martes, 29 de enero de 2013

Los hombres, ¿o los varones?

La palabra "hombre" para designar a la humanidad no es inocente: en el inconsciente colectivo, los varones son la humanidad, siendo las mujeres algo periférico, eventual. Lo expliqué en otra entrada.

Y así lo muestra ese artículo de The Sun, que imaginó hace unos meses cómo sería físicamente el ser humano dentro de mil años.

Más allá de que es científicamente absurdo (los cambios físicos debidos a la evolución no se miden en milenios, sino en decenas de miles de años; de hecho, excepto en la altura, la humanidad no se ha modificado tanto entre el año 1013 y el año 2013), ¿adivinen bajo qué rasgos se figuró la humanidad?

Pues, sí, por supuesto, bajo los rasgos de un varón:

Copyright 2012 News Group Newspapers Ltd 
Habría sido demasiado penoso para los señores del Sun representar a la humanidad bajo los rasgos de una mujer, ¿no?

Lo peor es que si lo hubieran hecho, mucha gente no habría entendido que se hablaba de la totalidad de la humanidad, y no solamente de las mujeres. Porque en el imaginario colectivo, la humanidad, por default, son los varones. Las mujeres sólo son algo particular, puntual, "lo otro", como lo definió Simone de Beauvoir en El Segundo Sexo.

jueves, 24 de enero de 2013

El suicidio, ¿un flagelo masculino?

Los varones se suicidan más que las mujeres, se escucha por ahí.

Y es absolutamente cierto. Todas las estadísticas muestran que los varones mueren más que las mujeres por suicidio, y Argentina no es ninguna excepción, como lo muestran las cifras publicadas por la ONU.

Allí vemos que el 80% de las personas que mueren por suicidio son varones.

¿Significa eso que los varones sufren más depresiones que las mujeres, y que, por lo tanto, las mujeres viven más felices que los varones? Esa es la conclusión a la que se podría llegar perfectamente.

Pero sería un error. ¿Por qué? Pues porque esas cifras hablan de los fallecimientos. No de los intentos de suicidio.

Y si vamos a las cifras de intentos de suicidio, la realidad es completamente distinta: la cantidad de mujeres que intenta suicidarse triplica la de los varones.

La gran diferencia reside en los métodos empleados: por los estereotipos de género, porque las mujeres son criadas para ser más discretas y silenciosas, y porque los varones tienen más acceso (por educación también) a armas letales, ellos eligen métodos más radicales y mortíferos, como armas de fuego o ahorcamiento, y ellas eligen métodos más discretos y menos sangrientos, pero también menos eficientes, como la toma de pastillas.

La OMS lo explica en un documento sobre prevención de suicidio: "Las mujeres son ligeramente más inclinadas a reportar ideas suicidas que los hombres y hasta dos o tres veces más inclinadas a intentar suicidarse. Sin embargo, los hombres tienen mayor probabilidad de completar el suicidio, a menudo porque escogen medios más violentos e irreversibles".

¿Conclusión? Hay que tener mucho cuidado con las estadísticas. El análisis de las cifras no está al alcance de cualquier persona, aunque parezca que sí. No por nada lxs sociólogxs estudian años de carrera. Hay que saber interpretar, cotejar con otras cifras y poner en perspectiva.

Claramente, si se toma la cantidad de muertes por suicidio, se llega a la conclusión de que los varones tienen más tendencia que las mujeres a estar deprimidos. 

De hecho, son esas cifras las que usan los masculinistas para probar que en un mundo en que la cantidad de varones muertos por suicidios cuatruplica la de las mujeres, no se puede decir que los varones sean privilegiados. Y llegan a la conclusión de que en realidad, los varones sufren más que las mujeres.

Pero si se toma la candidad de intentos de suicidio, se llega a la conclusión exactamente inversa.

Y hace rato que lxs psicólogxs ya no interpretan el intento fallido de suicidio como una simple "llamada de atención", sino como la marca de una verdadera depresión.

¿Que los varones mueren más por suicidios? Sí. ¿Que haya que tratar de combatir ese flagelo? Por supuesto. ¿Que hay que dificultar el acceso a las armas de fuego? Por ejemplo. ¿Que significa que los varones tienen más tendencias depresivas que las mujeres? Pues no.

La realidad, validada por todas las estadísticas, es que en el mundo entero, las mujeres son más proclives a la depresión y al intento de suicidio.

jueves, 17 de enero de 2013

Ser glamour en cualquier circunstancia:
sólo para mujeres

¿Se imaginan un comercial en que se recomiende a los varones ser glamorosos incluso en el campo de batalla? ¿O ponerse pantalones ajustados y zapatitos de charol cuando juegan al fútbol?

Bueno, pues es lo que se hace constantemente con las mujeres, incluso cuando están en situaciones en que deberían privilegiar la comodidad antes que el glamour, como el embarazo, o cualquier práctica deportiva, de hecho (recuerdo que el uso de la pollera es obligatorio para las mujeres en los campeonatos de tenis).

La marca de pañales Huggies, en todo caso, cree que las mujeres deben cuidar su aspecto siempre. En este video, se describe a una mujer que cursa lo que parece ser su último trimestre de embarazo, bajando las escaleras de su casa.

Está vestida lo más cómoda posible, es decir: una remera amplia, un pantalón de jogging y pantuflas a prueba de frío.

Pero claro, Huggies define esa mujer como "necesitada de glamour"

Porque es bien sabido que las mujeres, incluso embarazadas de 8 meses, incluso en la intimidad de su casa, deben llevar tacos de 10 centímetros para resbalar en las escaleras, vestidos ajustados para entorpecer sus movimientos y dificultar la circulación sanguínea, y escotes pronunciados para enfermarse de anginas.

¿Estar cómodas? Nooooo, qué horror. Eso se lo dejamos a los varones. Las mujeres deben ser glamorosas en cualquier circunstancia, y Huggies está para recordárnoslo y darnos "clases de belleza y muchos temas más":

viernes, 11 de enero de 2013

Nuevos padres: ¿los monstruos del Loch Ness?

Foto Javier Zorrilla. elmundo.es
Empiezo el año con una pregunta: se habla mucho de los nuevos padres, ¿pero quiénes son realmente? ¿Son una realidad social o una promesa siempre postergada?

Me surgieron esas preguntas en particular luego de leer un artículo en el diario La Nación, llamado La rebelión de las madres.

El artículo, globalmente, cuenta lo que conté en una entrada acerca de lo que no nos dicen sobre la maternidad: que no todo es color de rosa en el hecho de tener hijxs, que el embarazo, el parto, el posparto, la crianza, pueden ser dolorosos, deprimentes, aburridos o angustiantes, y que es hora de decir la verdad a las mujeres sobre lo que les puede llegar a esperar.

Hasta ahi, todo bien. Me alegro de que se toque ese tema en un medio masivo.

Pero como soy quisquillosa, pues no puedo dejar de ver los detalles que recuerdan que vivimos en un mundo sexista.

Hete aquí que hacia el final de la nota, luego de hablarnos únicamente de las madres, aparece El Padre. Pongo mayúsculas, porque parece ser el salvador. O mejor dicho, el Nuevo Padre.

Hace unos 20 años que escucho hablar del Nuevo Padre, y salvo honrosas excepciones, no he visto a muchos todavía. De hecho, las estadísticas son formales: las mujeres se siguen encargando del 80% de las tareas domésticas, más si hay niñxs en el hogar.


En Francia, otro estudio del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE) mostró que en 25 años, los varones han aumentado el tiempo que dedican a las tareas domésticas y al cuidado de lxs hijxs en... 10 minutos.

Así que ya me hablarán de los Nuevos Padres...

En fin, ¿qué dice el artículo? Bueno, justamente, luego de explicarnos que la maternidad puede ser bastante estresante y engorrosa (eso sí, las mujeres que opinan en la nota siempre lo hacen "entre risas", "con una carcajada" o "con descaro y humor irónico", no sea que las tomen por monstruos de verdad), nos intima a reconocer que "los hombres, cada vez más, participan en la crianza de los hijos".

Con 10 minutos más diarios en 25 años, lxs amantes de los cálculos matemáticos ya me dirán cuánto tiempo falta para alcanzar la paridad en eso de la crianza de lxs niñxs.

Pero en fin, ¿cómo es eso de que cada vez participan más, de acuerdo al artículo? Retengo tres elementos:
"Mamaderas y pañales forman parte de sus rutinas diarias mientras las madres no están en casa".
Ojo: "mientras las madres no están en casa". ¡Cuidadito con agarrar un pañal o una mamadera si ellas están en casa! No, no, no, no se entusiasmen. Ese es el trabajo de-la-madre. El padre está para hacer de niñero mientras ella no está, no para hacer de papá que se ocupa de su bebé en un 50% real. No estoy criticando aquí a la periodista: en realidad, lo que dice es el fiel reflejo de la realidad. Pero entonces, ¿por qué entusiasmarse tanto con los Nuevos Padres?
"(...) cuanto más aceitado esté el equipo, cuanto más apuntalada y comprendida se sienta la mama en su desborde, menores serán los efectos en los vínculos".
Y sí, el desborde es de la mamá. No es de la pareja. El papá, mientras tanto, se va a jugar al pool con los amigos, y cuando se aburre, va, y le dice a la mamá: "Andá a la peluquería, mientras tanto yo, Nuevo Padre abnegado y ejemplar, le daré una mamadera y le cambiaré un pañal... Che, ¿dónde era que guardabas los pañales?"

Nuevamente, es una realidad. La inmensa mayoría de los padres, Nuevos Padres incluidos, piensa que el desborde es de la madre. Entonces nuevamente, ¿por qué entusiasmarse tanto por los Nuevos Padres, si al final se parecen tanto a los padres de los de antes?
"Advertidas, con ayuda de sus maridos y conscientes del acto altruista de traer un hijo al mundo"
Bueh, ahí tenemos un hermoso remate, con la confirmación de que los padres "ayudan". No participan en algo en el que tienen un 50% de responsabilidad. No. Ayudan en algo que en realidad le corresponde a la madre.

En fin, los Nuevos Padres existen, no lo niego. Conozco a algunos. Pero hacer de esas excepciones una realidad social me parece demasiado apresurado

Sí, bueno, genial, los padres ahora cambian pañales y dan alguna mamadera, cuando los de hace 40 años no hacían nada de eso, pero, gente, estamos en 2013, ¿hasta cuándo nos vamos a caer de rodillas delante de los varones que lo hacen? ¿No es acaso su deber de padre? ¿Realmente les tenemos que dar una medalla cada vez que cambian un pañal o llevan a sus hijxs al colegio?

Aparte, eso de que hace 40 años no lo hacían es muy relativo: voy a tener 40 años, y por lo que me cuentan, mi papá y mi mamá se turnaban para cambiar pañales y dar mamaderas, y ambos trabajaban a mitad de tiempo para que unx de lxs dos siempre estuviera en casa.

Si mi padre lo hizo hace 40 años, ¿qué tiene de excepcional que algunos varones lo hagan en el 2013? 

¿No será hora de exigir una paridad real? Y, en lugar de babearnos y mirar como al Cristo resucitado a los varones que aceptan sacrificar cinco minutos de su precioso tiempo para cambiar un pañal, ¿no será tiempo, al contrario, de empezar a escandalizarnos de que solamente sigan "ayudando a la mamá en su desborde mientras no está en la casa"?

PD fuera de tema: eso de que traer un hijx al mundo es un "acto altruista". Sí, claro. Y no tenerlxs, ¿es un acto egoísta? Me encantaría conocer a una sola pareja que tenga hijxs por altruismo, y no para satisfacer un deseo propio, sea cual sea la naturaleza de ese deseo.

martes, 8 de enero de 2013

Feliz año antipatriarcal

Tengo abandonado este blog desde hace un par de meses, por razones de tiempo y por razones técnicas que, espero, se resolverán pronto.

No es para nada por falta de inspiración. Lamentablemente, el sexismo es infinito, y lo que se puede escribir sobre las discriminaciones de género, también.

Para recibir el año 2013, voy a dejar la palabra a varones. Se trata del Colectivo de Varones Antipatriarcales, cuyo lema es "Ni machos, ni fachos".

Tienen el mérito de luchar por una nueva definición de la masculinidad, sin renegar del feminismo y sin hacerse las víctimas, como lo suelen hacer los masculinistas, que de igualitarios, no tienen absolutamente nada.

No son los únicos varones en declararse abiertamente feministas. Existen otros colectivos, tanto en Argentina como en otros países. En la columna de la derecha encontrarán enlaces hacia grupos de "Varones contra el sexismo". De hecho, si conocen otros, no duden en enviarme un mail para que los agregue.

Aquí va, entonces, un poco cortado, el texto que el Colectivo de Varones Antipatriarcales han publicado en su página por la llegada del año 2013. Ojalá los masculinistas aprendan un poco de ellos lo que la palabra "igualdad" significa realmente.
Queridxs compañerxs, vamos acercándonos al final de este 2012, un año muy intenso en nuestra incipiente historia como colectivo. 
Este año nos deja la alegría de haber avanzado en iniciativas que nos esperanzan en el desafío que testarudamente decidimos emprender; sumarnos como "varones" a la lucha contra el hetero-patriarcado capitalista, y cultivar la certeza de que queremos y podemos transformarnos para transformar. (...) 
No podemos soslayar que todas estas alegrías tienen razón de ser porque son granitos de arena contra un sistema que persiste injusto y desigual, y que descarga toda su violencia contra las mujeres y otras identidades subalternizadas por razones de género, sexualidad, etnia y clase. 
Tenemos razón de ser porque Marita Verón sigue desaparecida y sin encontrar justicia; porque el aborto sigue siendo ilegal y las mujeres expropiadas del derecho a decidir sobre sus cuerpos: porque siguen multiplicándose los femicidios y la impunidad que la justicia brinda a los violentos y abusadores; porque el Estado sigue siendo cómplice de la violencia clerical; porque la gran mayoría de los varones se mantiene indiferente ante todas estas injusticias, siendo impunes artífices, cómplices privilegiados o inertes espectadores. 
Contra estas miserias nos levantamos; por nuestros sueños nos organizamos... Para que sigamos avanzando, con pasión y alegre rebeldía, hacia el fin de la explotación y la opresión, levantamos la copa junto a ustedes, y brindamos por un 2013 lleno de energía para seguir luchando, hasta que todas, todos, todxs, seamos libres! 
Salud y Revolución, en las calles, en las plazas, y en las camas! 
Colectivo de Varones Antipatriarcales