Algo siempre me asombró al escuchar las cifras escalofriantes sobre cantidades de violaciones en el mundo.
Es muy frecuente que en algún momento, alguna de mis amigas "confiese" lo que siempre ocultó: que en algún momento de su vida, tuvo sexo sin que ella lo consintiera. Y digo "confesar" a propósito, porque parecería que cuando a una mujer la violan, lo tiene que ocultar como si fuera una vergüenza.
También es frecuente que alguna se dé cuenta tardiamente de que aquello que vivió en su pasado y siempre había identificado como un "mal momento", en realidad, fue una violación.
Y a medida que pasa el tiempo, crece la lista de amigas o conocidas de las que me entero de que, en algún momento, han sido violadas.
Lo asombroso, es que nunca jamás en mi vida me enteré de que algún amigo o conocido violó a una chica. Nunca. Jamás.
Y siempre me pregunté: si tantas chicas son violadas, ¿dónde están los violadores?
Las historias que cuentan no son de violaciones tal como la mayoría de las imagina: de noche, en alguna calle oscura, por un desconocido, con la amenaza de un arma.
Esas violaciones son estadísticamente infrecuentes. En el 70% de los casos, las mujeres conocían a su violador, y la violación ocurrió en un lugar familiar (su casa, la casa del violador, un consultorio médico...). Pero no precisamente en la calle y por un desconocido.
Entonces, si tantas mujeres son violadas por gente de su entorno, ¿cómo es que todos mis amigos, sin excepción, dicen que nunca violaron a ninguna mujer?
El problema es que vivimos en una sociedad que envía mensajes contradictorios sobre las violaciones. Por un lado, todas y todos sabemos que las violaciones están mal. Que no hay que violar. Que a los violadores habría que encerrarlos de por vida. Que son una lacra.
Nadie en su sano juicio, con la excepción de algunos imbéciles que sí existen, diría que violar está bien.
Pero casi nadie conoce la definición de "violación". Muchísima gente cree que si no hay violencia, o si no hay amenaza con un arma, entonces no hay violación.
Y claro, la inmensa mayoría de los varones no golpearon a una mujer para tener sexo. Ni la amenazaron con un arma. Visto así, la inmensa mayoría de los varones nunca violaron a nadie.
Pero existen muchas otras situaciones de violaciones que no son reconocidas como tales, incluso entre las propias mujeres, quienes fueron educadas para poner el placer del varón por encima del de ellas y fueron criadas, de alguna manera, para ser violadas... sin saberlo.
Algunos ejemplos de esas situaciones:
- Fiesta en que la consigna es tener sexo. Circula el alcohol. Tanto chicas como chicos toman de más, empieza la orgía. A priori, todxs consienten, están ahí por voluntad propia. Pero claro, igual la gente va eligiendo con quién coger y con quién no. Siempre hay preferencias, ¿no? Pero en esa, una chica toma de más, y cae inconsciente. No está más en estado de decir que sí o que no. Varios chicos se acercan y la penetran uno atrás de otro, a veces varios al mismo tiempo. Total, estaba ahí para eso, ¿no? Se divierten muchísimo con ese cuerpo prácticamente inerte a su disposición.Ninguno pensará haber violado a nadie. Sin embargo, todos los que tuvieron sexo con esa chica cometieron una violación. Porque la definición de la violación pasa por el hecho del no consentimiento. Una chica inconsciente no puede expresar su consentimiento. Esté en ese lugar para coger o no, aprovecharse de su estado de inconsciencia es una violación.
- Momento de intimidad entre dos personas, a punto de coger. Para ella, es la primera vez. Para él, no. Ella quiere perder la virginidad, pero no está muy segura de querer hacerlo aquí y ahora. Pero bueno, todo llevó a esta situación. El chico es guapo, alto, fuerte, sexy. Ella ya tiene 18 años, siente la presión de sus pares: ¿18 años y todavía virgen? Hay que hacer algo. El se coloca un preservativo y empieza a intentar penetrarla. Ella siente un dolor muy agudo, y de repente se da cuenta de que realmente no quiere hacerlo ahí con él. Le pide que por favor pare. El sigue. A ella le duele cada vez más. Ella le dice que al final ya no quiere, que le duele mucho, que no. El contesta: "Te duele porque estás cerrada. Si no te relajás, no voy a poder entrar" y sigue. A ella le da miedo, piensa: "Es culpa mía, si llegué hasta ahí, ahora no le puedo decir que no, no lo puedo frustrar así, además si me resisto mucho, él me puede romper la cara, es muchísimo más fuerte que yo". Le sigue diciendo que no, pero no se atreve a pelear físicamente con él. Finalmente ella ya no se resiste, aprieta los dientes y espera a que él termine "lo suyo", gritando del dolor.Para él, probablemente esto no fue una violación. Pero en ningún momento respetó la palabra de ella, en ningún momento respetó el "no", reiterado varias veces (con un solo "no", sin embargo, habría sido suficiente), se creyó eso que le dijeron siempre, tanto en las películas pornos como en las publicidades, sus amigxs, las revistas: "Las mujeres que dicen que no, en realidad quieren decir sí, sólo hay que insistir un poquito y se ponen a gritar como zorras". No respetó el hecho de que una mujer (o un varón) tiene derecho a cambiar de opinión en cualquier momento de la relación, aunque en un principio hubiera estado totalmente de acuerdo. No respetar un "no", en cualquier momento de la relación, y por más que no haya resistencia física, es una violación. Porque ceder no es consentir.
- En la habitación de una mujer en situación de prostitución. El cliente pagó. La mujer cobró. Están en pleno acto, pero por alguna razón, ella pide que él pare (por ejemplo porque se siente mal). El considera que si pagó, tiene derecho a seguir más allá de lo que ella diga. Sigue.Para él, lo más probable es que no esté violando a esa mujer sino cobrando aquello por lo que pagó. Pero la integridad física pasa delante de cualquier otra situación, y si una mujer, por más que se le haya pagado, por más que esté en situación de prostitución, dice que no, si el varón sigue adelante, es violación, y es un crimen.
- Un varón y una mujer, casadxs. Ella duerme profundamente. Se tomó unas pastillas para dormir porque últimamente no se siente muy bien. El se despierta con unas ganas tremendas. La empieza a acariciar, pero ella no se despierta. Entonces él la empieza a penetrar.Para él, se tratará de un acto normal entre marido y mujer, y es posible que piense que el acto sexual en una pareja casada es un deber. Pero no siempre todxs tenemos ganas, el consentimiento puede variar entre un momento y otro, incluso en una misma pareja. Penetrar a alguien dormidx, sin estar segurx de si esa persona está de acuerdo, es violación, por más que estemos hablando de una pareja casada.
Es muy probable que varios de mis amigos hayan vivido en algún momento una de estas situaciones, pensando que tenían todo el derecho del mundo a tener sexo con esa persona en ese momento y que, por lo tanto, no se trataba de una violación.
Es muy probable que todos estén totalmente convencidos de no haber violado nunca a nadie, y tengan un discurso de firme condena de las violaciones, imaginando una violación como un acto de violencia, amenaza y terror, cosa que a ellos, porque son buenas personas (y realmente lo son), nunca se les ocurriría hacer.
Pero ahí están los violadores invisibles, aquellos que violan a mis amigas pero con los que nunca nadie se cruzó. Están alrededor nuestro, simplemente. Están entre nosotrxs. Porque la propia sociedad es quien los cría y les enseña a violar.
Un violador no es un psicópata, no es un enfermo, no es un monstruo. Un violador puede ser un padre, un vecino, un amigo, un novio, un cura, un médico, un hermano, un ex, un marido.
Los violadores no son monstruos, sino hijos sanos del sistema sexista: aquel sistema que promueve sin decirlo la cultura de la violación.
Aquel sistema que, oficialmente, condena las violaciones, pero que no enseña nunca a los varones a no violar. No les explica en qué consiste violar a una mujer, ni cuándo se está cometiendo un crimen.
En lugar de inventar silbatos antiviolación, bombachas antiviolación, atuendos antiviolación, en lugar de enseñar a las mujeres estrategias para no ser violadas, de aconsejarles no salir solas, no ir por tal calle, no vestir de tal manera, es hora de que se enseñe a los varones a no violar, es decir, a saber identificar aquellas situaciones en que pueden estar abusando de una mujer.
Cosas que no causan violaciones: remeras ajustadas, contacto visual, sonrisa, deportes, estado de inconsciencia, alcohol. Cosas que sí causan violaciones: los violadores ("Bueno, no me dijo que NO") |
Claro que para eso, hace falta un cambio total de la sociedad. Mientras tipos como Guillermo Pardini en Duro de Domar den como consejo para tener sexo con una mujer "drogarla para que pierda los sentidos", mientras a nadie se le ocurra decirle: "esto es violación", mientras los otros tipos se rían de esa ocurrencia, mientras la sociedad entera aliente a los varones a violar impunemente a las mujeres, y mientras ni siquiera las mujeres sean capaces de reconocer cuándo fueron violadas porque ellas también integraron la idea de que el placer masculino es el que importa, seguirá habiendo decenas de miles de violaciones, y seguirá habiendo decenas de miles de violadores que no se reconozcan como tales.
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PD: sé que me van a atacar en esa entrada diciendo que entonces, considero a todos los varones como violadores en potencia y, por ende, soy tan sexista como los peores machistas, poniendo a todos en una misma bolsa.
Aquí va mi respuesta: violar no es "natural". Un tipo que viola no sigue ningún "instinto". No creo que los varones sean violadores "por naturaleza". No creo que sean naturalmente peligrosos.
Pero sí creo que la sociedad los educa para ser violadores. Creo que si hay tantas violaciones, es porque hay muchos violadores, y esto no es porque estén todos enfermos, sino porque nadie nunca les enseñó qué es una violación, cuándo se está violando a una mujer, y qué significa realmente respetar su consentimiento. Nunca nadie les dijo que su placer no era taaaan importante, y que dejar de coger en medio del acto no les iba a hacer caer el pene. Se cría a los varones para considerar que el sexo es un derecho que tienen. En ese sentido sí, todo varón criado por esta sociedad sexista, que pone el placer del varón por encima de todo, y sobre todo por encima del consentimiento de la mujer, es un violador en potencia.
Pero si se cambiara la educación, si la sociedad dejara de ser sexista, si criáramos a varones y mujeres en pie de igualdad, pues no habría tantas violaciones.
Sí quedarían los psicópatas reales, los enfermos de verdad, los monstruos verídicos, aquellos que secuestran, violan y muchas veces matan, en un combo de horror. Pero aquellas violaciones "de todos los días" ya no existirían, o no tanto, porque a todas y todos, varones y mujeres, les parecería simplemente horroroso no respetar un "no" y tener sexo con alguien que no pudo expresar un consentimiento claro.
Porque no se nace violador: se llega a serlo.
Para terminar un poco de humor: cómo quedarían los consejos a los varones para no violar, si nos inspiráramos en los consejos a las mujeres para no ser violadas. O cómo tener un cambio de perspectiva, dejando de responsabilizar a las víctimas, y empezando a responsabilizar a los victimarios: