España es uno de los únicos países en haberse dotado de un arsenal jurídico para luchar contra la violencia de género. Se trata de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Por supuesto, ni bien salió, fue objeto de las peores críticas por parte de mucha gente que vio cómo muchos privilegios de los que antes gozaban los varones maltratadores (entre otras cosas, era la mujer golpeada la que se tenía que ir del hogar para dejar de ser abusada, cosa que muchas veces no hacía porque no tenía a dónde ir) se iban esfumando.
Una de las principales críticas de esa ley, es que es usada por mujeres inescrupulosas que, con tal de quedarse con la tenencia de lxs hijxs o alejar al marido que ha de salir de la casa compartida, hacen falsas denuncias contra su pareja.
Se ha dicho que ha habido una multiplicación fenomenal de las falsas denuncias, y si bien las personas que sostienen esa tesis nunca citan estadísticas, sí decretan sin pestañear que la cantidad es tal que justificaría que se anule la ley y que "denunciar al hombre se ha convertido en un negocio", como lo ha afirmado en estos días la Comisión de Igualdad y Género del movimiento 15-M en Valencia (decepcionándome notablemente de ese movimiento). Algunos se han atrevido a decir que más de las mitad de las denuncias son falsas.
¿Cuál es la realidad? El debate lo ha zanjado el Consejo General del Poder Judicial, al que difícilmente se pueda tachar de feminista, en un informe de noviembre de 2009.
Sus conclusiones fueron que "sólo una de las 530 resoluciones estudiadas podría encuadrarse como denuncia falsa". Bien lejos de lo que nos quieren hacer creer lxs masculinistas.
¿Que puede haber falsas denuncias? Por supuesto. ¿Que un varón falsamente denunciado puede llegar a vivir un infierno precisamente porque la ley española protege primero a la supuesta víctima y toma medidas casi inmediatas contra el supuesto victimario? También. ¿Que hay que castigar con todas las de la ley las falsas denuncias? Evidentemente.
Pero falsas denuncias hay en todos los ámbitos, para cualquier tipo de delito. Por ejemplo, las empresas aseguradoras españolas afirman que el 30% de las denuncias de robo en el hogar son falsas. Y que yo sepa, no porque haya falsas denuncias de robo vamos a anular las leyes que condenan el robo...
Como dice la fiscal Soledad Cazorla, citada en un excelente artículo del diario El País: "La denuncia falsa no es un problema de funcionamiento de la ley".
Y además, no entiendo cómo lxs que denuncian los abusos llegan a la conclusión de que lxs feministas están en contra de los varones. Las mujeres que hacen falsas denuncias no son necesariamente feministas (y dudo mucho de que lo sean), sino mujeres que se aprovechan indebidamente de una ley para salirse con la suya. No veo qué tiene que ver el feminismo con eso.
Y además, no entiendo cómo lxs que denuncian los abusos llegan a la conclusión de que lxs feministas están en contra de los varones. Las mujeres que hacen falsas denuncias no son necesariamente feministas (y dudo mucho de que lo sean), sino mujeres que se aprovechan indebidamente de una ley para salirse con la suya. No veo qué tiene que ver el feminismo con eso.
Pero sobre todo, me parece increíble que se diga que esa ley es "contra los varones". No veo por qué un varón que no maltrata a su pareja debería sentirse concernido. La ley no es un privilegio que se ha dado a las mujeres, sino una protección especial para ellas porque la violencia de género sigue siendo una epidemia que deja centenares de miles de víctimas y era necesario tomar medidas drásticas. ¿Cuántas mujeres han muerto con varias denuncias hechas ante la policía, que no tomó ninguna medida de prevención? Alejar a la pareja denunciada antes de saber si la denuncia es real o falsa es imprescindible para proteger a esas mujeres, porque no estamos hablando de violencia de desconocidos en la calle, sino de un varón que vive en la misma casa que su víctima.
¿Es necesario recordar que de las 400.000 víctimas de violencia de género en España, apenas un cuarto denuncia a su pareja?
Eso sí, si la denuncia es falsa, es evidente que esa mujer debe ser castigada con todas las de la ley.
¿Es necesario recordar que de las 400.000 víctimas de violencia de género en España, apenas un cuarto denuncia a su pareja?
Eso sí, si la denuncia es falsa, es evidente que esa mujer debe ser castigada con todas las de la ley.
Recomiendo enfáticamente leer al respecto la nota de El País de la que hablé antes, y de la que copio aquí algunos párrafos:
Pérez Galván no cree, sin embargo, que haya muchas ventajas en tramitar un divorcio desde un juzgado de violencia de género, "porque las primeras medidas se toman rápido, pero la sentencia puede tardar un año y, sin embargo, en los juzgados de familia llevaría unos cuatro meses".PD: en otra entrada explicaré por qué no se puede enmarcar la violencia de mujeres contra varones (que también existe) en el concepto de "violencia de género".
La fiscalía ha recabado algunos datos. En 2007 se incoaron 19 procedimientos por denuncias falsas; en 2008, 18, y en 2009, 22. "Y aquí no se sabe cuál es la sentencia, sólo se incoa por indicios", aclara. Al año hay unas 100.000 denuncias por malos tratos, de las 400.000 mujeres que padecen violencia de género en España, según las encuestas oficiales.
"Las denuncias por maltrato están bajando, las mujeres no denuncian lo que debieran. Esta ley no va contra los hombres, sólo contra los maltratadores. Y no es cierto que la violencia sea propia y normal en los casos de divorcio. Esa violencia viene de antes, y la mujer quiere poner fin a ella con el divorcio, pero los abogados de familia desconocen este fenómeno e insisten en llamar conflicto conyugal a lo que es violencia de género", explica con vehemencia Miguel Lorente, el delegado para la violencia de género del Ministerio de Igualdad.
"La protección a la víctima cuando se evalúa que corre riesgo, el alejamiento que se decreta, no es una ventaja por la que las mujeres acudan a denunciar, es una conquista. El proceso penal siempre se ocupaba del reo, de su castigo o de su inocencia, pero la protección a la víctima es una conquista del proceso penal moderno", dice la fiscal Soledad Cazorla.