Cola para subirse al colectivo. Primero está un hombre joven, 30 años, buen estado de salud. Luego una mujer joven, 30 años, buen estado de salud. Llega el colectivo. Indefectiblemente, el hombre se da vuelta y dice a la mujer: "Pasá..."
La mujer no entiende muy bien por qué debería pasar antes que el hombre, si ambos tienen la misma edad, y el mismo estado de salud, que es bueno. Pero se supone que el hombre fue amable, bien educado, atento, y que hay que agradecer, sonreír, sentirse una diosa y subir (y de paso el hombre aprovecha para mirarle el culo).
Pero... ¿por qué esa mujer tendría que sentirse agradecida? ¿Ella pidió algo? No. ¿Mostró señales de estar cansada, enferma, débil? No. ¿Entonces?
A él le enseñaron que hay que dejar pasar a las damas, que eso está bien, que es señal de buena educación. Bien. O sea que él lo hizo pensando que estaba bien y que así quedaba como un caballero. Fue galante. Buenísimo.
¿A quién más se deja pasar en el colectivo? A las personas discapacitadas (ciegos, rengos, personas enyesadas, etc.), a las mujeres embarazadas, a las/os ancianas/os, a las personas con niños en brazos... es decir, a personas que necesitan una ayuda puntual, que no están en las mismas condiciones físicas que nosotros de subirse al colectivo y viajar de pie ("con movilidad reducida", dice el cartel del colectivo). A ellos se les deja el asiento, porque lo necesitan.
Pero... ¿por qué una mujer debería necesitar que se la deje pasar? ¿Acaso una mujer es necesariamente inferior físicamente a un hombre? ¿No será que un hombre la deja pasar porque la considera necesariamente débil? ¿Porque le permite marcar su superioridad?
No nos confundamos: una cosa es la buena educación. Otra, la galantería. La galantería es una forma de seducción, de sexualización de las relaciones, ergo, de sexismo (yo hombre fuerte, vos mujer débil, yo hombre seductor, vos mujer seducida).
Si veo que ese hombre también dejó pasar a otro hombre joven, entonces no me siento ofendida. Pero si veo que sólo deja pasar a las mujeres, sorry, pero me da cosita.
Cuando pregunto a los hombres si harían lo mismo con otro hombre, la mayoría me contesta que de ninguna manera, que no son gay. Ahí está el meollo de la cuestión: si dejan pasar a la mujer, es porque de alguna manera aquí se juega la seducción. O sea, al hacerlo, me recuerdan que son hombres, que soy mujer. No hay manera de sentirse simplemente un ser humano.
Obvio, no digo nada. Ese hombre no sabe que está siendo machista. Le enseñaron que eso está bien, lo hace de bueno. Entonces me callo la boca y paso. Pero tampoco le doy las gracias.
No estoy diciendo que hay que descuidar de todos y cagarnos en los otros. Al contrario: quiero que todos cuidemos de todos. No quiero una sociedad en la que la gente se ignora. Tampoco quiero una sociedad galante. Quiero una sociedad igualitaria y solidaria. La galantería no es solidaridad. La galantería es seducción.
Sé que con eso me voy a hacer odiar de muchas mujeres. Porque muchas creen que hay que tratarlas diferente, tienen que sentirse diosas, y que la galantería es algo bueno. Claro, por una vez que el machismo nos es favorable, no vamos a querer cambiar las cosas, ¿no? Pues lo lamento, pero sí. Si queremos los mismos derechos que los hombres, entonces tenemos que querer los mismos deberes también. Y la misma consideración. Consideración que, en un mundo ideal, sería de mutuo respeto.
PD: Eso sí, a la hora de dejar el asiento a una mujer embarazada, ya no hay buena educación ni galantería que valga, todos se hacen los boludos.