viernes, 30 de octubre de 2009

¿Y? ¿Ya tenés novia?

Indefectiblemente, a los niños se les pregunta si tienen novia, y a las niñas si tienen novio. No importa que tengan tres, cuatro, cinco años, ya se les atribuye atracciones hacia el sexo opuesto.

Siempre hacia el sexo opuesto. Claro.

Enfureciendo a mucha gente, cuando escucho este tipo de pregunta idiota(*), agrego: "¿O novio?" si se trata de un nene, "¿o novia?" si se trata de una nena.

Miradas escandalizadas de los padres, a punto de saltarme a la yugular, con aires de estar machucando entre sus dientes: "Delante del nene no, pero después te voy a reventar".

Claro, porque según ellos, la homosexualidad se adquiere en la infancia, por influencias, educación (perdón: mala educación), y yo qué sé otra cosa más . Es más, la gente que no sabe un sorete acerca de la homosexualidad habla de "elección". Como si los homosexuales eligieran serlo.

Gente, lamento decepcionarles, pero los homosexuales no eligen serlo. No más que los heterosexuales eligen ser atraídos por el sexo opuesto.

Uno o una no elige ser homosexual: lo es, y punto. No sé si es un tema de hormonas, de genes o de pindonga ni me interesa. Yo creo que homosexual se nace y listo.

Lo que sí es largo es el descubrimiento de que uno o una es homosexual. Desde que nacemos nos ponen el chip heterosexual. Por default, somos heterosexuales. A los niños se les pregunta si tienen novia, y a las niñas, si tienen novio. Toda la vida, desde que nacemos, recibimos mensajes que nos ponen en el casillero "heterosexual". El cine, las publicidades, la escuela, las revistas, los libros, en todos lados, los niños y las niñas reciben conminaciones a ser heterosexuales. Se dice a un varón que "no sea maricón", significándole que ser gay es algo negativo.

¿Cómo pretender que un infante se dé cuenta enseguida de si es homosexual? Es casi imposible que lo pueda hacer antes de la adolescencia o incluso la edad adulta, porque uno mismo se cree, por default, heterosexual. Ser homosexual es lo anormal, lo fallado. Primero se piensa en la heterosexualidad. Luego, si algo "anda mal", bueno, a ver, pensemos, ¿ese chico será gay, que no nos trae a ninguna noviecita? ¿Esa chica será trolita, que nunca se pinta y prefiere el pelo corto?

Por lo general, cuando hago la pregunta fatídica "¿o novio?" a un varón y "¿o novia?" a una chica, sus padres, ya con baba espumosa en la boca de lo rabiosos que están, me escupen: "¿Qué? ¿Vos querés hacerlo gay?".

O sea. Porque yo, una vez, le pregunto acerca de alguna atracción por alguien del mismo sexo, ¿voy a tener una influencia tal que voy a modificar su orientación sexual, cuando este mismo chico recibe millones y millones de mensajes por día que lo conminan a ser heterosexual?

Vaaaaamos, padres y madres, no sean ridículos, tanta influencia no tengo en los chicos...

Aparte creo una cosa: si homosexual se nace, creo que al contrario, escuchar esa pregunta puede ser beneficioso para el chico o la chica. Por una vez, alguien va a significarle: "Es absolutamente normal que sientas atracción por alguien del mismo sexo". Si ese chico o esa chica es homosexual, ¿se imaginan el alivio que va a sentir, aunque sea inconscientemente, por una vez? Quizás mi pregunta quede en algún rinconcito de su cerebro, y le retumbe cuando se sienta anormal o rechazado... Digo, si tanto influencia tengo, que sea positiva, ¿no?

Así que seguiré agregando mi preguntita pérfida cada vez. Los padres me odiarán, pero si ese chico o esa chica es gay, en algún lugar de su mente me lo estará agradeciendo.


(*) ¿Es razonable preguntar a un niño o una niña de cuatro o cinco años si tiene novio o novia? ¿Es razonable sexualizarlos desde tan chicos? ¿No tendrán tiempo suficiente para esas cosas? ¿Desde tan chicos hay que enchufarles el tema de la seducción? ¿No les pueden dejar vivir su infancia en paz, que ya tendrán tiempo para esas cosas? .

miércoles, 28 de octubre de 2009

La felicidad de los hombres

Excelente ejemplo de lenguaje en el que se considera que lo masculino es lo universal, lo general, lo global. Clarín titula: "La fórmula de la felicidad: casarse con una mujer más educada y al menos 5 años menor", citando un oscuro estudio británico.

¿La felicidad para quién? Para los hombres heterosexuales, claro. Al poner "casarse con una mujer", el o la periodista muestra que está hablando de hombres heterosexuales, no de la humanidad en su conjunto.

Un título menos sexista habría sido: "La fórmula de la felicidad para una pareja heterosexual: que la mujer le lleve cinco años al hombre y sea más educada". Ahí, el sujeto ya no era "el hombre que se casa con una mujer", sino "la pareja".

Pero para eso, hay que tener consciencia de que "la humanidad" no significa "los hombres heterosexuales".

Algo todavía demasiado complicado para la mayoría de la gente...

De todos modos, no sé si una pareja duradera es garantía de la felicidad... Pero ya es otro debate...
.

martes, 27 de octubre de 2009

14 años, mamá y baleada

"Drama del paco", relató Clarín hace pocos días: "matan a una embarazada de 14 años". Luego el diario cuenta la historia desgarradora de una chica de 14 años mamá de una beba de ocho meses y embarazada de cuatro meses, baleada por su pareja o su hermano, no se sabe muy bien, ambos drogados en el momento del crimen.

Lo que no se comenta es: ¿cómo puede ser que una nena de 14 años tuviera una hija de ocho meses y estuviera nuevamente embarazada? Quiere decir que la primera vez que quedó embarazada tenía 13 años.

¿Educación sexual desde la escuela primaria? Qué va, eso sería fomentar el sexo entre los jóvenes, dice la Iglesia católica... ¿En qué momento el no tener educación sexual ayudó a esa chica y a su compañero a no tener sexo?

¿Qué futuro podía tener esa chica de todas formas? ¿Un hijo por año? ¿Ése era su destino?

Considero que la Iglesia y todos los mal llamados "pro-vida", que no solamente están en contra de la legalización del aborto, sino también de la educación sexual y de la distribución gratuita de anticonceptivos, son responsables de los 400.000 abortos que se practican todos los años en Argentina y de los miles y miles de embarazos de niñas y adolescentes, que deberían estar en la escuela formándose para su futuro en lugar de dar la teta.

Acuso a la Iglesia, acuso a los que se oponen a la libre elección, a la educación sexual, a la anticoncepción, a los DIU, a la pastilla del día después, al aborto legal, de ser directamente responsables de las muertes por aborto séptico y de la miseria de las nenas que empiezan a parir a los 13 años.

Los abortistas son ellos, y no las personas sensatas que reclaman educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir.
.

jueves, 22 de octubre de 2009

Ser madre, lo más lindo que le puede pasar a una mujer

¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase trillada? ¿Cuántas veces hemos leído en una revista que tal actriz consiguió su "rol más lindo: mamá"? ¿Cuántas veces han entrevistado a mujeres sobre su maternidad y han elegido contar experiencias siempre positivas?

Y como corolario, ¿cuántas veces hemos escuchado que el embarazo y el parto son los momentos más lindos que puede vivir una mujer? ¿Cuántos testimonios hemos escuchado acerca de lo hermoso que es llevar un ser en el vientre, y el momento único que es el alumbramiento, y toda una serie de descripciones llenas de rosas y corazones sin ninguna sombra?

¿Y cuántas veces nos han dicho que "lo mejor para el bebé es darle la teta durante dos años"?

Todos estos discursos son muy lindos, pero completamente culpabilizadores para las mujeres que no viven las cosas de esa manera. Y las hay. Y muchas. Y el choque con la realidad puede ser terrible para todas aquellas que se comieron el discurso de que todo es siempre lindo, y para las que embarazo, parto, lactancia y maternidad terminan siendo sinónimo de dolores, molestias, heridas, degarros, o depresión.

Olvidemos por un momento que se puede ser mujer y no tener ni querer hijos, y que la felicidad de una mujer no pasa necesariamente por la maternidad, que existen muchísimas maneras de sentirse plena sin necesidad de pasar por tener cría.

Olvidemos también por un momento que un embarazo no deseado puede ser vivido como una tortura o una violación (ni hablar un parto no deseado).

Hablemos solamente de las mujeres que quieren tener hijos y deciden por voluntad propia quedar embarazadas.

Pero... ¿por voluntad propia? Desde el vamos, esta decisión muchas veces no es tal, sino impuesta socialmente. Nos machacan tanto el cerebro con que tenemos que tener hijos sino no vamos a ser felices (ni bien nacemos nos enchufan muñecas y nos enseñan a cambiarle los pañales, nos hablan de "cuando" tengamos hijos, nunca de "si" tenemos hijos, etc.) que la inmensa mayoría de las mujeres ni siquiera se plantea si los quiere realmente o no. Ni se lo cuestiona. Hay que tener hijos para ser una mujer feliz y plena, punto y aparte.

Pero además, en general, no saben bien en qué se meten. Creen que tener hijos es mirarlos jugar y crecer y morirse de amor viendo sus caritas de ángeles inocentes. Recientemente, una amiga que trabaja en su casa me contó que cuando decidió tenerlo, sin pensarlo demasiado, estaba convencida de que con su bebé, podría seguir trabajando sin problema, mientras él jugaba solo. "Pensé que estaba buenísimo porque podría trabajar, y al mismo tiempo tenerlo cerca para abrazarlo y darle besitos cuando se me antojara", me dijo, visiblemente influenciada por la imagen siempre positiva y libre de problemas que se da de la maternidad.

A los pocos días de nacer el bebé, se dio cuenta de la realidad que le ocultaron. El bebé se la pasa llorando, cada dos o tres horas hay que dejarlo todo para amamantarlo, la sesión muchas veces dura más de media hora y te deja agotada, cuando no dolorida, es imposible dormir a la noche, con lo cual lo único que una quiere durante el día es descansar, y eso no se puede porque el bebé es muy demandante. Y cuando crece y empieza a gatear, peor todavía, hay que vigilarlo constantemente, estar con él, jugar con él. ¿El padre? Bien gracias, afuera todo el santo día.

¿Alguien le advirtió de que sería así? ¿Alguien le contó: "Mirá que la cosa no va a ser tan fácil, que ocuparse de un bebé las 24h del día es agotador y que es probable que el padre a lo sumo cambie un pañal cuando vuelva de trabajar"?

No. La gente prefiere obviar esos detalles y hablar solamente de lo "lindo" y "enternecedor" que son los bebés. Tan enternecedores que más de una vez escuché a amigas que acababan de tener a un bebé que tuvieron la fantasía de tirarlo por la ventana después de escucharlo gritar desaforadamente durante una hora seguida sin que nada pudiera calmarlo... O que se aburrían soberanamente al cabo de dos semanas de llevarlo a la plaza y no saber qué más hacer con un ser cuya conversación es muy limitada y que no nos ayuda precisamente a realizarnos como personas.

Claro que me contaban eso con un cargo de culpa enorme, pensando en lo espantosas que eran por decir eso, cuando todos te aseguran que ocuparse de un bebé es la actividad más gratificante del planeta.

Pero parece que esas cosas no se cuentan, a ver si las mujeres empezamos a pensarlo dos veces y nos negamos a tener hijos, o en todo caso retrasamos el momento de tenerlos. O exigimos que sean nuestros compañeros los que se queden en casa y nosotras vayamos a trabajar...

En cuanto a embarazo y parto, lo mismo. El discurso mayoritario es: "Bueno, sí, en el embarazo hay molestias, en el parto hay dolores, pero después, estás tan feliz que te olvidás de todo". Y sí... Mejor olvidarse, porque a veces el parto puede ser una tortura tal que si una no se olvida, no se vuelve a embarazar ni de casualidad.

El embarazo, momento de plenitud para la mujer... Sí, y momento de náuseas, de vómitos, de hemorroides, de infecciones urinarias, de retención de líquidos, de várices, de estrías, de dolor de espalda.. Pero no te cuentan esos "pormenores". Y si lo hablan, te lo minimizan: ¿cómo te van a importar algunas estrías si estás llevando a tu Hijo en el vientre? Por lo general, los que dicen eso son los hombres, que nunca tendrán que pasar por eso, y que aparte son los primeros en reprocharte tus defectos físicos y en dejarte por una pendeja de 20 años cuando tengas 45 y estés hecha mierda después de tres embarazos y tres partos y tengas las tetas caídas porque amamantaste durante seis años.

Y ojo con quejarse. Si te quejás, es porque no sabés apreciar ese don de la naturaleza.

Y ni hablar de la carnicería que puede llegar a ser un parto. Claro, cuando hablo de carnicería para un parto, me miran horrorizados. Yo lo lamento, pero no podría asistir ni en pedo a una operación quirúrgica, por ejemplo. No soporto la sangre, las heridas, los cortes. Y la mayoría de la gente es como yo. Pero un parto, aaaaah, un parto es distinto, un parto es hermoso...

¿En qué es hermoso? No porque al final haya un bebé de por medio deja de ser, en el mejor de los casos, muy impresionante (¿cuántas historias escuchamos de padres que se desmayan?), y en el peor, repugnante. En un parto, no solamente hay sangre y cortes (la episiotomía, inútil en el 90% de los casos, pero muy cómoda para el obstetra, y de la que nunca hablan, te la imponen sin preguntarte), sino también mierda. Y sí, es probable que una persona, si puja mucho, se cague (y no hablo de los hemorroides, con la mierda creo que me hago entender lo suficiente).

¿Cuentan eso a las mujeres que van a dar a luz por primera vez? No, o se minimiza. Como si cagarse delante de varias personas fuera una anécdota. Un acto que durante nuestra vida entera hemos hecho en total intimidad, porque tenemos pudor, y que hemos tratado de tapar con música en el momento decisivo o con desodorantes de ambiente para que nuestra pareja no se entere, de repente lo hacemos delante de nuestro compañero, las/los enfermeras/os, las parteras, el o la médico/a, con ruido, olor y todo... Y se supone que no nos tiene que importar, no nos tiene que dar vergüenza o asco. De repente, ya no somos seres humanos con pudores, somos animales y tenemos que sentirnos únicamente animales.

Y nuevamente, ojo con quejarse. Si lo hacemos, es porque no entendemos lo hermoso del asunto...

Solamente a las mujeres se pide que se olviden de conceptos como el pudor, la vergüenza. Muchos hombres afirman que en ese momento te olvidás de esos conceptos, ¿pero acaso ellos estarían dispuestos a perder el pudor así nomás? ¿Ni un poquitito de vergüenza les daría cagarse delante de su compañera? Cuando pregunto a un hombre si cagaría delante de su compañera, me dice: "Ni en pedo". Pero cuando le comento algo acerca de la vergüenza que puede sentir una mujer en el momento del parto, contesta: "Ah, pero no es tan grave, en ese momento no te importa nada".

Yo no creo que nadie, ni hombre ni mujer, pueda cagarse con las patas abiertas delante de todos (y en particular delante de su compañera/o) y no sentir vergüenza. Pero algunos hombres son los primeros en decir: "Peeeeero, cómo te va a dar pudoooor, estás dando a luz a tu bebéééé, es el momento más lindo de tu viiiiiida, qué te importa ese detaaaaalle". Sí, y mientras tanto ellos están vestidos y de pie al lado nuestro, no cagando delante de todos con una enfermera limpiándoles el culo como si fueran bebés.

Si cagarse delante de todos es tan anecdótico, propongo que el hombre, antes o después del parto, cague delante de su compañera, tirado en la cama y con las piernas abiertas. Así, ambos se habrán visto en esta situación tan vergonzoza y estarán a mano.

Luego viene el momento de amamantar, con el verdadero terrorismo psicológico que existe alrededor de un acto que tendría que relevar de la voluntad de la mujer y únicamente de la mujer, dado que se trata de su cuerpo.

Que tenga información acerca de las ventajas y desventajas de cada una de las opciones, me parece bárbaro. Esta entrada es justamente acerca de tener la mayor cantidad de información posible. Pero decretar así nomás que, en todos los casos, "lo mejor para el bebé es la teta hasta los dos años", me parece horriblemente culpabilizante para las mujeres que no pueden o no quieren amamantar, o no lo quieren hacer tanto tiempo.

He visto a una amiga mía llorar del dolor cada vez que amamantaba, la he visto llorar desde antes mismo de que el bebé se acercara a su pecho sabiendo el dolor que la esperaba. Lo intentó varios días y decidió dejar de intentarlo. La culpabilizaron con todo.

¿Dar la teta llorando del dolor es realmente lo mejor para el bebé? ¿Dar la teta es siempre la mejor opción para el bebé, aunque sea con una madre estresada y odiándolo por infligirle tanto sufrimiento, como le pasó a mi amiga, que veía a su bebé como una especie de instrumento de tortura que había nacido para hacerla sufrir?

¿Hasta dónde nos van a pedir que nos sacrifiquemos con la eterna excusa del amor materno?

Yo creo que lo mejor para el bebé es proporcionarle amor y contención y cariño, no sacrificarse, hacer las cosas sin ganas, por obligación, y terminar odiándolo por lo que sentimos. Yo no creo en el sacrificio como prueba de amor. Y mucho menos para un bebé, porque lo más probable es que cuando crezca, si hemos hecho las cosas por obligación y si lo hemos padecido, le recordemos a qué punto nos hemos sacrificado por él, hemos sufrido por él, cosa que él nunca pidió, y probablemente le provoque algún tipo de trauma o de culpa.

Estos discursos culpabilizan a las mujeres que no viven su embarazo o su parto o la lactancia como una bendición y que han sufrido durante esos procesos. Se sientan malas mujeres, malas madres, entonces se callan la boca porque nadie quiere escuchar que la pasan o la pasaron mal. En todo caso, se les dice: "Cuando veas a tu bebé te olvidarás de todo". Y si no se olvidan, que se jodan.

Nena, si te dijimos que era lo más lindo del mundo, ¿qué nos venís a hinchar los huevos con tus problemitas?

Ah, y ojo con desatender a tu compañero durante el embarazo. Porque además de todos los problemas que puede acarrear el embarazo, encima se exige de ellas que sean sexys y siempre dispuestas. ¿Cuántas veces hemos escuchado que las mujeres embarazadas siempre tienen ganas de tener sexo porque tienen las hormonas a full? Y las que no sienten ganas, que están hartas de vomitar, de sentirse gordas, de que les duela la espalda y las tetas, que se jodan, encima tienen que ponerse lencería sexy y ocuparse de mantener alegre al muchacho, a ver si se harta y se va con otra... O sea, además de tener que soportar el embarazo, se tienen que ocupar de calentar a su compañero.

A mí me parece que todas estas visiones angelicales del embarazo, el parto, la lactancia, la maternidad, son para ocultar una realidad que puede ser muy distinta ("suavizar el horror", dijo mi psicoanalista), porque si las mujeres supieran todo eso, se lo pensarían dos veces antes de tener un bebé. O, en todo caso, esperarían a ser más maduras para tenerlo.

Y no estoy diciendo que el embarazo, el parto, la lactancia, siempre sean un horror. Digo que pueden serlo, y que ocultarlo a las mujeres con discursos siempre positivos no es la mejor manera de permitirles que elijan con libertad.

Sí estoy a favor de que se muestre al embarazo, el parto, la lactancia, como momentos que pueden ser positivos y agradables. Pero no estoy a favor de que se oculte que también pueden ser desagradables. Para una mujer, tendría que quedar claro que puede ser algo positivo, y también que algunas mujeres lo viven mal, porque física o psicológicamente es difícil, estresante y/o agotador, y que no pasa nada con eso, que es normal, tan normal como lo otro, y que no todas las mujeres lo viven de la misma manera.

Ninguna mujer debería sentirse culpable de vivir esos momentos como algo negativo.
Si la pasan mal, la pasan mal, y listo. Eso no quiere decir que serán malas madres u odiarán a su hijo. Creo que es mucho más probable que lo odien si, además, tienen que ocultar y callar el hecho de que sufrieron.

Tampoco estoy diciendo que hay que desalentar a las mujeres a tener hijos. Estoy diciendo que hay que darles toda la información disponible, lo bueno y lo malo, para que se puedan hacerse su propia idea y puedan hacer una elección real, y no impuesta por falsas expectativas y falsas promesas de felicidad infinita. Porque el choque con la realidad puede ser terrible si creen que todo va a ser siempre rosas y sonrisas. Y es la mejor manera de crear mujeres resentidas y que se la pasan reprochando cosas a sus hijos y haciéndolos culpables de todos sus males ("yo que sufrí 17 horas para tenerte", "yo que por culpa tuya tengo estrías", "yo que lloré todos los días amamantándote, sos un desagradecido").

Y sí, teniendo toda la información en la mano, probablemente menos mujeres tengan hijos, pero probablemente también esos hijos sean más deseados, con mayor consciencia, y criados con más placer, más entrega, más madurez y sabiduría y, sobre todo, sin rencores de ningún tipo.

PD luego de leer uno de los comentarios de mi nota: les recomiendo leer, como complemento, esta entrada escrita por una lectora de este blog. Habla más o menos de lo mismo, con un poco más de humor! :-)
.

domingo, 18 de octubre de 2009

¡¡Feliz día de la mucama!!


El tiempo pasa, pero las mentalidades no cambian... Nos siguen haciendo creer que lo mejor para regalar a las madres para su día son electrodomésticos. O sea, no un regalo que le guste, algo lindo, bonito, algo que ella desee, no, no: un electrodoméstico para que pueda seguir haciendo de mucama en la casa y que papá pueda seguir rascándose la panza como antes.

De hecho, Clarín sacó algo divertido al respecto el otro día: parece que según una encuesta de D'Alessio Irol, los hombres, a la hora de comprar un regalo a sus compañeras, prefieren consultarlo directamente con ellas para saber qué es lo que quieren (fue la opción más mencionada, 36%). Nada de tomarse la molestia de investigarlo discretamente y de caer con una linda sorpresa. "¿Qué querés que te compre?" y listo, a otra cosa mariposa, van, lo compran, y se olvidan del tema. Una muestra de cariño maravillosa...

Yo un regalo así, paso.

El 35% es más atento, prefiere guardar la sorpresa y pide consejos a hermanos, vendedores y amigos.

Pero parece que los que no preguntan nada, deciden comprar... ¡electrodomésticos!

Sólo que a ellas, oh sorpresa, según esta misma encuesta, no les gusta que le regalen aparatos para limpiar, cocinar o planchar, y preferirían que les regalen carteras, zapatos, perfumes o ropa.

A la flauta, ¿¿EN SERIO?? Por qué sera, pregunto yo...
.

martes, 13 de octubre de 2009

Contradicciones #3

Ultimamente, me estoy dejando crecer las uñas para disfrazarme de mujer-mujer. A veces me divierte. Pero muy rápidamente pasa algo que me recuerda lo incómodo que es ser mujer-mujer.

Como lo dije en otra entrada, parece que todo lo incómodo se enchufa a las mujeres: maquillaje que se te corre, esmalte de uñas que tarda horas en secarse, tacos que te hacen torcer los tobillos, y con los que no podés ir a más de 1 km por hora (ni hablar de correr un colectivo...), vestidos o polleras o pantalones apretados que te traban los movimientos, medias que se corren, uñas largas que se rompen, peinados que tardás horas en hacer y que un imbécil tarda segundos en deshacer al abrazarte, etc. etc.

Bueno, entonces me estoy haciendo crecer las uñas. Todo bárbaro, queda muy lindo con esmalte, estamos de acuerdo. Pero intenten escribir en la computadora con uñas largas. Se las regalo. O hacer cualquier actividad manual, de hecho, con uñas largas... Imposible. Lo único para lo que sirven es deshacer un nudo, despegar una etiqueta o sacar una astilla de la piel. Para el resto... una mierda.

En fin, estaba con un amigo enseñando mi nueva cámara de fotos. Apreto una tecla chiquitita, y claro, si lo hago con la yema del dedo, la uña larga toca la tecla de arriba y se me va todo al carajo. Entonces debo apretar con la punta de la uña. Grito de mi amigo: "Con la uña no, mamita, sos igual a mi madre, con la uña vas a estropear la tecla en dos segundos. Con la yemita, ¿ves?", hablándome como si fuera una tarada mental...

Lo irónico del asunto es que ese amigo es el primero en criticar el hecho de que yo no sea femenina, opinando que debería pintarme más, peinarme mejor, y dejarme crecer las uñas...

Eso es para poner en la categoría Contradicciones: te dicen de tener uñas largas, pero después te critican que no puedas usar los dedos correctamente.

¿Por qué no se van un poquito a la pija que los escupió con sus mandatos de mierda?
.

viernes, 9 de octubre de 2009

Tener ovarios

Hacen falta pocas cosas para ponerme de buen humor. Y me puso de buen humor algo que dijo... Diego Maradona. Sí, sí, Diego Maradona.

Maradona dijo, hablando de Mercedes Sosa:

"Ninguna mujer tiene ovarios como para cantar lo que cantaba ella".

Por una vez que alguien habla de "ovarios" y no de los masculinos "huevos" o "cojones" para hablar de coraje, valentía, bravura, pues me pone de buen humor.

Y ya que siempre resalto lo negativo, también me parece bueno resaltar lo positivo cuando sucede.

Bueno, mi felicidad será completa cuando alguien diga de un hombre valiente que tiene "ovarios". Al fin de cuentas, ¿cuántas veces se dijo de una mujer valiente que tiene cojones?

lunes, 5 de octubre de 2009

La pija que te escupió

Vieron que, al menos en Argentina, siempre insultamos a las mujeres cuando insultamos? La concha de tu madre, la puta que te parió, andá a la concha de tu hermana...

En España, algo cojonudo es algo bueno. Un coñazo, en cambio, es algo malo.

Bueno, yo les propongo modificar las cosas y empezar a insultar también a los hombres, los padres, los hermanos, el sexo masculino...

Así que propongo difundir masivamente insultos derivados de la pija en lugar de la concha:

La pija que te escupió
Andate a la pija de tu hermano
Por qué no te vas un poco a la pija de tu padre

etc. etc.
.

jueves, 1 de octubre de 2009

Las mujeres son masoquistas a las que les gusta sufrir

Hoy leo una nota en el diario La Nación titulada: "Ellas eligen zapatos que causan dolor".

En la nota, que cita un estudio estadounidense, se explica que "más del 60% de las mujeres dijeron que generalmente habían usado tacos altos o tacones, sandalias y chatitas, que son calzado considerado de alto riesgo para la salud de los pies".

Y concluye: "El estudio halló también que, cuando se trata de zapatos, los hombres eligen mucho mejor: menos del 2 por ciento usaba zapatos malos para el bienestar de los pies".

Ahora resulta que las mujeres son unas idiotas subnormales masoquistas que no saben elegir lo que es bueno para ellas, y los hombres, muuucho más inteligentes, a la hora de escoger un calzado, piensan: "Veamos, veamos, ¿qué me pongo hoy, tacos aguja o zapatos cómodos? Mmmmhhh, no sééé... Bueno, sí, mejor zapatos cómodos porque son menos nocivos para mis pies"...

¿No será que la moda, la presión social, los mandatos culturales, siempre imponen calzados, vestimentas, hábitos poco cómodos para las mujeres, y en cambio para los hombres siempre son cosas simples, cómodas, para nada dolorosas, que no traban los movimientos?

¿No será que se exige siempre a las mujeres un atuendo incomodísimo, y si no se someten a este tipo de atuendos, son criticadas y consideradas machonas, feas y poco arregladas?

¿Cuántas veces tuve que soportar que novio, padre, amigo, me reprocharan que no me pusiera minifaldas, tacos altos, pantalones ajustados, que no tuviera uñas largas? Y ellos, comodísimos en sus zapatos, pantalones, camisas, sacos anchos, sin tener problemas para caminar por la calle, correr un colectivo, sentarse con las piernas abiertas...

Y ahora resulta que nosotras somos unas taradas, idiotas y masoquistas y ellos, que son tan racionales, "eligen" mejor...

Si quieren, puedo hacer la lista de todo aquello que nos impuso la moda a lo largo de los siglos, de los continentes, para trabar nuestra libertad de movimiento, y vernos taaaaan lindas:

La crinolina

Era una prenda de ropa interior que se usaba en el siglo XIX. Era de metal y servía para darle forma de campana a las faldas. Por la forma y sobre todo por el peso del atuendo, el caminar se hacía difícil, por no decir imposible. Ni hablar de las dificultades para pasar por las puertas, caminar por la calle, etc. Los caricaturistas empezaron a burlarse de las mujeres que llevaban crinolina. Como siempre se alienta a las mujeres a llevar cosas incómodas, y cuando lo hacen, se les burla y se les reprocha que sean masoquistas...

La mujer jirafa


Alrededor de los cinco años, las nenas de la tribu Padaung, en el norte de Tailandia, reciben su primer collar espiral, para estirar su cuello, collar que será reemplazado a lo largo de los años por unos más largos, siguiendo el crecimiento de la nena. Después van a decir que las mujeres lo hacen por gusto... ¿Qué elección puede tener una niña de cinco años?

Los pies vendados de las chinas



Durante más de 1000 años (la costumbre fue prohibida a principios del siglo XX), las madres vendaron los pies de sus niñas para impedir su crecimiento. Los chinos pensaban que de esta atrofia dependía el prestigio de la familia. Para ellos, una mujer que no tenía pies pequeños no podría encontrar marido. Llegadas a la edad adulta, las mujeres apenas podían caminar, lo cual restringía su libertad de movimiento, sin hablar de los dolores atroces que esto generaba. Ah, pero cierto, nosotras elegimos sufrir...

Los tacos altos


Otra manera de impedir los movimientos. Imposible caminar normalmente con ellos en la calle, mucho menos en las calles porteñas, con veredas irregulares, baches, baldosas flojas... El caminar se hace lento, difícil, doloroso. Es malísimo para los pies, las rodillas, la espalda. ¡Pero quéééé sexyyyy! Y sí, muy sexy, pero nuevamente, muy incómodo, mientras que para los hombres, un buen calzado elegante nunca deja de ser cómodo.

La minifalda


¿Alguna vez intentaron sentarse con una de esas en el subte? ¿Agacharse para levantar algo que cayó al piso? ¿Caminar normalmente? Imposible. Cuando caminás, se te levanta aún más. Tenés que estar continuamente bajándotela. De todas formas, por lo general el pack viene con los tacos altos, así que de por sí no se puede caminar normalmente. Ni hablar de correr el colectivo...

El pantalón apretado
Marca el culo, ¡buenííísimo! También favorece las micosis vaginales, las infecciones urinarias... Aprieta, duele, es difícil sentarse, te corta la circulación...

Las uñas largas
Muy sexy, pero hace de tus manos dos paletas inútiles. Imposible usar un teclado normalmente, o realizar cualquier tipo de actividad manual. Hasta la masturbación se nos hace difícil con uñas largas... ¿Los hombres? Y, ellos son taaaan inteligentes que eligen cortarse las uñas al ras...

Y puedo seguir así durante horas... ¿La moda para los hombres?

El traje


Elegante, cómodo, no te aprieta, no te impide caminar, no te impide correr, no te impide sentarte, no te duele nada, a lo sumo te aprieta un poco la corbata (¡¡y los muy turros se quejan y te dicen: "Claro, vos no tenés que soportar una corbata, no sabés el suplicio que es eso"!!).

Y sí, ellos "eligen mucho mejor"...
.