Escuchado hoy al pasar:
Pregunta: ¿Cómo se llama un empleado que es pagado un 20% menos por el mismo trabajo?
Respuesta: una empleada.
Saber distinguir, reconocer y combatir el sexismo en general y el machismo en particular en la vida cotidiana
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Mantenela en el lugar al que pertenece |
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Si tu marido se entera |
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Moulinex libera a la mujer |
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Para ella un Moulinex. Para él, platos ricos. |
El maquillaje es una manifestación del machismo
Cuando hablamos de machismo hay muchas cosas más importantes que el uso de maquillaje por parte de las mujeres. Puedo enumerar una lista inmensa de todas las discriminaciones, maltratos, violaciones y abusos hacia ellas, y también hacia hombres aunque no lo creas. Pero el maquillaje me llamó la atención por su carácter de “encubierto” en nuestra vida, por la idea de que nadie ve ni una gota de machismo en su uso, por la idea de que siendo de carácter “optativo” y efímero se hace casi obligatorio haciéndolas esclavas de la pintura.
No puedo negar que también existen hombres que se maquillan. Son una absoluta minoría en comparación a la cantidad de mujeres que lo hacen. El maquillaje es algo más que vanidad. Las dietas y las cirugías estéticas también pueden ser consideradas machistas, pero opté por el maquillaje porque es mucho más masivo que las anteriores. Generalizaré y mucho, a veces de forma que parecerán grotescas pero debo hacerlo porque el machismo es un problema global. Siempre hay excepciones, quizás éstas aumenten con el tiempo pero el problema sigue ahí.
No me interesa hablar de la historia del maquillaje, ni qué inicio su uso, ni qué lo hizo popular. Me enfocaré a lo que veo ahora, a mi alrededor. Apunto a descubrir lo que conlleva usar pintura en la cara; todo lo que se le puede atribuir considerando estereotipos y prejuicios
Si eres una lectora quizás la primera idea que irá a tu cabeza será “Yo lo hago por mí, me pinto porque me gusta”. Si eres un lector... siendo sincero, no tengo idea qué podrás pensar pues no se qué te hace leer este texto ni qué te motiva a seguir leyendo. Ahora tú sin importar tu sexo, te preguntas cuál será la motivación que tiene una mujer en seguir leyendo esto. Es muy simple, ella se sintió atacada y querrá seguir leyendo para saber qué otras estupideces seguirá diciendo el tipo que escribió esto. Es obvio, las entiendo. Yo también me pondría furioso si alguien me dice que algo que hago a libre voluntad, para mi propia persona y ejerciendo mi libertad de hacerlo, es algo que en el fondo lo hago por obligación, porque me lo impusieron, que soy tonto por creerme libre y no darme cuenta. Alguien me podría decir que me impusieron mis ganas de jugar fútbol (el deporte que más practico y disfruto), que mi padre me alentó a jugar desde niño, que lo hice por encajar en un lugar, por amigos o la misma televisión me lo inculcó debido a que es el deporte más transmitido del mundo. Eso me haría enojar pero no puedo negar que quizás tenga razón.
Es estúpido generalizar y decir que todas las mujeres usan maquillaje porque se lo impusieron y nunca dejarán de usarlo. Muchas podrán dejarlo sin problemas, no se les caerá la cara, ni se les resecará la piel, ni se les achicaran los labios ni los ojos. Tampoco se morirán socialmente o se verán más feas... ¿o sí? ¿Acaso no usar maquillaje amerita un suicidio social? ¿No la predispone a ser objetivo de burlas y comentarios? ¿Acaso una mujer es fea si no usa maquillaje? ¿La belleza de una mujer consta sólo de su apariencia y no hay algo que valga más?
No quiero terminar haciendo una crítica social y decir que las mujeres son vistas como objetos en esta sociedad machista. Todos y todas sabemos eso. A lo que quiero apuntar es a que las mujeres se den cuenta que existe machismo en todos lados, incluso en sus decisiones personales a pesar de que ninguna figura masculina las esté obligando a usar pinturas en sus caras. Es una imposición hecha por cada mujer sobre ella misma. Muchas dirán que son gustos, que lo hacen porque quieren, que es su libertad. Yo planteo que lo hacen para verse más femeninas. Deben verse así porque son mujeres y las mujeres son femeninas. Así mismo, un hombre debe hacer cosas rudas y de machos para verse como “hombre”.
Quién dice lo anterior es la cultura, la costumbre y la televisión, esta última nos muestra cómo debe verse el ideal de mujer, cómo debe actuar, qué debe pensar y qué debe decir. Todas y todos sabemos cuál es el modelo de mujer que se muestra en la pantalla. Dudo que más de alguna imite sus acciones porque las mujeres en la tele sólo están para entretener y obedecer a los hombres meneando sus caderas y mojando sus poleras. No creo que muchas piensen como las de la caja tonta, que solamente hablan de farándula, moda o productos de belleza (?). Pero muchas intentan imitar la apariencia de las tipas de TV, de eso estoy seguro. El maquillaje es usado por las mujeres normales (consideremos “normal” a cualquiera fuera de la falsa realidad de la TV) con el fin de ocultar “defectos”, busca perfeccionar su rostro, busca hacerlo tan perfecto como los rostros de la TV que ven día a día no sólo en la pantalla, ya que muchas veces las mismas caras se repiten en gigantografías en las calles o publicidades en diarios.
Probablemente el contraste entre la “realidad” en la TV y la realidad en el mundo natural hace que las mujeres sean más duras con sus rostros, les hace exagerar pequeños defectos. Una mujer siempre debe estar bella, bonita, arregladita y “presentable” (y piensa en todas las interpretaciones de “presentable” que puedas encontrar). Eso nos muestra la TV, donde las mujeres “importantes” siempre se muestran así y la falta de arreglos es característico de los papeles insignificantes como público o entrevistada en la calle. Una persona bien presentada es importante, eso nos enseña la caja tonta. Ya que la TV está tan inmersa en nuestra vida, es obvio que las mujeres sentirán que es normal pintarse. Lo hemos visto desde niños y niñas. Siempre estuvo presente en nuestra formación. Aquí es cuando vuelvo a decir “Se les ha sido impuesto”, y no hablo de la misma acción de maquillarse sino del “gusto” por hacerlo. Sí, estoy diciendo que les impuso el gusto de pintarse por todo lo que conlleva, toda la femineidad que representa y costumbre de verlo como algo común y “natural” entre las otras mujeres que las rodean. Lo hacen para sentirse bien con ellas mismas. Incluso si algunas no lo hacen, se llegan a sentir “incompletas” o feas y ahí es cuando surge la necesidad de pintarse.
Una mujer también puede usar el maquillaje como una herramienta y usarlo de manera provechosa. Algunas se han arreglado más de lo usual para obtener un puesto de trabajo. Otras han “engatuzado” a un hombre para obtener lo que quieren. Quizás solamente lo han usado para verse “bien” en situaciones donde se requiera una cierta formalidad. Hasta se puede usar como defensa; recuerda esos polvos, cremas o pulverizadores que pueden reducir a un delincuente dejándolo ciego. Incluso si son espías internacionales (que por supuesto deben tener buena apariencia) pueden usarlo como una arma o defensa contra enemigos, o como explosivo destruyendo los barrotes de su celda para arrancar de su encierro luego de ser descubiertas y secuestradas... No lo niego, son miles los usos que se le pueden dar al maquillaje. El que yo veo relevante es el uso en la vida diaria de las mujeres, en su cotidianeidad. Paradójicamente, me parece relevante porque aparenta ser efímero e intrascendente. Se le considera un bien suntuario del cual se puede prescindir pero no es así. Según estudios del grupo L'Oréal realizados a 4 mil mujeres en 5 países europeos, indican que aún en crisis económica 9 de cada 10 mujeres no redujeron su consumo en maquillaje. Los polvos y las pinturas son parte de sus vidas, muchas incluso llegan a sentirse “desnudas” si no están maquilladas.
El maquillaje puede actuar como “máquina del tiempo”. Existen mujeres viejas que lo usan para esconder arrugas y verse más jóvenes. Muchas niñas lo usan para aparentar ser más adultas. Bueno en conclusión se buscaría ser jóvenes. No puedo continuar la idea porque si lo hago colapsa sobre sí misma. Y las mujeres jóvenes ¿qué es lo que buscan? ¿Ser más jóvenes? Podrían buscar o llamar la atención, hacerse más “bellas” para resaltar y hacer imposible ignorarlas captando las miradas de los hombres. Cuando una mujer camina por unas cuantas cuadras y se da cuenta que un gran numero de hombres le quedaron mirando, se preguntará el por qué y se responderá “Estaré muy bonita, hermosa y casi irresistible” y no pensará en los colores llamativos que lleva en su rostro (recuerda lo que “llamativo” significa). Por supuesto que su autoestima subirá, se sentirá importante, validada y hasta sentirá satisfacción. No digo que sea malo estar feliz con tu cuerpo, al contrario. Siempre es necesaria una autoestima que sea más alta que baja y la apariencia ayuda mucho... pero que necesites de unas miradas de unos cuantos hombres para sentirte valorada como persona y validada como mujer lo veo horrendo.
Si alguien duda de la idea anterior lo o la invito a realizar el estudio conmigo; basta con que un grupo de hombres mire a una mujer pasando por la calle y a la otra cuadra le hagan una encuesta sobre su autoestima... los valores estarán en las nubes. Pero esta idea coincide con el mundo machista en que nos vemos inmersos. Se limita a la mujer a un florero que adorna el paisaje, a un objeto donde “la belleza en una mujer es sólo su apariencia”. Esta es una afirmación muy repudiable y odiable, el problema es que muchas mujeres la reafirman cada día. Existe belleza en lo que siente, piensa, dice y hace una mujer (y toda persona en general). No es solamente como se ve en el exterior, es mucho más y no es necesario que “corrijan” o resalten elementos en sus caras con unos cuantos colores. Hay belleza en todas las personas. Encontrar y admirar esa belleza debería ser lo entretenido de una relación, y no sólo una relación de pareja, en todas; ¿acaso te atreverás a negar que hay belleza en un gesto de amistad? No puedes. La belleza se debería observar a medida que conoces a alguien y no intentar exponerla, disfrazarla o pintarla en tu cara.
Una mujer no es libre completamente, así como tampoco lo es el hombre. El concepto de libertad al que podemos optar es muy limitado. Yo dudo y me cuesta imaginar lo que podría ser la libertad en su máxima expresión. Libertad de pensar, sentir, decir y actuar sin restricciones (obvio considerando la única regla: no dañar a otra persona). Pero cuando nos restringimos al concepto de libertad en que nos vemos inmersos, una mujer no es “tan” libre como un hombre. Si considero algo externo, ella debe estar siempre atenta de su apariencia y ser “señorita”. Por supuesto que yo al igual que tú, considero esta última como una idea extremadamente machista, pero aún ocurre. Aún se ve en nuestra vida. Poco a poco se van exterminando estas erróneas ideas. A veces se ve como si no avanzáramos mucho. Si una mujer sale a la calle sin “arreglarse” probablemente sea el blanco de muchos comentarios hostiles de mujeres que se terminan viendo entre ellas con ojos masculinos. Existe una presión social que no todas pueden soportar. Deben converger al ideal de mujer. Deben ser femeninas. Deben ser como el estereotipo de mujer que todos y todas esperamos que sean, porque eso es una mujer...
Por otro lado si considero un aspecto interno, muchas mujeres piensan y sienten que pintadas son más bellas. Esto se basa en el latente prejuicio de que una mujer es fea si no está maquillada o que necesita mejorar su rostro, porque “la cara es el espejo del alma”... que basura más grande. Hay miles de formas de modificar una cara y hacerla parecer más bondadosa, y esto no garantiza que esa persona sea como muestra su rostro. A continuación citaré un fragmento de una entrevista realizada a la escritora egipcia Nawal Al Saadawi:“-Hay muchos tipos de velo (…) El tercer velo, que yo llamo el velo posmoderno, es el maquillaje.-Pero el maquillaje es optativo, el velo es una imposición.-No, no puedes elegir. Te lo impone la televisión y el libre mercado. Estamos presionados por los anuncios y el libre mercado, la globalización (…)-¿No le parece importante verse bien a una misma?-Sí, pero ¿cuál es la imagen que me gusta de mí misma? Es la que le gusta a la gente, no la que me gusta a mí. La gente y especialmente los hombres, que tienen poder, quieren que seamos femeninas, con los pendientes, con los collares, los pechos, las pantorrillas. Esa es la moda, la moda capitalista (...)”Esta psiquiatra critica el concepto de belleza que cada una tiene sobre si misma. Apunta a evitar que te digan cómo debe ser tu apariencia y tú reconocer cómo es tu belleza. Quizás creas que esa reflexión sobre las palabras de la escritora fue inadecuada y puse palabras en su boca, no lo creas. Es una feminista que siempre apunta a la liberación de las mujeres y la idea que escribí está relacionada a las suyas.
Me fue difícil escribir este texto. Simplemente no encontré más información sobre el maquillaje que ese fragmento de entrevista. Para mí era una verdad oculta y las verdades no se esconden. Es simplemente lo que veo y al parecer esta situación se seguirá reproduciendo durante mucho tiempo más. Por si no te diste cuenta, fui inconsecuente. Hablé de las mujeres como objetos y terminé haciendo una crítica social cuando dije que no lo quería hacer. No lo pude evitar porque ésas son las raíces del problema. Como dijo Simone de Beauvoir en el “Segundo Sexo”, una mujer se hace, no nace. Se hace en función del hombre y para éste. Al final son lo que fueron desde un principio. Desde que nacieron su destino estuvo escrito. Su apariencia es la única que importa. Yo grito que son tontas por aceptar eso y no valorarse como deben. Quizás lo hacen porque de verdad no son libres, nunca lo fueron y no lo serán hasta que se den cuenta de que su apariencia no es tan importante, que sus intereses y los elementos que componen sus vidas las representan más que la forma en cómo se ven.
- depilarse es una cuestión de higiene, los pelos dan malos olores- yo me depilo porque me gusta sentirme pulcra- las mujeres que no se depilan son un asco- las mujeres que no se depilan quieren parecerse a los varones- etc. etc.
No, no dejaria de depilarme , pues es un signo de pulcritud y limpieza, sobre todo las axilas
sera mas natural no hacerlo, no me gusta, produce rechazo es asqueroso.
en el hombre es diferente.
Nosotros nos tenemos que afeitar la barba.Ahora bien, no tiene nada que ver la imposición de depilación de las mujeres con la imposición del afeitado de barba entre los varones.
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David Beckham |
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George Clooney |
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Harrison Ford |
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"Viva Papá" de Ana von Rebeur |
De acuerdo con una investigación de mercado encargada por Alto Palermo, nueve de cada diez mujeres disfruta ir de shopping. Sin embargo, el porcentaje cae abruptamente cuando se consulta a los hombres. Conscientes de este fenómeno, la desarrolladora Retco decidió incluir una guardería para hombres en el shopping que se prepara a inaugurar en agosto próximo, en la ciudad de Ushuaia.
Foto: Agencia Mendoza |
Yo escucho el "sueño de amor" de Frank Lizst, y me digo: "Esto podrìa escribirlo una mujer?".
No. De ninguna manera, mujer. Sigue participando. Sigue aprovechándote de la única ventaja que la vida te ha dado : Ser madre.
No quieres serlo? No sirves.
Los logros personales son casi imposibles en las categorías humanas a las que se mantiene colectivamente en una situación inferior. "¿Adónde se supone que podemos ir con esas faldas?", preguntaba Marie Bashkirtseff. Y Stendhal: "Todos los genios que nacen mujer están perdidos para la dicha del público". A decir verdad, no se nace genio: se hace; y la condición femenina hizo que hasta ahora este devenir fuera imposible.
Los antifeministas sacen del análisis de la historia dos argumentos contradictorios: 1º las mujeres no han creado nunca nada grande; 2º la situación de la mujer nunca ha impedido el desarrollo de grandes personalidades femeninas. En esas dos afirmaciones hay mala fe; los logros de algunas privilegiadas no compensan ni excusan el rebajamiento sistemático de su nivel colectivo; y el hecho de que estos logros sean escasos y limitados prueba precisamente que las circunstancias les fueron desfavorables. Como lo dijeron Christine de Pisan, Poulain de la Barre, Condorcet, Stuart Mill, Stendhal, la mujer nunca tuvo oportunidades en ningún campo. Por eso hoy, muchas reclaman un nuevo estatus; y nuevamente, su reivindicación no es el ser exaltadas en su femeneidad: quieren que en ellas mismas como en el conjunto de la humanidad la trascendencia se imponga sobre la inmanencia; quieren por fin que se les otorguen los derechos abstractos y las posibilidades concretas sin la conjugación de los cuales la libertad sólo es una mistificación (*). Esta voluntad está camino a cumplirse. Pero el período que estamos atravesando es un período de transición; este mundo que siempre perteneció a los varones todavía está entre sus manos; las instituciones y los valores de la civilización patriarcal sobreviven en gran parte. Los derechos abstractos están lejos de serles reconocidos a las mujeres en todos lados: en Suiza, siguen sin poder votar; en Francia, la ley de 1942 mantiene bajo una forma atenuada las prerrogativas del esposo. Y los derechos abstractos, lo acabamos de decir, nunca fueron suficientes para garantizar que la mujer pueda tener una toma concreta del mundo: entre los dos sexos, aún no hay hoy en día una verdadera igualdad.
(*)Aquí también los antifeministas juegan con un equívoco. De pronto, y desconsiderando la libertad abstracta, se exaltan acerca del gran papel concreto que la mujer sometida puede desempeñar en este mundo: ¿qué es lo que reclama? Pero, del mismo modo, desconocen el hecho de que la licencia negativa no abre ninguna posibilidad concreta, y reprochan a las mujeres abstractamente liberadas el no haber demostrado lo suyo.
(Más de este texto aquí)
"La primera vez que me “piropearon”, yo tenía 12 años recién cumplidos. Era muy nena, muy inocente, y recuerdo haberme sentido muy incómoda, y haberme sentido culpable por lo que me habían dicho.
Había ido a la esquina de mi casa a comprar un helado en cucurucho. Volvía a mi casa lamiendo mi helado, cuando un hombre de unos 60 años me siguió y me empezó a preguntar: “¿Es rico ese helado? ¡Qué lindo cómo lo chupás!”
Me sentí muy culpable de estar chupando un helado, porque aunque ni sabía que existía la felatio, entendí la alusión sexual y pensé claramente que yo había provocado eso.
Nunca más en mi vida pude comer un helado en cucurucho sin tener esa sensación de estar provocando a los hombres…"
"El acoso en las calles nos ha enseñado a guardar silencio, pero eso puede cambiar. No debemos de tolerar el acoso en nuestras casas, en el trabajo ni en la escuela; y por eso mismo no lo vamos a tolerar en las calles. Al contar tu historia conviertes una experiencia aislante y solitaria en una que se comparte. Esto hace que la atención deje de estar puesta en ti y sea puesta en el acosador. Y finalmente, te vuelves parte de una comunidad mundial que te apoya."Por último, un toque de humor con algo encontrado en el grupo de Facebook "No al acoso callejero o "piropos" (violencia verbal a las mujeres)":
"Nunca he sido capaz de averiguar exactamente en qué consiste el feminismo; sólo sé que la gente me llama feminista siempre que expreso sentimientos que me diferencian de un felpudo" (Rebecca West)Advertencia: antes de decir que el feminismo promueve lo mismo que el machismo, pero al revés, recomiendo enfáticamente leer la definición de "feminismo" que escribo abajo. Por otro lado, recomiendo la lectura de las FAQ antes de decretar cosas como "odiás a los hombres" o "sos una paranóica".