tan indecente, que para ilustrar una nota sobre la gordura, elijen el cuerpo de una mujer que no está en sobrepeso.

Una muestra más de que la presión sobre la apariencia de las mujeres es muchísimo mayor que la que puede existir sobre los varones. El equivalente de 20 kilos de más en un varón es, para una mujer, tres o cuatro kilitos "de más" sobre las caderas.

Para los varones, claramente criterios de salud. Para las mujeres, criterios estéticos que incitan a la anorexia. Porque el cuerpo de mujer que muestran como en sobrepeso es un cuerpo perfectamente saludable. ¿Cómo una chica adolescente que ve esa foto no va a pensar que es una cerda inmunda si tiene caderas como las de la mujer de la foto, que están dentro de la normalidad para una mujer, y a la que presentan como gorda?

Me recuerda una publicidad para una gaseosa light, que mostraba a varones con un poco de panza, y a mujeres flaquísimas, a pesar de que la idea era mostrar a varones y mujeres con pancita contra la que había que luchar.

Y después me dicen paranóica...

jueves, 4 de abril de 2013

Primero, la apariencia

Para las mujeres, lo primero, esencial, fundamental, es la apariencia física. TODO lo demás viene después. Y el aprendizaje de esa gran verdad empieza en la adolescencia.

Eso nos enseña una marca de toallitas de limpieza.

Chicas, ya saben: ¿tienen talento? ¿Quieren ser primeras violinistas del Teatro Colón? ¿Son abanderadas de su clase? ¿Tienen las mejores notas en matemáticas? ¿Pretenden ser un premio Nóbel de Física? 

Bueno, ojo, que no conseguirán absolutamente nada de todo eso ni obtendrán ningún reconocimiento de nadie si tienen defectos físicos. Primero, la apariencia. Después hablamos del resto.



Gracias a Enrique por señalarme el enlace.

martes, 2 de abril de 2013

¿Cuánto deberían ganar las mujeres?

En el día de la madre, suelen publicarse en Facebook y en otros lados hermosas imágenes coloridas, llenas de corazones y florcitas, que alaban a las mamás, recalcando el trabajo que hacen, su entrega, y sobre todo, que lo hacen "sin pedir nada a cambio".



Paralelamente, se dice de las mujeres que es normal que cobren menos plata que los varones, porque trabajan menos que ellos.

Ahora, en una sociedad organizada como la nuestra, es imprescindible, para el destino del país, que haya gente dedicada a criar a lxs hijxs, educarlxs, cocinar, limpiar, ordenar... Algunas familias pudientes pagan a otras personas para hacerlo: cocinerxs, jardinerxs, profesores particulares, canguros, etc. etc.

Pero en la inmensa mayoría de las familias, quien se encarga de todo ese trabajo imprescindible son las mujeres.

En octubre pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) calculó la parte del PIB del país que representa el trabajo en el hogar.

Y llegó a la conclusión de que las mujeres participan en  las tres cuartas partes de la producción de un país, en valor y en horas de trabajo.

Entonces, es muy fácil decretar que es muy normal que las mujeres tengan menos dinero que los varones porque ellas trabajan menos fuera del hogar. Pero mientras la inmensa mayoría de los varones, luego del trabajo, ponen los pies debajo de la mesa y esperan a ser servidos, las mujeres, además de trabajar 8 horas diarias fuera de casa, siguen limpiando, planchando, cocinando, ocupándose de lxs hijxs, etc. etc.

Ahora, ¿cuánto debería ganar una mujer por todo ese trabajo invisibilizado, que algunos masculinistas asimilan a "poner un DVD en un lector", como han escrito algunos aquí mismo?

Bueno, si tomamos solamente en cuenta a las mujeres que trabajan 40 horas por semana fuera del hogar (como cualquier varón que se precie), el salario que deberían cobrar, por hacer trabajo de cocinera, profesora, chofer, psicóloga, administradora, médica, operadora de lavarropas, etc., debería elevarse a... 26.902 dólares por año, por casi 58 horas de trabajo semanal extra.

Un trabajo no remunerado, no reconocido, sin vacaciones, sin aportes jubilatorios, sin horarios, sin descanso.

Ese cálculo ha sido hecho por el sitio salary.com, que realiza ese cálculo en Estados Unidos desde hace doce años.


Los masculinistas que se la pasan hablando de igualdad real, ¿están dispuestos a compartir en un 50% real ese trabajo doméstico sin recibir un centavo a cambio?

Hablan mucho de custodia compartida en caso de separación, pero ¿cuántos compartieron realmente el trabajo de crianza de lxs hijxs durante la relación?

Ahora, yo no estoy a favor de que se remunere ese trabajo. Estoy a favor de un reparto más equitativo del tiempo de trabajo, de tareas del hogar, de crianza de lxs hijxs y de ocio (entendido como "no hacer nada", pero también como estudio, tiempo de reflexión, trabajo voluntario en ONGs, etc. etc.).

Los varones deberían ceder espacios de poder en el mundo laboral (trabajar menos, ganar menos...) a fin de permitir, por un lado, que las mujeres puedan tener acceso a esos espacios de poder, y también para tener ellos más tiempo para ocuparse de sus hijxs, de las tareas del hogar, etc.

Y extrañamente, no veo a muchos masculinistas reivindicando ceder espacios de poder para cambiar el paradigma social de la familia y del trabajo...